José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala, Guerrero fue declarado inocente de forma sorpresiva con respecto a la desaparición de los estudiantes normalistas de la Normal Rural Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”, no obstante, continuará en la cárcel debido a que mantiene tres procesos más en su contra por delincuencia organizada, por su relación con el cártel Guerreros Unidos.
A través de su columna en Excélsior, Jorge Fernández Menéndez señaló que es una decisión judicial incomprensible. Añadió que existen diferentes testimonios referentes a la relación de Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda con el grupo criminal Guerreros Unidos así como la participación de los dos en la desaparición de los normalistas.
Sin embargo, dijo que pareciera que estamos frente a una ola que se olvida de los verdaderos responsables, pues la mayoría de los sicarios se encuentran ya en libertad y se buscan culpables en la esfera política.
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“Los principales protagonistas de aquella tragedia fueron el entonces presidente municipal José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda; los grupos criminales Guerreros Unidos y Los Rojos; las relaciones de esos grupos con el gobierno de Ángel Aguirre Rivero; la participación de dirigentes del PRD y Morena en la región, y detrás de todos ellos la producción de mariguana y goma de opio en la zona”, recordó Fernández Menéndez.
Los esposos Abarca-Pineda
Mencionó que hace 30 años José Luis Abarca recorría el país vendiendo aretes, pulseras y collares de oro y plata, además de sombreros, los cuales traía desde Toluca hasta Iguala con su abuelo Isidoro, sin embargo, años más tarde su familia se hizo millonaria de forma repentina.
Un día Abarca anunció que invertiría 300 millones de pesos en la construcción de la Plaza Tamarindos en Iguala. En 2008 Abarca ya tenía seis locales comerciales y para 2015 ya eran 19 en Guerrero y seis más en Morelos.
En este mismo tenor, Abarca conoció a María de los Ángeles Pineda, en la tienda de su abuelo, en la cual vendía también vestido de novia. Pineda y su madre llegaban a vender a la tienda vestidos que ellas mismas fabricaban, sin embargo, en poco tiempo, María de los Ángeles también se hizo una mujer rica y poderosa además de tener ambiciones políticas como José Luis.
De acuerdo con Fernández Menéndez, ambos encontraron cobijo en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) aunque lo intentaron antes con el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Abarca se volvió candidato del PRD cuando todavía no era militante de ese partido.
Por otra parte, sostuvo que Lázaro Mazón llevó a José Luis Abarca ante la dirigencia del PRD y amagó con abandonar ese partido si no aceptaban a su protegido como candidato en Iguala.
“La relación de Mazón con los Abarca era vieja. Cuando ambos eran jóvenes, la tía de Abarca le surtía a Lázaro piezas de oro para que pudiera venderlas y así fue como Mazón pudo financiar la carrera de medicina”, apuntó.
Asimismo, Abarca encabezó un evento en el centro joyero para comprometer su apoyo con otros joyeros. A partir de ese día, Abarca y María de los Ángeles se involucraron por completo en la campaña, no sólo con apoyo moral, sino también aportando millones de pesos.
Fernández Menéndez recordó que para esas fechas María de los Ángeles Pineda ya era una de las principales líderes del grupo criminal Guerreros Unidos en Iguala y en los siguientes años, se convirtió en la verdadera jefa del cártel en el lugar.
“Sus decisiones pasaban por encima de José Luis y todo el mundo lo sabía. Ella era quien tenía el control de la policía y de los empleados del ayuntamiento. A María de los Ángeles Pineda en Iguala le decían La Guerrera... por su dureza con los empleados y por su relación con el cártel que encabezaron sus hermanos” expresó.
Además, puntualizó que días antes de la tragedia en Iguala, ya había alcanzado su objetivo. El 7 de septiembre había fue designada consejera estatal del PRD y no había dudas de que sería la aspirante a la alcaldía de Iguala en reemplazo de su esposo.
BV