“En teoría, todo el país está lleno de tapados”, así lo escribió Rius en el número 2 de Los agachados y aunque la “revolución” del PRI se convirtió en la “transformación” de Morena, el país sigue en las mismas.
Solo que ahora, en lugar de “tapados” hay “corcholatas”. El segundo término lo acuñó el líder político de un conjunto de expriistas y experredistas –muchos de ellos expriistas–, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Imagen tomada de la tesis "La crítica política de RIUS en Los agachados", de la UAEM
“Yo soy el destapador”, dijo López Obrador el 12 de julio de 2021. La frase pudo decirla también Plutarco Elías Calles, quien fue el precursor de la idea –según Eduardo Reyes Galicia lo escribió en México: crisis y oportunidad–, pero no, la dijo el más priista de los morenistas.
Para Reyes Galicia, la práctica del “tapado” fue una de las funciones metaconstitucionales –es decir, ilegales– que dejó el presidencialismo instaurado por el PRI. El mismo 12 de julio, desde Tabasco, su tierra natal, López Obrador dijo “ya no hay tapados” en la misma oración donde también dijo “mi corcholata favorita va a ser la del pueblo”.
{"quote":"“Ya no hay tapados. Yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo. Esa es la regla. La gente va a decidir en forma libre, democrática, quién debe representarnos”"}
Rius dibujó a un hombre emocionado por ver cómo un dedo lo señala por encima en la misma historieta donde escribió: “pero por muy libres que seamos, ya se nos ha quitado un poco lo tontos… así que nadie se lanza para presidente si antes no lo destapan”.
TODOS SE ENGAÑAN
Pese al optimismo de Rius, al escribir que se nos ha quitado lo tontos, Jorge Carpizo escribió para Nexos que “el sistema del tapado se basaba en el engaño de todos hacia todos. La mentira como base de la relación política”.
López Obrador no se ha decantado por ninguna de sus “corcholatas”, lo mismo admitió que dentro de éstas estaban la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que el canciller Marcelo Ebrard. Luego, sumó a Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Ciudadana, y al secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
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Todavía, pese a todo pronóstico y sin tamales de chipilín de por medio, López Obrador mencionó una corcholata más: Ricardo Monreal, y pidió a las demás que no lo excluyan del proceso de selección de candidato de Morena, rumbo a la elección presidencial de 2024.
“¡Soñar no cuesta nada!”, también escribió Rius.
Fotografía tomada en una exposición sobre RIUS en el Museo del Estanquillo (Alejandra Canchola)
Antes de eso, López Obrador mencionó también a su excoordinadora de campaña y hoy secretaria de Economía, Tatiana Clouthier. Pidió a las demás corcholatas que igual la invitaran al juego del destapador.
“Las pugnas se habían iniciado antes de conocer al candidato a la presidencia”, escribió Reyes Galicia sobre el proceso electoral de 1988, cuando “los políticos se vieron desplazados por los tecnócratas” y –según lo dijo José Fernández Santillán para La Silla Rota en junio de 2022– dio inicio la debacle del PRI.
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{"quote":"“El supremo centro quiere saber cuál es el sentir del pueblo sobre el proceso democrático que se nos avecina. (…) A ver qué dice la gente, quién les late para tapado, todo eso…”"}