Todas las personas tienen al menos un nombre y apellido, pues de lo contrario resultaría casi imposible identificarnos, además de que nos resultaría muy raro no tenerlos.
En México los apellidos llegaron con la Conquista tanto de españoles como de judíos que nos dejaron también algunas de sus costumbres. Ello, aunado a las culturas indígenas que buscan defender su identidad en ese proceso.
Es así que todos los mexicanos tienen un nombre propio (máximo de dos palabras) y dos apellidos, uno paterno y uno materno (simples o compuestos).
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¿Por qué se ponen 2 nombres?
En una tradición local, un bebé que era el primero en ser bautizado por un nuevo clérigo tomaba su apellido como segundo nombre. En última instancia, los segundos nombres están ahí para fortalecer los lazos familiares y sociales y expresar los valores y compromisos religiosos de la familia.
¿Por qué hay personas que tienen 3 apellidos?
En 2014, un tribunal federal resolvió por primera vez en el país que el nombre y apellidos que se designan a cada persona son un derecho humano consagrado en el artículo 29 de la Constitución, por lo cual, los padres de familia tienen derecho a poner tres o más apellidos a sus hijos, aunque las leyes estatales sobre registro civil sólo permitan dos.
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Derecho humano
Según consta en la sentencia del tribunal federal, el derecho humano al nombre a que se refiere el artículo 29 de la Constitución tiene como finalidad fijar la identidad de una persona en las relaciones sociales y ante el Estado; este derecho está integrado por el nombre propio y los apellidos y regido por el principio de autonomía de la voluntad, pues debe elegirse libremente por la persona misma, los padres o tutores.
Añadió que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) -autoridad administrativa- no puede “requerir o sugerir’ cambios o aclaraciones en los nombres de las personas.
Apellidos compuestos y causas para solicitarlo:
Fama y notoriedad
Es la justificación más usada, de antaño hasta hoy. Se aboga cuando el apellido adquiere una importancia (social, económica, política, académica, deportiva). Fue una usanza de la nobleza que impedía la pérdida de apellidos ilustres de abolengo. Este hábito pasó a los plebeyos quienes en nombre al menos consiguieron un semblante distinguido.
Aquellos que logran un éxito personal, trascendiendo en nombradía, consideran que no es suficiente transmitir un solo apellido, optan por componer sus signos de familia para trascender nomínicamente en otra persona, en su descendencia. Es una forma de perpetuar la memoria de esa persona.
Popularidad del primer apellido
Cuando el primer apellido es común o corriente el sujeto opta por identificarse con ambos apellidos, los que con el tiempo pasan a ser una sola estructura. La composición evita que la descendencia adquiera ese nombre de familia ordinario.
Pérdida o extinción de apellido
Dado que los apellidos se van trasmitiendo de generación en generación pueden darse algunos supuestos:
1) pérdida del apellido por decurso del tiempo;
2) irrelevancia por desuso;
3) extinción de la estirpe (al no haber descendientes masculinos que lo trasmitan, sólo féminas, se extinguirá con ellas).
La composición es una forma de limitar la extinción de innumerables apellidos.
Inscripción de hijos en países con normas de atribución de nombre diferentes
Imagínese que un hijo nazca en Arabia al que se le inscribirá con los dos apellidos paternos, agregándoles el de la madre; el otro nace en Perú, correspondiéndole el primero del padre y el de la madre. Mientras que uno goza de una composición legal, el otro no. No existirá coincidencia en el nombre de los hermanos.
Esta discrepancia en cuanto al signo de identidad no ha sido voluntaria, por el contrario, es producto de las propias disposiciones legales aplicables a cada caso, lo que ha generado un conflicto que ameritaría que el segundo hijo lleve el apellido compuesto del padre a fin de evitar exclusión referencial del hijo menor.
Por características del segundo apellido
Cuando el segundo apellido:
1) es más fuerte que el primero, primando incluso de manera individual (a la persona se le conoce más por su segundo apellido que por el primero);
2) es el usado por costumbre o ley (el haber vivido en países de patronímicos maternos); o,
3) contiene partículas que le dan mejor posición. Las situaciones planteadas quedan sin sentido cuando el primer apellido es más enérgico o fonético, no siendo justificación la composición, salvo que se pruebe lo común o vulgar del primero.
Por matrimonio
Es el caso de la mujer que usó el nombre del marido agregado al suyo. Esta acción no es del todo justificada pues es un derecho de la mujer el llevarlo, incluso luego de la disolución matrimonial, si se comprueba que su identidad se establece con el apellido del ex marido.
