Nota para el lector: Este reportaje fue publicado originalmente el 26 de julio de 2021 y actualizado por la editora el 1 de febrero de 2022.
Al iniciar 2022, los crímenes que involucraron operaciones contra el crimen organizado en la Ciudad de México dejaron al descubierto que la alcaldía Azcapotzalco, una de las demarcaciones donde la Unión Tepito mantiene permanencia, es uno de los focos rojos del delito en la entidad.
En menos de una semana, Azcapotzalco sumó 6 muertos en dos episodios violentos que involucraron el delito de nercomenudeo. El primero de ellos ocurrió el viernes 28 de enero en la colonia El Rosario, donde fallecieron dos policías y dos presuntos delincuentes.
El operativo en El Rosario inició como parte de una estrategia para desarticular un punto de almacenamiento de drogas, derivado de una investigación por doble homicidio en la colonia Lindavista, de la alcaldía Gustavo A. Madero, el día 18 de ese mismo mes.
El segundo evento violento se dio solo 4 días después, el 1 de febrero, cuando supuestos sicarios abrieron fuego contra un automóvil en circulación por la calles de la colonia Libertad, en Azcapotzalco, y dejaron dos muertos, una mujer y un hombre, este último con antecedentes penales, pus en 6 ocasiones había sido detenido por las autoridades locales.
La captura o muerte de los principales cabecillas del Cártel La Unión Tepito abrió la puerta a alianzas con otras organizaciones criminales locales, así como una disputa interna de “emergentes”, aunque el liderazgo, al parecer y según autoridades, lo ha tomado Eduardo “N” “El Chori”.
Un documento de análisis de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México sostiene que hay una presunta “desestabilidad” en La Unión Tepito, a consecuencia del descabezamiento de fundadores y herederos como Ricardo López Castillo, Roberto Mollado Esparza “El Betito”, David García “El Pistache”, Pedro Ramírez “El Jamón”, Óscar Andrés Flores Ramírez “El Lunares”, entre otros.
En poco más de una década han detenido a una veintena de narcos que lideraban la organización. Pero como la hidra: apenas caía uno cuando el relevo tomaba la estafeta, todo ello con periodos convulsos de violencia que dejaban boquiabiertos a los capitalinos, al ver estelas de trozos de cuerpos regados en avenidas importantes como Insurgentes.
De acuerdo con la valoración de las autoridades, La Unión Tepito se fragmenta en varias células “sin que hasta el momento se tenga conocimiento de un líder que controle todas las actividades delictivas de dicha organización criminal”.
Sin embargo, no está desaparecida porque los reportes advierten que La Unión Tepito mantiene sus operaciones en el corazón de la capital de país, particularmente en la alcaldía Cuauhtémoc, pero también Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Benito Juárez y Venustiano Carranza.
Esta facción es actualmente liderada por Eduardo Ramírez Tiburcio (a) “El Chori”, señala el informe.
Además, ha establecido alianzas con otras bandas que, a juicio de los investigadores no alcanzan el estatus de cártel, con lo que logran cubrir prácticamente todo el territorio de la Ciudad de México.
LAS ALIANZAS
De esta manera, las autoridades han detectado que, para mantener el control de las extorsiones en el centro de la Ciudad de México, La Unión Tepito se alió con la “familia Zapotitla Fierro”, quienes presuntamente operan en la zona de la Meced.
Por otra parte, el grupo de “El Chori” mantiene acuerdos son una banda de extorsionadores de nacionalidad colombiana, que operan mediante la modalidad de “Gota a Gota”, sobre todo en la alcaldía Cuauhtémoc.
Datos recabados advierten que uno de los ambientes que da espacio para que se muevan con más soltura los narcos es la presencia del ambulantaje, porque eso facilita que puedan camuflarse. Pero no es la única forma, también utilizan las alcantarillas para el tráfico de drogas o armas.
En el poniente, La Unión tiene acuerdos con Lenin Jonathan “N”, a través de su banda “Los malcriados 3AD”. Con ellos logran el trasiego de droga al interior de la capital. Por eso las autoridades tienen a Canchola como uno de sus objetivos prioritarios “por sus altos niveles de violencia”.
En el oriente capitalino, La Unión Tepito se alió con la organización delictiva de Juan Carlos “N” Juan Balta, que predomina en Iztacalco e Iztapalapa. Esto, a pesar de que hoy está recluido en un penal federal, pero se sabe que aun así “mantiene el control de actividades delictivas como la extorsión y la venta de droga en los centros penitenciarios de la CDMX”.
Los Zapotitla es otra de las organizaciones criminales detectadas por la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina y que, según sus pesquisas, colabora con La Unión Tepito.
Es una organización delictiva dedicada a la extorsión, cobro de piso, venta y distribución de droga, despojos y secuestros en la zona de la Merced, en Venustiano Carranza, y la Central de Abastos, en Iztapalapa.
OBJETIVOS
Para las autoridades hay al menos seis sujetos que encabezan los grupos, liderados por “El Chori”.
Ellos son: Fernando “N” “El Barbas”; Renato “N” “El Daza”, y Dilan Alexis “N” “El Dilan”.
De acuerdo con los reportes, “El Daza” fue capturado el 19 de diciembre de 2019, pero notas periodísticas señalaron que fue liberado el 5 de enero del 2020, apenas unos días después.
El pasado 26 de mayo, la policía detuvo a José Luis “N” “El Chila”. El informe señala que del trabajo de investigación se corroboró una supuesta disputa por el control de venta de droga entre este sujeto y “El Chori”.
En mayo del 2020, un reportaje de Televisa daba cuenta que, para entonces, tras los golpes a la estructura de La Unión Tepito, nuevos jefes del narcotráfico en el centro de la Ciudad de México.
