La acusación fallida que la Fiscalía General de la República (FGR) trató de sustentar contra Facundo Rosas Rosas, ex comisionado General de la extinta Policía Federal por el operativo “Rápido y Furioso”, no solo deja al descubierto que las armas destinadas al Cártel de Sinaloa trataron de ser introducidas a territorio nacional desde el 20 de noviembre de 2009, también relata que en junio de 2010 se introdujeron dos vagones de un ferrocarril con armamento usado del que nunca se ha hablado.
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El expediente consultado por La Silla Rota también describe que la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, de los Estados Unidos de América (ATF, por sus siglas en inglés) nunca informó a México del operativo, por la desconfianza que tenía a las áreas de seguridad del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa.
La acusación que integró el Ministerio Público contra Facundo Rosas menciona que el armamento, como las AK-47 y Barret, continúan en poder de los criminales y siguen afectando a la población mexicana, ya que hasta finales de 2021 se reportan 43 operativos en escenas de crímenes donde fueron identificadas armas de “Rápido y Furioso”. Uno de los decomisos más recientes se llevó a cabo el 29 de noviembre de 2021, en Parral, Chihuahua, durante la escena de un crimen.
Casi 13 años después del operativo, no hay culpables. Solo unas personas fueron sentenciadas por el asesinato de Brian Terry, agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos el 14 de diciembre de 2010, crimen en el que se aseguraron dos armas de “Rápido y Furioso”. El homicidio llevó a la luz la fallida estrategia”, un operativo que tuvo su primer brillo en Naco, Sonora.
UNA MAÑANA EN NACO, SONORA
En octubre de 2009, dos semanas después de que la ATF autorizará el operativo, personal de aduanas de México confiscó 42 armas de fuego. De acuerdo con el parte informativo L.I 04/09, cerca de las 9:30 de la mañana del 20 de noviembre de 2009, ingresó a territorio nacional un vehículo Chevrolet tipo Tahoe, modelo 2003.
El reporte que levantó la agente aduanal de México, Karina Deniss, describe que la camioneta con placas del estado de Arizona era conducida por una mujer identificada como Verónica. En el vehículo, también viajaba un menor de edad.
Karina Deniss pidió a la mujer que entregara su documentación y le preguntó el motivo de su visita al país. Con voz entrecortada, Verónica le respondió que era originaria de Florida y que acudía a México para visitar a unas personas.
Al notar nerviosismo en la conductora, la agente aduanal continuó con el manual de procedimiento, el cual incluye realizar revisiones en casos de sospecha. Karina Deniss le pidió que se trasladará al área de revisión.
Al inspeccionar el vehículo, le solicitó que abriera la cajuela para revisar lo que llevaba. Al hacer el chequeo, la agente aduanal identificó dos bolsas de color negro y otra azul.
“Al abrir la puerta de la cajuela o portaequipaje se encontraron dos maletas grandes, una de color azul y otra de color negro, y al abrirlas se detectaron armas largas de uso exclusivo del instituto armado mexicano, y que en el asiento trasero se localizó un estuche con un arma larga y cartuchos; asentando en dicho documento un listado con la descripción de cuarenta y un fusiles AK-47, un fusil calibre .50”.
En la revisión también se localizaron 41 cargadores para arma de fuego calibre 7.62x39, dos cargadores para arma de fuego calibre .50”, 55 cartuchos ojiva punta hueca y 113 con ojiva normal calibre .50”, tres cuchillos de metal “bayonetas” para fusil AK-47, una mira telescópica, un bipie metálico para arma de fuego, así como de dos bolsas de piel color café, una bolsa de tela color verde, dos maletas de tela color azul, una maleta color negro, y un estuche para fusil calibre .50” de color negro.
Las armas fueron producidas principalmente en Georgia, Estados Unidos, y Rumania, según consta en los números de serie, como: 1985PU5125, 198S-BI3030, B205859, AB205157, AB205154 y 002903.
La mujer y el menor fueron detenidos y presentados ante el Ministerio Público, según consta en el acta circunstanciada PGR/SIEDO/UEIETA/084/2009 que se inició y la cual después dio origen a la carpeta de investigación A. P./PGR/SON/AGP-I/492/2009.
La delegación de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), hoy FGR, dio aviso a las áreas centrales y estas, a las autoridades de Estados Unidos. Norteamérica guardó silencio y continúo con el operativo.
En las siguientes semanas, las áreas de inteligencia de México comenzaron a alertar sobre la introducción de armas a territorio nacional. La información la compartieron con el personal de la ATF en territorio nacional, sin que se hicieran mayores comentarios.
Parte de las pruebas que presentó la FGR incluye las declaraciones de funcionarios de la ATF, quienes confesaron a congresistas de ese país que no informaron del operativo por temor a que se filtrara la información.
