En el quinto día del juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna en una Corte de Nueva York, este martes se dio a conocer el testimonio de un ex agente de la Policía Federal narró cómo se permitía el tráfico de drogas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en contubernio con altos mandos de la corporación.
El ex agente, Raúl Arellano Aguilera señaló que el entonces director General de Aeropuertos, Oscar Moreno Villatoro, recibía maletas con dólares e incluso comentó que dicho tráfico ocurría durante la misteriosa orden “45 por 35?, en donde se indicaba que los agentes de la Policía Federal debían quedarse al pendiente en sus posiciones, pero sin hacer detenciones ni inspecciones.
Arellano Aguilera manifestó que justo al escuchar por radio la frase 45/35 los agentes desaparecían sospechosamente por una o dos horas, lo que coincidía con la llegada de vuelos de Sudamérica y la salida a Estados Unidos y Europa.
En su testimonio, Raúl Arellano señaló que en 2007, el encargado del Aeropuerto de Toluca tuvo un incidente con el entonces jefe de Aeropuertos de la PF, Moreno Villatoro, en donde pudo observar los dólares que Moreno cargaba en una maleta.
Cabe mencionar que en 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó al Servicio de Administración Tributaria (SAT) que abriera una investigación contra Moreno Villatoro, debido a sus nexos con García Luna.
Testigos contra García Luna
Este lunes tocó el turno del narcotraficante Óscar Nava Valencia, “El Lobo”, quien está ligado a otro testigo en el caso, “El Grande” Sergio Villarreal, quien declaró la semana pasada.
De acuerdo con su testimonio, “El Lobo” Valencia –preso en EU– logró introducir alrededor de 100 kilogramos de cocaína a Estados Unidos y se asesinó por órdenes suyas a más de 100 personas. El dato curioso es que su testimonio refuerza su plan de quedar libre en 2025.
“El Lobo” Valencia detalló que el cártel de Sinaloa tenía a Arturo Beltrán Leyva como el controlador absoluto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y después se extendieron con los aeropuertos de Cancún, Acapulco, Toluca y Guadalajara.
Según su testimonio, en octubre de 2007 había tenido que enviar otros 5 millones de dólares a García Luna para intentar liberar en el puerto de Manzanillo, en el estado de Colimas, dos contenedores provenientes de Colombia con 10 toneladas de cocaína cada uno. Uno de los cargamentos eral de Lobo Valencia y el otro de Arturo Beltrán.