Exelementos de la Policía Federal que aceptaron ser transferidos a la Guardia Nacional aseguran que los mandos militares de la institución los están obligando a renunciar a través de acoso laboral y menosprecio a la trayectoria profesional que realizaron durante el tiempo que han pertenecido a la institución.
Los trabajadores de la Guardia Nacional que laboraron en diferentes áreas de la extinta Policía Federal y aceptaron continuar con el proyecto de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, comenzaron a recibir oficios en los que les pedían que se presentaran al Centro de Mando de la Policía Federal (Contel), ubicado en la alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México.
Las notificaciones fueron enviadas a los mismos elementos que hace tres años, al anunciarse la desaparición de la Policía Federal, decidieron cambiarse al área de Seguridad en Carreteras e Instalaciones para no perder su trabajo y continuar con las mismas prestaciones.
Tres años después, los mil 405 elementos comenzaron a ser transferidos a sus áreas de origen para iniciar su proceso de baja de la institución, el cual de acuerdo con el programa “Sustitución y liquidación del personal de la extinta Policía Federal desde dos vertientes política y jurídica (pruebas de confianza o tabulador para liquidación), conforme al formato ordenado”, debe estar culminado en 2023.
Entre este personal se encuentran elementos que laboraron en el Aeropuerto de la Ciudad de México a través del resguardo de las instalaciones. Los elementos fueron delegados de las funciones porque la seguridad le fue asignada a la Secretaría de Marina (Semar).
De acuerdo con los oficios de presentación en poder de La Silla Rota, la dependencia citó a personal de distintos estados del país para notificarles que causaban baja de la Dirección General de Seguridad en Carreteras e Instalaciones (Policía Federal de Caminos y Puentes; y que era regresados a sus áreas de origen (Inteligencia; Antidrogas; Servicios Especiales; y Desarrollo Profesional).
“Con fundamento en los artículos (…) de la Guardia Nacional, agradecerá a usted comunicar al personal bajo su mando, citados en texto, que, con fecha de 16 de abril de 2022, cambian de adscripción a la Unidad de Apoyo al Comandante de la Guardia Nacional denominada, Dirección General de Servicios Especiales”, menciona el oficio GN7UOEC/DGSCI/3714/2022.
“Con fundamento en los artículos (…) de la Guardia Nacional, agradecerá a usted comunicar al personal bajo su mando, citados en texto, que, con fecha de 16 de abril de 2022, cambian de adscripción a la Dirección General de Investigación dependiente de la Unidad de Rogarnos Especializados por Competencia de la Guardia Nacional”, refiere el oficio GN7UOEC/DGSCI/3713/2022.
Los elementos consultados por La Silla Rota explicaron que el proceso de depuración de la dependencia consiste en citarlos a Base Contel. Una vez ahí, los obligan a permanecer en la institución sin hacer nada.
“Nos citan a la Base Contel donde nos tienen sin hacer nada. La mayor parte del tiempo nos obligan a estar en las gradas de la cancha de futbol, en otras en el mismo campo sin importar el sol”, comenta un elemento que pidió el anonimato para evitar represalias.
El personal consultado comentó que la estrategia del gobierno federal consiste en hartar a los trabajadores y obligarlos a aceptar una liquidación o finiquito por debajo de la Ley del Trabajo.
“Varios compañeros ya comenzaron a renunciar, sin importar que sea por debajo de las prestaciones laborales que tienen. Varios compañeros prefieren irse de la institución y hacer una nueva vida con el poco dinero que están dando. La otra es aguantar, pero como casi todos tenemos familia, no hay de otra que aceptar”.
De acuerdo con el personal consultado, el ímpetu del gobierno federal por no dejar rastro de la insistencia de la Policía Federal también incluye el deterioro de las instalaciones, así como esculturas o monumentos que se edificaron al interior de Base Contel, los cuales están en el abandonó o tapados con bolsas de plástico.
En julio de 2019 La Silla Rota informó que, a partir del próximo 1 de agosto la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC) tenía proyectada la desaparición de la Policía Federal, institución con más de 20 años de historia que tuvo sus inicios el 4 de enero de 1999 a través de la creación de la extinta Policía Federal Preventiva (PFP).
La desarticulación de la institución se pactó a través de un esquema que incluyó a la Oficina del Comisionado, Secretaría General, las unidades de Asuntos Internos y Jurídicos, así como las cinco divisiones.
El fin de la Policía Federal se acordó en una reunión celebrada el pasado 25 de julio en Torre Pedregal, en la que estuvieron los directores de cada una de las áreas que aún integran a la institución.
En el encuentro se pactó crear un área de transición a cargo de Ellioth Romero Grijalva, director Jurídico de la Policía Federal, originario de Sonora y cercano a Alfonso Durazo, entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, actual gobernador de Sonora.