Las Islas Marías, que durante el siglo 20 fue un temible penal y aún hasta 2019 era una prisión, de la cual era casi imposible escapar, se convertirá a partir de este 9 de abril en el centro ecoturístico Muros del agua.
Será llamado así en homenaje a la novela del gran escritor José Revueltas, quien tuvo dos estancias ahí: cuatro meses en 1932 y nueve en 1934. La razón: sus ideas, ya que era abiertamente comunista, en una época en que era un estigma y motivo de cárcel.
Las instalaciones de la cárcel fueron cerradas a inicio de marzo de 2019, por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador (Fotografía: Cuartoscuro)
Revueltas atestiguó el horror del maltrato a los presos homosexuales, el comercio sexual, la corrupción que prevalecía en el penal -aun no era colonia- a donde iban a dar los criminales más peligrosos o los presos políticos, como el propio escritor.
Su experiencia la reflejó en la novela Los muros de agua.
En enero de 2010 había 2 mil 589 internos (Fotografía: Cuartoscuro)
Ahora será un lugar abierto a todo público. En marzo de 2019 el presidente, Andrés Manuel López Obrador decretó que se convertiría en el Centro Ecoturístico Los Muros del Agua, el cual será resguardado por la Secretaría de Marina, la parte turística estará a cargo de la de Turismo, y la preservación del ecosistema y sus especies por parte de la de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
(Fotografía: Cuartoscuro)
El presidente López Obrador pernoctará este 8 de abril en las Islas Marías, ya transformadas.
“Ya esa prisión histórica y horrorosa está convertida en un centro de recreación para el turismo ecológico; se está preparando con ese fin. Y es un paraíso, lo que era un infierno se está convirtiendo en un paraíso”, dijo en su mañanera del 8 de abril.
Estamos zarpando de San Blas rumbo a las Islas Marías, que ya no es prisión. Ahora, la costa de Sinaloa, Nayarit y Jalisco forman parte de una región para el desarrollo turístico, cultural y ambiental. pic.twitter.com/uCYSKmraVR— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 8, 2022
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ESCENARIO DE NOVELAS Y PELÍCULAS
La novela de Revueltas no fue la única inspirada por el penal. Martín Luis Guzmán, el también gran autor de La sombra del caudillo, escribió Islas Marías. “Es la hora en que el solo nombre de las Islas eriza el cabello”, se lee al inicio.
Las Islas Marías también fue escenario de una película, protagonizada por el máximo ídolo cinematográfico de México, Pedro Infante. Filmada en 1951 y dirigida por Emilio el Indio Fernández, la cinta relata la historia de Felipe -interpretado por Infante- quien llega ahí por un crimen que no cometió. En la colonia conoce a una mujer que nació ahí, María, y ambos se enamoran.
(Fotografía: Twitter @MagoChong_Tall)
Felipe logra salir debido a su buen comportamiento, y el gobernador de las Islas Marías, interpretado por Tito Junco, le dice lo afortunado que es, pues “de 50 que entran, sale uno”.
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Curiosamente, la coprotagonista de Pedro Infante fue Rosaura Revueltas, hermana de José Revueltas.
Otra película fue Cadena Perpetua, protagonizada por Pedro Armendáriz junior, la cual es sobre un exconvicto, que estuvo en la colonia, y cuyo pasado lo persigue y tiene un desenlace fatal.
CASI IMPOSIBLE ESCAPAR
Las Islas Marías fueron llamadas la Alcatraz mexicana, porque parecía imposible escaparse de ahí, pero Carlos Miralrio Mujica lo intentó y lo consiguió, en 1989. Aprovechó que sabía tocar la guitarra, y que eso llegó a oídos del director del penal, quien le pidió amenizar una fiesta, en la que los guardias y el funcionario quedaron en calidad de bultos por la cantidad de alcohol que hubo, de acuerdo con una nota publicada el 19 de febrero de 2019 en El Gráfico.
“Nos dice que fue una fiesta a morir, hubo mucho chupe, todos acabaron pedos y al ver que habían quedado como bultos, planeó fugarse”, contó un agente capitalino, sobre la versión que les dio el propio Miralrio sobre cómo planeó su fuga.
(Fotografía: Cuartoscuro)
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El preso rompió unas hieleras, se las pegó a la espalda para flotar y cuando veía a tiburones acercarse, dejaba de moverse para que creyeran que era una tabla. Así llegó a la costa de Jalisco, donde visitó a su hermana, que con tal de deshacerse de él le regaló un reloj para que lo vendiera y se fuera.
El prófugo llegó a la Ciudad de México donde volvió a robar y fue detenido por hurtar piezas sacras de una iglesia en el centro, relató el diario.
TRES VECES PASABAN LISTA
Nelson Álvarez Licona es un investigador que publicó en 1999 el libro Las Islas Marías y la subcultura carcelaria, bajo el sello editorial Letralia. El libro fue publicado cuando aún funcionaba el penal.
Cuenta que él estuvo en la colonia carcelaria, con fines de investigación, en 1986, 1995 y 1996. Relata que se componía de 10 campamentos, ubicados en la periferia, con excepción de uno. Todos estaban en la Isla Madre. Una carretera de 50 kilómetros de terracería, construida por los presos entre 1963 y 1969, los conectaba.
