Para la Conmemoración Internacional de las Víctimas del Holocausto, este viernes 27 de enero, el Museo Memoria y Tolerancia (MMyT) realizará actividades en las que el público podrá abordar y comprender temas vinculados con la discriminación.
A 24 años de su aniversario, el Museo dedicado a rememorar a las víctimas del Holocausto en el contexto de la Segunda Guerra Mundial –pues cuenta con una exhibición permanente sobre el tema– prepara actividades que van más allá de un tradicional recorrido fotográfico e histórico.
“Habla también sobre la actitud que uno puede elegir, por ser la gran libertad que tenemos los seres humanos, en cuestiones que tienen que ver con la violación de derechos humanos, exterminio y genocidio y otras cuestiones violatorias a sociedades masivas”, explicó el director del Museo Memoria y Tolerancia, Adán Baltazar.
Baltazar precisó, en entrevista con La Silla Rota, que este museo no está estructurado de manera histórica: “nuestra idea no es que ustedes puedan decir al salir de aquí el 8 de noviembre de tal año pasó tal cosa”, dijo.
“Lo que nos interesa que puedan comprender un proceso que sí fue histórico, pero en el cual un régimen racial en un Estado intentó eliminar a otros grupos nacionales, étnicos, raciales o religiosos, por el hecho de ser y existir”.
“Porque no pensaban que fueran libres e iguales, en igualdad de derechos. Entonces el régimen nazi intentó eliminar a todas las personas con una discapacidad, a la población judía, someter a prisioneros políticos y Testigos de Jehová”, ejemplificó.
En su estructura, el Museo Memoria y Tolerancia inicia con una etapa en la que el público recorrerá a detalle el Holocausto del siglo XX; pero también otro del siglo XXI, en Darfur, Sudán.
“Cuando un visitante llega al museo comprende qué es y qué no es justicia. Entre nosotros movilizamos esas intuiciones para que comprendan lo injusto y negativo que sufrieron las víctimas de un Holocausto”.
“Logramos que haya empatía hacia estos grupos, después buscamos quebrar la indiferencia y buscar su indignación para que, cuando durante el recorrido en el museo lleguen a la parte de la Tolerancia –entendida como la convivencia armónica a las diferencias– tengan herramientas para hablar decir, dar visibilidad y elegir ser activos socialmente con una actitud contra estas atrocidades masivas y la discriminación; y así, encontrar una salida a la indignación”.
Baltazar explicó que la semilla que el museo siembra en sus visitantes ha sido medida mediante diferentes variables. Y que a partir de 2014 comenzó a realizar estudios de público.
“En éstos planteamos preguntas sobre el feminicidio o cuando hablamos de discriminación. Les preguntamos si estarían dispuestos a tomar acción en cualquiera de ambas situaciones; y hemos encontrado que las personas deciden cambiar su actitud y decir: yo sí denunciaría, yo sí protegería, yo sí buscaría que esto dejara de suceder. Así es como vamos midiendo estás posibilidades”.
También detalló que han buscado abordar otros temas paralelos a la discriminación, como, por ejemplo, el feminismo para impulsar cambios positivos a la brecha de género. Ejemplo de ello, precisó, es que una parte de los puestos de dirección en este Museo son desempeñados por mujeres.
Y recordó que también aquí se realizó la primera exhibición dedicada a la comunidad LGBTTTIQ+.
“También trabajamos mucho con racismo y discriminación socioeconómica, particularmente en los años 2016 y 2017. En 2019 fue reconocido a nivel constitucional la población afrodescendiente. Así que muchas de las batallas que este Museo ha dado derivan en cambios sociales”, resaltó.
“Lo que buscamos es compartir una visión en libertad y dignidad, donde todos cabemos; y donde la diversidad es una realidad. Y esa realidad se vuelve una posibilidad de inclusión, vamos avanzando y conquistando espacios”.