Evitar homonimias
Cuando se trata de apellidos comunes y resulta difícil o no es de interés variar de apellido, la composición resulta una salida de interés. La justificación sería perfecta, sólo debe comprobarse la existencia de nombres similares.
Recomposición
Con el tiempo muchos apellidos compuestos perdieron dicha calidad, pasando a descomponerse en uno solo. Se acortaron, simplificaron, por diversas razones:
1) sea por lo complejo en su utilización;
2) porque en los sistemas legales en los que coexistían resultaba engorroso llevarlos;
3) porque en el trato cotidiano resulta más sencillo utilizar un solo apellido; o,
4) por cambio extralingüístico.
Para rescatar el nombre extraviado debe acreditarse su uso ancestral o que su origen proviene de tiempo inmemorial, evidenciándose la exigencia en la nueva composición del apellido. Aquella parte que perdió terminaría agregándose vía una recomposición.
Ocultamiento de identidad
Por razones de seguridad, en lugar de cambiar todo el nombre, una solución más pacífica es la composición de uno de los apellidos. La alteración total del nombre vía composición, con vestigios curiosos, sucedió en otrora con la inquisición.
En aquella época se formaban los apellidos compuestos con palabras iniciadas en San, Santa o Santo cuando los judíos, gitanos y otras etnias se vieron en la necesidad de variar sus apellidos usando compuestos con notas celestiales (San Martín, Santangel, Santo Domingo, Santa María, Santana).
Tipos de composición
Los apellidos pueden componerse de un sinnúmero de formas, sea por el modo cómo quede estructurado el nombre, de quién lo solicite y del apellido se solicite componer.
Por la estructura del apellido
Real
Lo característico de la composición es que entre los apellidos figure un guión (-). Los apellidos quedan separados y a la vez unidos. Este no traería mayores inconvenientes al identificarse las estirpes de cada uno de los apellidos. Ejemplo. Miró-Quesada, se trata de un apellido doble.
Simple
Se obvia el guión. Los apellidos se mantienen totalmente separados sin unión, pierden todo vestigio de origen. La persona aparentará tener tres apellidos (dos paternos y uno materno). Ejemplo: Miró Quesada, es un apellido mixto.
Sumatoria
No hay separación sino una completa unión. Dos linajes se fusionan. Miroquesada, es un apellido simple pero en el que puede identificarse su conformación.
Con partícula
Implica agregar una partícula en vez de guión (Miró y Quesada). Hay casos en que el segundo apellido termina en una partícula. En ambos se trata de un apellido estructurado, como se verá más adelante. La falta de uniformidad en los criterios para componer el apellido deriva en la diversidad de estructuras de nombres de familia con un mismo linaje. Conforme lo apreciamos en los ejemplos, el apellido Miro Quesada tiene una variedad de presentaciones y en muchos casos es de una misma estirpe, vale decir sean parte de la misma familia.
Por la forma de realizarlo
Personal
Cuando la propia persona solicita la composición de sus apellidos, el paterno y materno, en uno solo. Es una acción directa. El solicitante es titular de dos apellidos y pide unirlos, quedándose sin apellido materno. Lo que se busca es consolidar su nombre y trasmitir un nuevo apellido a su descendencia o cónyuge.
En nuestro medio puede suceder que una persona con hijos componga sus apellidos lo que no afecta a su descendencia. En todo caso, ésta podrá optar por modificar su apellido a fin de tomar el recién compuesto del padre. Se trataría de una acción de modificación declarativa.
Por ascendencia
Se da cuando es la descendencia la que solicita la composición de uno de sus apellidos. Es una acción indirecta. Busca agregar a uno de sus apellidos uno nuevo que corresponda a su ascendiente directo. Si bien es parte de su estirpe, el solicitante no es titular del apellido a incorporarse, debiendo justificar adecuadamente dicha adición. Ambas son acciones de declaración específica de voluntad, son los interesados o representantes quienes solicitan la modificación y asumen sus efectos.
Por su género
Primario
Es el más usual. Se compone el apellido paterno con el que se identifica y usará socialmente la persona. Es trascendental pues afecta el apellido en la línea paternal.
Secundario
Es menos usual, pues el apellido materno no identifica directamente a la persona. La adición será intrascendente, al componerse el apellido en la línea materna salvo que la persona logre identificarse de forma nomínica integral, con su nombre completo.