La entrega del cuarto informe de gobierno del Poder Ejecutivo al Legislativo, propició un primer encuentro entre el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Han pasado cuatro meses después de que Alito acusó a la ahora corcholata presidencial de amenazas, a través del senador Manuel Velasco: si el PRI no respalda con sus votos la iniciativa presidencial de reforma eléctrica, habría consecuencias.
Y las hubo. El 16 de agosto -hace dos semanas- la Fiscalía de Justicia de Campeche entregó a la Cámara de Diputados una solicitud de desafuero contra Moreno.
Por eso durante el evento protocolario en San Lázaro, López y el legislador priista estuvieron juntos 50 segundos ¿Qué se dijeron? Difícil saberlo; un video del momento muestra cómo con camaradería el tabasqueño saludó al campechano, pasó su mano por la nuca de éste como si fueran grandes amigos. Alito aprovechó la ocasión y le dijo unas palabras al oído. El único testigo de la escena, y el mensaje, fue el coordinador de la bancada, el priista Rubén Moreira.
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López, el de Bucareli, aprovechó los 15 minutos de fama que duró su recorrido desde la entrada del recinto legislativo hasta la Mesa Directiva del Congreso. El camino en la búsqueda por la candidatura presidencial por Morena para el 2024 estuvo lleno de “abrazos y no balazos” así como besos de legisladoras morenistas. La prueba fueron las decenas de selfies que se tomó con quien pudo.
Adán Augusto también aprovechó la ocasión para acercarse a la oposición azul como la coordinadora de la bancada en el Senado, Kenia López Rabadán, y Xóchitl Gálvez quién podría aspirar a la candidatura panista por el gobierno de la Ciudad de México en 2024.
Al final, cara a cara, la corcholata López tuvo un breve encuentro institucional con el también aspirante panista a la presidencia en 2024, Santiago Creel. El ex titular de la Segob recibió de manos de su hoy homólogo el informe que envió el presidente. Una foto que pasará a la posteridad política según el rumbo que tomen ambos en un futuro no lejano.
Creel, el debutante
Fiel a su discurso de mantener la unidad en el Congreso y de respetar a las y los legisladores, el primer día de Creel en la Mesa Directiva estuvo marcado por la falta de respeto a su investidura. Diputados y senadores que subieron a tribuna y excedieron su tiempo como oradores, hicieron caso omiso a los llamados del panista para concluir sus discursos. El más evidente, fue el de su correligionario, el senador Julen Rementería quien no le hizo caso.
En sus posicionamientos los partidos reafirmaron sus prioridades legislativas. El petista Gerardo Fernández Noroña (quien aprovechó la ocasión para enfundarse en traje y corbata) pidió el relevo de los integrantes del Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral y hasta la Suprema Corte de Justicia, después de que ésta última manifestó su desacuerdo frente a la prisión preventiva oficiosa que la 4T desea preservar.
El vicecoordinador de Morena, Leonel Godoy, dijo a los partidos de oposición que rechazan la moratoria constitucional que declararon a cualquier iniciativa de perfil constitucional que envíe el titular del Ejecutivo.
Mientras que el coordinador perredista Luis Espinosa Cházaro, reiteró que la estrategia de seguridad de esta administración no funciona; y que la iniciativa que envió para que la Guardia Nacional pase a la tutela de la Sedena, no debe ser aprobada ni como reformas secundarias de ley.
(djh)