El secuestro y asesinato de Alfredo Zavala Avelar no fue una decisión al azar que tomó el cártel de Guadalajara. De acuerdo con la declaración de uno de sus familiares del piloto mexicano, él y Enrique “Kiki” Camarena, agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) mantenían una relación más allá de la amistad.
En dos declaraciones ante el Ministerio Público (8 y 10 de febrero de 1985), uno de los hijos del piloto relata que la amistad entre ambos incluía la entrega de dinero por información relacionada con el Cártel de Guadalajara.
En la declaración que presentó ante el Ministerio Público el 10 de febrero de 1985, uno de los hijos de Alfredo Zavala Avelar relata que su padre trabaja en la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), lo que le permitía realizar distintos sobrevuelos en los estados de Jalisco, Colima, Nayarit, Zacatecas.
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Durante los recorridos se percató la presencia de campos de siembra de marihuana y amapola, así como pistas clandestinas del cártel, información que entregaba a Enrique Camarena Salazar a cambio de dinero.
“Hace unos tres o cuatro años aproximadamente, que con motivo de sus actividades le permitía sobrevolar, diversas zonas del Estado de Jalisco, Colima, Nayarit, Zacatecas, preferentemente, dándose cuenta que existían sembradíos tanto de marihuana como de amapola y a la vez había detectado la existencia de pistas clandestinas en estos lugares, información que proporcionaba al señor Enrique Camarena Salazar, funcionario del Consulado de los Estados Unidos de Norteamérica en esta ciudad, teniendo así una actividad eventual que le redituaba algunas cantidades de dinero por la información que proporcionaba cuando ésta resultaba positiva, para los fines de la Campaña contra el Narcotráfico”.
De acuerdo con la información incluida en expedientes, al cruzar información con informantes que el cártel tenía en la Policía Judicial, así como en el propio Consulado, identificaron al piloto mexicano, por lo que determinaron también secuestrarlo, justo después de dejar al entonces secretario de la dependencia en las inmediaciones del Aeropuerto de esa ciudad.
“Aproximadamente las 15:00 quince horas salió de esta ciudad al Estado de Durango en la avioneta propiedad de dicha Secretaría y misma que ostenta la matrícula número (…), y cuyo número es la (…) tipo ‘Cessna’; para recoger al titular de dicha Secretaría y sin saber el lugar exacto a dónde se dirigió para recoger al ingeniero; y mi padre cuando partió nos avisó que regresaría a la casa el día de ayer como a las 16:00 horas; pero al ver que no lo hizo como acostumbraba es por eso que mi madre primeramente se comunicó por vía telefónica con el mecánico del ´aeropuerto´ de esta ciudad para preguntarle si había regresado mi padre y le comunicó que desde ayer a las 17:00 diecisiete horas había regresado”.
De acuerdo con las declaraciones ministeriales incluidas en los expedientes judiciales, al arribar al aeropuerto de Guadalajara, Alfredo Zavala Avelar fue secuestrado por un grupo de sicarios del Cártel de Guadalajara por órdenes directas de Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes” cuando se trasladaba en un vehículo particular
“Fueron interceptados por un vehículo marca (…), sin placas de circulación, tipo sedán cuatro puertas sin mencionar más características al respecto y del mismo que descendieron dos individuos cubiertos con pasamontañas” y armados con metralletas cada uno y mismos que preguntaron quién era el o sea refiriéndose a la persona que operaba la avioneta y sin forcejear dichos individuos sacaron a mi padre del vehículo y a las otras personas según dijo la secretaria no las molestaron para nada pero al momento de la huida les quitaron las llaves del vehículo en el cual inicialmente viajaba mi padre y cuando hicieron esto se dieron a la fuga según dijo la secretaria rumbo a esta ciudad y que ellos se quedaron en dicho lugar a la deriva, siendo todo esto lo que le manifestó a mi madre dicha secretaria”.
Tras ser secuestrado fue llevado a la casa de Lupe Vega 881 de la colonia Jardines del Bosque, en Guadalajara, donde fue ingresado y torturado junto a Enrique Camarena, quien fue privado de la libertad horas antes en las inmediaciones del Consulado de Estados Unidos en esa ciudad.
Durante los interrogatorios el cártel obtuvo información relacionada con los sobrevuelos, así como la ubicación de los campos que utilizaba el cártel para la producción de amapola y de marihuana. Uno de ellos fue el localizado en el Rancho El Búfalo, el cual, de acuerdo con las investigaciones estaba directamente relacionado con Rafael Caro Quintero, uno de los dirigentes del grupo criminal planeó el secuestro y homicidio de Enrique Camarena Salazar.
Los cuerpos de “Kiki” Camarena, así como del piloto mexicano fueron encontrados un mes después en la comunidad de La Angostura, en el municipio de Vista Hermosa, Michoacán por personas que caminaban por un camino de terracería.