El mandatario presentó los avances de su administración en una ceremonia en cuyo fondo sobresalieron los murales conocidos como "La Epopeya del Pueblo de México" pintados por Diego Rivera, un ícono del muralismo mexicano.
Estos murales se encuentran en el patio central, en las escaleras principales, de Palacio Nacional y en ellos están representados personajes icónicos, pero también el pueblo mexicano.
Esta serie pintada en fresco (una técnica utilizada por el muralismo) se extiende a lo largo de 276 metros cuadrados y en ella se encuentra representada la historia de México.
Te podría interesar
¿Qué personajes se encuentran en "La Epopeya del Pueblo de México"?
El mural fue encargado por José Vasconcelos, quien fuera secretario de Educación, entre 1920 y 1924, hacia el final de la misma década. Rivera comenzó a pintarlo en 1929, mismo año en que Vasconcelos se lanzó para candidato presidencial por el PNR -elecciones que perdería frente a Pascual Ortiz Rubio-, y concluyó en 1935 durante la administración de Abelardo L. Rodríguez.
Fue en ese halo nacionalista, que se le solicitó a Rivera pintar escenas de la Historia nacional. El fin fue elaborar una narrativa lineal, donde se entendiera la Historia mexicana como un devenir cultural que conectaba a la gesta revolucionaria, con el pueblo mexica.
Diego Rivera expone así una visión propia de lo que es la Historia nacional, por lo que propone que la marcha del devenir histórico se conduce hacia el socialismo.
Muy al estilo de Rivera, el mural se lee en varios niveles y se narra de derecha a izquierda, a diferencia de como estamos acostumbrados a leer la plástica.
En una región, en la parte superior, destacan personajes centrales que se contraponen ideológicamente; mientras que en zona inferior, se lee como parte de un conflicto originario: la guerra de conquista.
En estos frescos se encuentran representados algunos personajes míticos como Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl hacia las tierras del Anáhuac.
Quetzalcóatl se encuentra rodeado de sacerdotes toltecas a quienes ha ensañado las artes y los oficios.
El mural central, se divide en cinco ciclos y en cada uno de ellos, se explican fenómenos relevantes para la historia política mexicana.
Al centro un águila devorando una serpiente mientras equilibra su peso en lo alto de un nopal.
De abajo hacia arriba, se encuentran personajes del movimiento insurgente: al centro, Hidalgo, flanqueado por Morelos y acompañado de otros, que señalan la traición a la patria de Agustín I.
También se observa a Zapata quien a su vez mira a dos caudillos de la Revolución: Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón.
Los episodios que flanquean al centro describen episodios decimonónicos como la Guerra de Reforma, donde Juarez es acompañado por sus contemporáneos, como José María Iglesias e Ignacio Ramírez.
En el flanco izquierdo, Porfirio Díaz, armado y acompañado por Victoriano Huerta. Frente a ellos el pensamiento liberal: Madero, Zapata y José Martí.
El último mural, presenta una estructura similar al primero, aunque ahora hay una figura de Karl Marx que indica el camino que los obreros deberán seguir para alcanzar la utopía del socialismo.
Y debajo de esta imagen, la lucha de clases presente en la modernidad. Los empresarios encerrados especulando y viviendo en decadencia sostenidos por el fascismo y encontrados, desde la perspectiva de quien observa, al pueblo que incita a una huelga y banderas rojas.
Es así, que bajo los ojos de todos estos personajes y del pueblo, se recibió este Cuarto Informe.