Más de tres décadas después del primer caso de muerte por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos –en diciembre de 1979–, los gobiernos de México y ese país buscan implementar políticas conjuntas para parar la producción, traslado y venta de la droga que en 2021 causó la muerte de cerca de 70 mil personas solo en la Unión Americana.
Para el gobierno de Estados Unidos, la droga producida en laboratorios clandestinos es la principal amenaza de salud para su población de entre 15 y 45 años de edad, debido a la adicción, sobredosis y muertes causadas por el consumo en los últimos ocho años.
El reporte más reciente del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), menciona que en 2021 se documentaron 108 mil muertes por sobredosis de distintas drogas en Estados Unidos. De ellas, cerca del 70 % están relacionadas directamente con el consumo de fentanilo.
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En 2020, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), del Departamento de Salud y Servicios Humanos, se documentaron 56 mil 516 muertes por el consumo de la droga de “diseño”.
“Las muertes relacionadas con otros opioides sintéticos distintos de la metadona (principalmente fentanilo) continuaron aumentando; en 2020, se reportaron más de 56,516 muertes por sobredosis en esta categoría”.
En la Unión Americana, según estadísticas de centros de salud y seguridad de ese país, la droga se ha identificado en los 50 estados que lo integran, sin embargo, el consumo se registra principalmente en Los Ángeles, Colombia, Nueva York, Alaska y Arizona.
En México, las muertes por el consumo de esa droga fueron 29 personas, entre 2021 y 2022, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), principalmente en ciudades fronterizas como Tijuana y Mexicali. También se ha identificado su consumo masivo en centros turísticos como Cancún, Mazatlán, Puerto Vallarta, Los Cabos y Puerto Escondido.
Un problema de salud
El consumo de la droga de “diseño”, fabricada a partir de precursores químicos exportados de China, India, Pakistán y Corea del Norte, es elaborada principalmente en laboratorios clandestinos ubicados en los estados de Colima, Michoacán, Jalisco y Sinaloa a través de los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), Sinaloa y Familia Michoacana o Caballeros Templarios.
La droga se encuentra en forma líquida y en polvo. Las autoridades de ambos países han detectado que el fentanilo es mezclado con cocaína, heroína o metanfetaminas, lo que incrementa su peligrosidad y adicción. De acuerdo con estudios realizados por instituciones de salud de ambas naciones, el fentanilo es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina.
Reportes de las áreas de seguridad del gobierno federal refieren que el aseguramiento de fentanilo en territorio nacional se ha incrementado 528 % en los tres primeros años del gobierno de presidente Andrés Manuel López Obrador, al incautar tres mil 500 kilogramos en comparación a los 559 kilos durante los últimos tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto.
“Ha ido en aumento el aseguramiento de fentanilo, también las estrategias han tendido a detectar estas drogas, tanto en la producción en los laboratorios, como en el movimiento que se hace para hacerlos llegar a los mercados de consumo”, informó el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval en Palacio Nacional.
Los casos frecuentes de sobredosis en Estados Unidos llevaron a la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) a emitir una alerta nacional sobre los peligros del fentanilo. El llamado fue hecho a través del Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC, por sus siglas en inglés) para alertar a todas las corporaciones de policías en ese país.
Dos años después, en noviembre de 2017, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), emitió una alerta por su consumo, adicción y muertes originadas en el mundo.
Las políticas implementadas por México y Estados Unidos no han tenido muchos resultados, ya que las muertes y atenciones médicas se han incrementado en ciudades norteamericanas. La alerta que representa para el vecino país del norte llevó a la DEA y al Departamento de Justicia a declarar el 21 de agosto como el Día Nacional de Prevención y Concientización sobre el Fentanilo.
“Este día (21 de agosto) se estableció en memoria de nuestros seres queridos que murieron por envenenamiento con fentanilo y para reconocer la devastación que esta droga ha causado a miles de familiares y amigos afectados. Este es un día de respuesta coordinada para que las sociedades tomen conciencia sobre el fentanilo, los familiares afectados se reúnan y compartan sus experiencias vividas para advertir a nuestros jóvenes y al público sobre los peligros del fentanilo”, informó la DEA.
Un parteaguas en las adicciones
Armando Rodríguez Luna, especialista en seguridad y consultor en Strategic Affairs, considera que el problema del fentanilo inició a mediados de la década de 2010, cuando en Estados Unidos se comenzaron a prescribir diferentes medicamentos, entre ellos el fentanilo para tratar problemas de salud.
“Es un medicamento fabricado para controlar el dolor crónico, principalmente en personas con cáncer, aunque se puede utilizar en otros casos. Es un opioide que se supone está controlado”.
“Sin embargo, hace ocho años en Estados Unidos, comenzaron a liberar las prescripciones médicas para poder recetar diversos tipos de opioides, entre ellos fentanilo. Eso comenzó a generar una primera adicción a ese tipo de drogas, principalmente el fentanilo”.
Después de generarse una primera adicción en pacientes a los que les fue autorizada la droga por temas de salud, los fabricantes comenzaron a incrementar sus efectos, situación que fue aprovechada por las organizaciones criminales, entre ellas las de México para su producción ilegal.
“Conforme comenzó a crecer la adicción, desplazó a otras drogas al incrementar su alcance. Esto es el primer motivo que disparó la adicción. Esto fue aprovechado por el crimen organizado para fabricarlo clandestinamente a través de la fabricación de precursores químicos elaborados en Asia, principalmente en China e India”.
El especialista menciona que la distribución, a través de pastillas, origina menos costos y riesgos para el crimen organizado, lo que ha llevado a que los cárteles dejen de enfocarse en la producción de drogas cultivadas como la amapola y marihuana.
"Los grupos criminales están dejando de invertir diversos tipos de recursos, como dinero y personal para destinarlos en laboratorios clandestinos, en los que se requiere menos personal humano. Se están dejando los cultivos. Hay un parteaguas, las cosas están cambiando, lo que está originando un menos interés en la heroína y la marihuana”.
Armando Rodríguez asegura que la fácil instalación de los narcolaboratorios “está cambiando” el consumo en Estados Unidos, así como en algunos países de Europa, por la alta demanda del fentanilo.
En entrevista, Armando Rodríguez considera que los cambios en el consumo van a ser notables en los próximos tres años cuando se den a conocer encuestas de adicciones.
“Es un tema primordial para ambos países, y más cuando en Estados Unidos no hay la capacidad para prevenir y controlar a través de centros de salud, situación que es peor en México. Se viene un problema fuerte, por lo que es necesario comenzar a actuar”.
Hasta el momento las autoridades de México y Estados Unidos han trazado rutas de trabajo para atacar el tema como salud pública en el que se reconoce el problema. Sin embargo, hasta el momento solo se tiene el conocimiento de las rutas que se utilizan para transportar el precursor.
“Lo único que se ha logrado, hasta el momento, es generar e intercambiar información sobre las vías y rutas del tráfico, entre ellas rutas de ingreso a México, como los puertos marítimos, así como los lugares que se deben de combatir para evitar su producción en territorio nacional”.
Agregó: “a reserva de lo que se informe en las próximas semanas, el fentanilo fue un tema clave en la relación de ambos países, el cual seguro fue tratado a fondo en el traslado del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles a Polanco, así como en la reunión oficial que sostuvieron ambos mandatarios”.