La Secretaría de Marina (Semar) informó que la Fiscalía General de la República (FGR) se encarga de las investigaciones del desplome de un helicóptero el pasado viernes en Los Mochis, Sinaloa, que dejó 14 elementos muertos.
A través de un comunicado, la dependencia aseguró que se mantendrán pendientes de la resolución que emitan las autoridades correspondientes, quienes una vez concluida la investigación darán a conocer los resultados de la misma.
“Esta Secretaría pide atentamente a la opinión pública esperar a que se obtengan los resultados de la investigación que efectúa la FGR, para evitar especulaciones sobre lo ocurrido con citada aeronave de la Armada de México”, informó Semar.
La caía del helicóptero se registró el viernes pasado cuando fue capturado Rafael Caro Quintero, también conocido como “Narco de narcos” en la Choix, Sinaloa.
La Semar realizó un homenaje el domingo en memoria de los 14 elementos que murieron tras el desplome de su aeronave y que participaron en el operativo para detener al narcotraficante Caro Quintero.
Black Hawk derribado
En la aeronave modelo Black Hawk venían 14 elementos de la Marina.
Se trata de una aeronave que se designa para el traslado y desembarco de personal, y técnica de combate, además de que puede ser empleado como helicóptero de asalto, de acuerdo con información del portal especializado EcuRed.
El gobierno mexicano ha adquirido este tipo de helicóptero de fabricación estadounidense desde el año 1991, pero desde 2014 incrementó la solicitud de estas aeronaves.
Es operado por dos pilotos, mientras que dos personas más operan el armamento; soporta el peso de hasta 14 personas sentadas, informó Sentinel México.
Posee dos turboejes General Electric T700-GE-701C que generan 1,890 caballos de fuerza cada uno que mueven una hélice cuatripala en su rotor principal y otra cuatripala en el de cola que le dan una velocidad máxima de 287 kilómetros por hora. Puede levantar cargas desde un gancho ventral de hasta 3,600 kilogramos.
Para 2018, la Armada de México había adquirido la versión UH-60M, las tres primeras donadas por Estados Unidos bajo la Iniciativa Mérida, y siete más adquiridas que suman 10 unidades totales. La Policía Federal recibió en 2011 seis unidades de la versión UH-60M, también bajo donación de la Iniciativa Mérida, que se unieron a las siete UH-60L más antiguos que ya poseían.