“Funcionarios de la ATF en Washington D.C. y de la División de Campo de esa oficina en Phoenix, Arizona, ocultaron la operación Rápido y Furioso al gobierno mexicano, por desconfianza y temor de que si se enteraba podría venirse abajo dicha operación y no se cumplirían los objetivos de la misma; e incluso, no informaron de esa operación a los propios agentes de la ATF asignados en México, por desconfianza de que la divulgaran entre funcionarios del gobierno mexicano y que ello la pusiera en peligro”.
De acuerdo con el expediente que integró el Ministerio Público contra Facundo Rosas por los delitos de asociación delictuosa y tráfico de armas, por omisión, 26 de las más de dos mil armas que ingresaron a México, se aseguraron en Naco, Sonora la mañana del 20 de noviembre de 2009.
La investigación del Ministerio Público contiene información relacionada con el aseguramiento de armamento en 43 hechos de violencia registrados entre el 8 de mayo de 2013 (Guadalajara, Jalisco) y el 29 de noviembre de 2021 (Parral, Chihuahua).
Los principales estados donde se han incautado las armas son en los municipios de Parral, Cuauhtémoc, Gómez Farías, Guachochi, Ciudad Juárez y Mariguachi, todos en Chihuahua, así como en Nogales, Navojoa, Hermosillo, Caborca, Cananea, Esperanza, Sonoyta y Ciudad Obregón pertenecientes a Sonora,
Otras entidades donde se han llevado los decomisos son: Sinaloa, Veracruz, Sinaloa, Baja California, Nayarit, Durango y Guerrero.
La investigación que integró el Ministerio Público no detalla cuántas armas se han confiscado en México, por lo que a la fecha es una incógnita. Lo que, sí describe, es que meses después de que se trataron de ingresar armas de forma ilegal a México el 20 de noviembre de 2009, el cártel de Sinaloa introdujo dos vagones con armas usadas de las que se desconoce su paradero.
NACO, NOGALES Y LOS DOS VAGONES
Para sustentar sus acusaciones contra Facundo Rosas, la FGR incluyó las declaraciones de dos testigos colaboradores, quienes relataron que el cártel introdujo distintas armas, principalmente a través de Sonora, con la ayuda de un elemento de seguridad Pública de Nogales, Sonora, y de agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
"Los testigos sólo hacen señalamientos en contra de varios sujetos que identificaron como pertenecientes al Cártel de Sinaloa liderado por Joaquín Guzmán Loera, así como en contra de un policía municipal de Nogales, Sonora y agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos de América, como participantes en la comisión de esas conductas ilícitas”.
Uno de integrantes del cartel describe que una ocasión acudió a Nogales para recoger uno de los cargamentos y llevarlo al poblado de Imuris. En su declaración comentó que las armas por lo regular eran guardadas en casas de seguridad.
“Una ocasión viajó de Nogales a Agua Prieta, Sonora, para cuidar un cargamento de armas que les había sido entregado en la última ciudad mencionada, las cuales llevaron a Imuris; que cuando llegaban armas a Nogales las metían en casas de seguridad”.
El mismo testigo confesó que todas las armas “provenían de los Estados Unidos, y se introducían por Agua Prieta y Naco por contactos que tenía la organización en ese país extranjero, y que tiene conocimiento de que eran los mismos agentes de la patrulla fronteriza de dicho país quienes pasaban las armas a territorio mexicano”.
Al declarar ante el Ministerio Público, el mismo testigo comentó que el 25 de 2010 se trasladó a Agua Prieta, Sonora, para recoger un cargamento de armas, lugar donde el traficante le confesó que esperaban un cargamento con dos vagones llenos de armas.
“Acudió a un domicilio ubicado en Agua Prieta, Sonora, para recoger un cargamento de armas, las cuales le fueron entregadas el día siguiente en un domicilio ubicado en esa ciudad, por parte de un sujeto de apodos (…) o (…) y que éste le dijo esperaba un diverso cargamento de armas proveniente de los Estados Unidos de América, y que en ese país tenían dos vagones de ferrocarril con material bélico usado”.
Sin embargo, la declaración no precisa cuando y donde ingresaron las armas, por lo que deja en el aire el descifrar si los dos vagones del Tren fueron introducidos por el cartel, así como los estados a donde fueron a parar esas armas.
La declaración de los dos testigos protegidos que formaron parte de la organización entre los años 2009 y 2010, así como el aseguramiento de las armas de fuego en la aduana de Naco, Sonora, son parte del cúmulo de pruebas que un Tribunal Unitario en Sonora desecho a favor de Facundo Rosas, lo que lo llevó a ser exonerado por ese delito.
A la fecha, el operativo "Rápido y Furioso" sigue impune. Ninguna persona, así como funcionarios de Estados Unidos o México han sido sentenciados por la introducción de las más de dos mil armas de fuego. La impunidad sigue vigente y el narco sigue utilizando las armas en contra de la población
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