El programa IMSS Bienestar se convirtió en el as bajo la manga del presidente Andrés Manuel López Obrador para tratar de salvar su plan de tener un sistema de salud universal; sin embargo, especialistas señalaron que el tiempo en el que se quiere hacer la transición no es realista, sino más bien un plazo con fines electorales rumbo a la contienda presidencial de 2024.
Los especialistas señalaron que si bien no es una mala idea en teoría dar estas atribuciones al IMSS Bienestar, en la práctica se está haciendo sin un plan claro y criticaron que el gobierno quiere hacer ver a este programa como si fuera “un gigante que estaba dormido” que va a solucionar los problemas de atención de la población sin seguridad social, cuando no es así, pues sólo operaba en 19 estados del país y con un catálogo limitado de servicios.
Este año, el presidente López Obrador decidió dar un golpe de timón en su estrategia para la transformación del sistema de salud, al hacer a un lado al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y dar al IMSS Bienestar la asignación de hacerse cargo de la atención a la población sin seguridad social.
De acuerdo con el plan, la meta es que 15 estados de la República cedan todo su sistema de salud al IMSS Bienestar para que se implemente el programa en lo que resta de 2022, mientras que el resto de las entidades del país se incorporarán en 2023.
Zoé Robledo, director general del Seguro Social informó en el Pulso de la Salud sobre el avance en Nayarit, que fue el primer estado que cedió su sistema de salud, en donde 835 trabajadores ya empezaron el proceso para obtener una base en el IMSS Bienestar y se reanudaron procedimientos quirúrgicos en el Hospital Comunitario de Tecuala.
En Tlaxcala, que fue el segundo estado en adherirse, están en proceso de contratación 638 trabajadores de salud y se avanza en brindara atención en el Hospital General de Tlaxcala.
Zoé Robledo indicó que en Colima se realizaron mesas de trabajo con el Instituto de Salud para el Bienestar y la Secretaría de Salud, y que el 18 de mayo se instala la mesa de transición, mientras que en San Luis Potosí, que es el estado 15 en adherirse, se concluyó el levantamiento de diagnóstico.
AMLO BUSCA CAPITAL POLÍTICO A TRAVÉS DEL NUEVO MODELO DE SALUD: ESPECIALISTAS
“A mí lo que me me parece curioso y me parece incomprensible, es que después del debilitamiento de Morena como fuerza política, después de la revocación de mandato, que también lo debilita este en este sentido, ahora (el presidente) busca a través de salud fortalecer su capital político”, señaló Marcela Vázquez, investigadora del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM.
“Lo quieren impulsar en el segundo trimestre del 2022 pensando que esté listo en septiembre del 2023, o sea, en un año y meses, cuando empieza la carrera presidencial para el 2024”, criticó.
La especialista de la UNAM explicó que además el proceso para que los estados cedan su sistema de salud no es tan simple como firmar un acuerdo, ya que en realidad se debería someter la decisión ante el Congreso local e implica muchas reformas estatales para dotar de un soporte legal.
Asimismo, indicó que los estados entregarán sus sistemas de salud al Instituto Mexicano del Seguro Social, no al IMSS Bienestar, porque éste es sólo un programa no una institución.
“Es un tema que lleva un rato y además en el momento que llega el IMSS, se tiene que obligar a operarlo eso que requiere dinero y ahora dicen que quién va a financiar es el Insabi, pero no es un financiador, no tiene esas atribuciones legales, entonces eso también implicaría reformas”, detalló Vázquez.
El presidente López Obrador se comprometió a que México tendrá un sistema de salud como el de Dinamarca al final de su sexenio, pero se está quedando sin tiempo suficiente para cumplir con esa meta.
“Pues si ya se fueron tres años, ¿por qué no otros tres?”, cuestionó Malaquías López Cervantes, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien recordó que Dinamarca no construyó su sistema de salud en seis meses, sino que llevan años de organización y de preparación, ya que la medicina es un área de trabajo que requiere mucha seriedad y esfuerzo.
“CON INSABI CAYÓ LA ATENCIÓN, IMSS BIENESTAR PODRÍA LEVANTARLA, PERO…”
Respecto a la decisión de que ahora la atención de la población sin seguridad social se ponga en manos del IMSS Bienestar divide la opinión de los especialistas, ya que algunos lo ven como la oportunidad de avanzar a la universalización, pero otros consideran que la centralización llevará a otros problemas.
“Sinceramente, sí me parece una buena idea, no me parece una mala idea, porque me parece que podría ser el punto de partida para empezar a romper esa fragmentación de la población sin seguridad social, pero si es una mala idea porque ni saben a lo que se están enfrentando, porque realmente si supieran a lo que se están se están enfrentando no lo harían ahorita, que ya se están yendo”, señaló Marcela Vázquez.
Mientras que Malaquías López consideró que “es un retroceso, no es correcto manejar un sistema centralizado que va a estar necesariamente despegado de las necesidades locales y que va a ser peor que antes, pero ojalá que yo me equivoque”.
López Cervantes señaló que el Insabi hizo que cayera la productividad de los servicios de salud, por lo que es probable que el IMSS Bienestar brinde mejor atención, aunque destacó que el gobierno está tomando las cosas muy a la ligera y para que las cosas funcionen deberían conocer a profundidad las necesidades de la gente que vive en cada comunidad.
El especialista mencionó que es probable que algunos estados con sistemas de salud más robustos no se sumen al IMSS Bienestar como lo plantea el presidente, como Guanajuato, por ejemplo, que funciona razonablemente bien y podría seguir operando de la misma manera.
EXPERTOS VEN RIESGOS EN LA NUEVA ESTRATEGIA DE SALUD DEL GOBIERNO
Los expertos coincidieron en que la atención a la población sin seguridad social no va a mejorar de la noche a la mañana y en que hay riesgos de que si no funciona el IMSS se pueda ver afectado.
Vázquez criticó que aunque son dos programas separados, se podría poner en peligro la atención y los servicios para la población que paga por la seguridad social y dijo que hay que considerar que “de todas maneras tampoco es que estén maravillosos los servicios. Esta entrevista, le va le va a caer incomodísima a un montón de gente, pero es la mera realidad”.
A largo plazo, la especialista de la UNAM que si no se hacen las cosas bien, hay riesgos para la institución: “A mí me preocupa porque va a acabar tronando la estructura del IMSS”, considerando la transición del IMSS Bienestar y otras acciones como la afiliación de 25 mil guatemaltecos que planteó el presidente López Obrador.
Mientras que López Cervantes señaló que “a la hora que le carguen la mano van a terminar de echar a perder al IMSS Bienestar”. Asimismo, el especialista de la UNAM recordó que ese programa sólo estaba presente en 19 estados y que no llegaba a toda la población.
“Entonces, es una cosa chiquita que de repente tratan de hacernos creer que era una especie de gigante dormido que ya estaba preparado para todo y que ahora sí nos va a demostrar que puede”, criticó.
Los expertos advirtieron que otro de los riesgos a los que se va a enfrentar el gobierno es con el personal de salud de los estados, ya que tendrían que liquidarlos para recontratarlos en el IMSS, aunque esto implicaría un gran gasto para las autoridades y es un monto que no se tenía considerado en el presupuesto para este año.