Con la aprobación a la reforma a la Ley Minera que validaron primero la Cámara de Diputados y después el Senado de la República, las concesiones ya no serán permitidas ya que el mineral ahora es considerado como patrimonio nacional y de valor estratégico.
Con dicha reforma, el aprovechamiento del litio será exclusivamente por una dependencia descentralizada, el ejemplo más cercano es Pemex con el petróleo, una medida que el congreso acordó que se trata de una herramienta para asegurar la soberanía energética.
La reforma establece que el Servicio Geológico Mexicano ayudará a localizar zonas en las que existan probables reservas de litio, el documento no establece qué sucederá.
En América, Bolivia, es otro país que ha nacionalizado el mineral, comenzó con su plan de nacionalización de litio hace 14 años y el objetivo de su ahora expresidente, Evo Morales, era tener para 2015 toda una industria de baterías y automóviles eléctricos en el país.
La nacionalización del litio en Bolivia ocurrió en 2008, dos años después de que Evo Morales se convirtiera en presidente. Aunque su industria debiera estar establecida siete años después, en pleno 2022 Bolivia no es un competidor en el mercado mundial de baterías de litio.
En papel el avance fue pronto, en la práctica no tanto. Cinco años después de la entrada en vigor de la ley, en enero de 2013, fue creada la Planta Piloto de Carbonato de Litio. Tomó otros largos cuatro años que se creara la Empresa Pública Nacional Estratégica de Yacimientos de Litio Bolivianos, la responsable de toda la cadena de productiva del litio.
En el camino se ha topado con obstáculos de todo tipo, desde falta de recursos, personal poco capacitado, desencuentros políticos e incapacidad tecnológica.
Diez años después de la nacionalización pareciera que Bolivia se dio cuenta de que la tarea era tan titánica que necesitaba de alianzas comerciales, así que Evo Morales anunció que sí permitiría la iniciativa privada en el proyecto del litio, siempre y cuando la administración y explotación corrieran mayoritariamente a cargo del gobierno.
Ahora, el nuevo estimado oficial es que Bolivia por fin tenga una producción industrial de baterías para 2024 o 2025, diez años más tarde de lo inicialmente planeado.
Bolivia pertenece al "triángulo del litio", la zona geográfica compuesta por Argentina, Chile y el mismo Bolivia, en que se estima esté el 85% del litio del planeta. El Servicio Geológico de Estados Unidos asegura que en Bolivia hay 21 millones de toneladas métricas de litio, lo que le colocaría como el país con más litio del mundo.
A Bolivia le siguen Argentina con estimación de 19 millones de toneladas, Chile con 9, Estados Unidos con 6.8 y Australia con 6.3. A México se le estiman 1.7 millones.
Ahora que la reforma ha sido aprobada en México solo queda que sea publicada en el Diario Oficial por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.