“Todos los días se pasa lista tres veces a los internos en sus campamentos: una a las 5 am. Otra a las 2pm y la última a las 8pm. A las 9 de la noche el corneta toca ‘la queda’, el toque de queda y ya nadie puede salir de sus habitaciones. Vivir en un lugar donde hay que levantarse a las 5 de la mañana no es cosa fácil, y aunque a algunos les cueste acostumbrarse, con el tiempo ese reloj biológico se irá adaptando a la fuerza de los castigos. La lista, así como para llamar a reunión o para tocar la queda, la hace un corneta, que ahí va aprendiendo y ese será su trabajo, el trabajo de avisar”, se lee en el libro.
El investigador afirma que las cárceles son lugares oscuros, aunque estén abiertas a los rayos del sol.
“Son oscuras porque se vive en un mundo oculto para la sociedad civil, lo que permite que den tratos vejatorios y denigrantes, amparados en el aislamiento que facilita la formación de cotos de control en los que son frecuentes los negocios ilícitos. Las cárceles no solo son ocultas para la sociedad civil, sino también son ocultas al interior de ellas mismas, pues las autoridades desconocen en mucho cómo es la vida cotidiana al interior, debido a la falta de interés que se tiene por conocer y participar en la vida de los presos, ya que su trabajo es más de ‘vigilar y castigar’ que, de reeducación, siendo la readaptación social el interés último”.
EL COSTO
Álvarez Licona refiere en su libro que en el siglo XVI fueron descubiertas las islas por el sobrino de Hernán Cortés, Francisco Cortés de San Buenaventura, quien sin embargó solo consignó haberlas visto sin explorarlas.
En el siglo 19 tuvieron diversos dueños y en 1905 fueron compradas por el gobierno de Porfirio Díaz, por 150 mil pesos. El dictador decidió utilizarla para hacerla prisión.
En 1939 el presidente Lázaro Cárdenas decidió que se convirtiera en una colonia penitenciaria, lo que significaba que los presos podían vivir al aire libre y además llevar a sus familias.
Las Islas formaban parte del patrimonio de la Secretaría de Gobernación, dependencia que hasta 2016 reunían 313 bienes, con un valor de 28 mil 698 millones 426 mil 512 pesos, de acuerdo con una nota publicada en agosto de 2016 por Jorge Ramos en El Universal. Pero el costo de las Islas Marías alcanzaba los 9 mil 661 millones 90 mil 474 pesos, lo que no significaba que estuvieran en venta.
VALOR ECOLÓGICO
Pero además el archipiélago tiene un valor ecológico. Las Islas Marías es un conjunto de cuatro islas: Magdalena, Cleofás y Juanito. Desde el 2000 es un área natural protegida, con el carácter de reserva de la biosfera, y en 2005 fue reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
De acuerdo con una ficha informativa de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, hay varios ecosistemas en el archipiélago, como bosque tropical caducifolio, matorral subtropical, selva baja espinosa y manglar.
(Fotografía: Cuartoscuro)
Entre la fauna hay iguana negra, verde, boa, loro cabeza amarilla de Las Islas Marías y Cardenal rojo.
Es precisamente ese valor ecológico, y lo que costaba mantener el penal, 727 millones de pesos al año, por lo que se decidió el cambio de vocación del lugar.
(Fotografía: Cuartoscuro)
CAMBIA DE VOCACIÓN
El Proyecto Integral Islas Marías, del que forma parte el centro ecoturístico, se compone de tres elementos: la protección y conservación del archipiélago como Área Natural Protegida; el Centro de Educación Ambiental y Cultural “Muros de Agua-José Revueltas”; y la apertura de la Isla María Madre al turismo de conservación.
El 13 de marzo de 2021 la secretaria del Medio Ambiente, Luisa María Albores estuvo en las Islas Marías e informó que con el fin de tener un turismo de conservación y respetuoso del medio ambiente, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) trabajaba en la actualización del Programa de Manejo del Área Natural Protegida, el cual establece los tipos de actividades de turismo sustentable y la recuperación de diversas zonas de las Islas Marías que fueron impactadas como parte del centro penitenciario.
(Fotografía: Cuartoscuro)
En esta visita, se realizó un recorrido a pie por la zona rehabilitada de Puerto Balleto, donde se encuentra un templo, tianguis de artesanías, el Parque Juárez, el Mural Mandela, el muelle y el malecón, así como el Auditorio Muros de Agua. Asimismo, en el área donde se tiene contemplada la Estación Naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima (ENSAR) del Sector Naval de Islas Marías.
El subsecretario de Marina, Eduardo Redondo Arámburo, dijo que la dependencia tenía el objetivo de liderar el desarrollo de un recinto portuario a la altura del proyecto integral de Islas Marías. Para ello rehabilitaría y adecuaría el antiguo muelle de Puerto Balleto, para facilitar el arribo de embarcaciones y buques de mayor calado.
(Fotografía: Cuartoscuro)
Sobre el transporte para visitar las Islas Marías, afirmó que será desde Mazatlán por barcos que se desplacen a buena velocidad como los de transporte de pasajeros; así como desde San Blas, Nayarit y Puerto Vallarta, Jalisco.
Ese día el presidente López Obrador estuvo presente y junto con la comitiva realizaron un recorrido por el corredor turístico Muros de Agua, donde se ubica el corredor gastronómico y una terraza mirador con una vista panorámica de las Islas Marías. Inauguraron la Palapa-Mirador y visitaron un vivero y huerto agroecológico, la biofábrica y semillateca.
De acuerdo con información de La Jornada, desde el 4 de abril ya está listo un ferry turístico para salir de San Blas a las Islas Marías.
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