El primero es “El Buzz”, por un presumible parecido con el personaje de película Buzz Lightyear, quien se encargaba de un estacionamiento público en la calle florida en el Barrio Bravo de Tepito.
Él fue uno de los más de 30 detenidos en el súper operativo realizado por autoridades capitalinas, en octubre del 2019, en una vecindad de 33 Peralvillo en Tepito. Sin embargo, a los pocos días, fue liberado por un juez, junto a todos los capturados.
También se reportó entonces a una mujer apodada como “La Chofis”, sin más detalles.
Sin embargo, el periodista Antonio Nieto ha documentado que “El Daza” y “El Dilan” no son liderazgos, en cambio, hay otros apodados como “El Elvis”, “El manzanas” y “Mi jefe”, como los reales jefes.
De hecho, en su libro El Cártel Chilango, Nieto menciona una reunión en Chalma, donde se toman una foto con quienes supuestamente lideran al cártel.
NEXOS CON CÁRTELES
En su libro El Cártel Chilango, el periodista Antonio Nieto relata que un hombre apodado "El Abuelo" fue el fundador de La Unión Tepito. Relata que su compadrazgo con Arturo Beltrán Leyva “La barbie”, lo empoderó.
En su investigación el periodista refiere una reunión de mayo de 2010 en pleno barrio bravo de Tepito, donde habría participado “La barbie” con la intención de apoderarse del apetitoso mercado.
Pero “no todos estuvieron convencidos de que las riendas del indomable barrio quedaran en manos de un fuereño y la mayoría se alineó con ''El abuelo'', Más vale malo conocido que bueno por conocer, dicen. Otros vieron a ''La barbie'' como una gran oportunidad para crecer”.
Sin embargo, “La barbie” perdió poder al ser capturado en octubre de 2010. Eso, relata Nieto, llevó a la pugna entre dos grupos antagónicos que llevó a una década sangrienta, que desembocó en el intento por agigantar el poderío de La Unión Tepito, con la búsqueda de territorios en el interior del país y hasta con intentos de penetrar Estados Unidos.
El reporte fechado en el mes de junio del 2021 de la Secretaría de Seguridad Ciudadana tiene una versión semejante a la del periodista Antonio Nieto:
“Resulta imposible hablar del origen de la organización delictiva La Unión Tepito sin que salte a la luz Edgar Valdez Villareal ''La Barbie'', capo de la droga detenido en 2010, integrante de la autodenominada ''Federación'', conformada por los Cárteles de ''Sinaloa'', ''Juárez'' y ''Los Beltrán Leyva''".
{"txtScript":"El 18 de mayo de 2010, Edgar Valdez reunió a las principales familias y bandas de Tepito dedicadas al narcomenudeo. La reunión tuvo lugar en una vecindad de la calle Hojalateros, con la finalidad de conformar una única organización que controlara la venta de estupefacientes en el barrio bravo de Tepito y sus alrededores, mismos que serían proveídos por la Barbie"}
“Fueron aproximadamente 20 personas las que asistieron a la junta presidida por Valdez Villareal, lugar donde nace La Unión Tepito. Queda conformada por los hermanos Hernández Gómez; Ricardo López Castillo ''El Moco''; la familia Castro, liderada por Jorge Castro Moreno ''El Abuelo'' (detenido en ese momento); los hermanos Romero, entre ellos Omar Romero ''El Colosio'', Jesús Abdiel Vega ''El Grande'', y; los hermanos Magaña”.
¿ATOMIZADOS?
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana aseguran que actualmente La Unión Tepito se encuentra fragmentada y no existe un liderazgo del calibre del Betito. Es decir, sus eslabones han desaparecido.
Sin embargo, los mismos reportes de la dependencia señalan la existencia de seis sujetos, uno de ellos al menos en prisión, pero que a pesar de ello controla a su facción.
Asimismo, las fuentes rechazan que por ahora existan vínculos con otros cárteles. Incluso niegan la posibilidad de que el Cártel Jalisco Nueva Generación esté operando con La Unión Tepito.
No hay forma de comprobarlo, pero la expectativa de las autoridades es que no haya alianzas más potentes que desborden la criminalidad.
Hacia finales del 2018, autoridades locales recién electas entonces referían que restaurantes y antros de los más caros de las zonas de Polanco eran víctimas de la extorsión de estos grupos. Hoy, las autoridades capitalinas aseguran que esto se ha acabado.
El mes pasado, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, acompañada del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y la fiscal Ernestina Godoy, presentaron cifras a junio de este año y el comparativo es el de una ciudad que reduce dramáticamente sus índices de violencia e inseguridad.
Por ejemplo, los homicidios dolosos pasaron de 816 entre enero y junio de 2019 a 664 en el siguiente año y a 512 en el mismo lapso del presente año.
O las lesiones dolosas por arma de fuego variaron de 781 a 460 y 408 en el mismo periodo comparado.
En sus gráficas se mostró, por ejemplo, que los delitos de alto impacto en un promedio diario en el primer semestre de esos mismos años pasaron de 141 a 86 y luego este año con 77.
Una constante de la gestión de Miguel Ángel Mancera (2012-2018) fue negar la presencia de los cárteles, aunque los capos se pasearan con toda naturalidad en las calles del centro de la ciudad con escandalosos vehículos tipo Buggie, como hacía “El Lunares”.
Algunas fuentes independientes aseguran que la actual administración tiene casos ya documentados de servidores públicos que fueron permisivos o de plano colaboraban con los grupos criminales.
Hasta hoy no hay ningún exfuncionario del gobierno de la ciudad en prisión por nexos con los cárteles de las drogas.
Queda la duda de si se está cumpliendo esta hipótesis planteada en documentos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México:
En consecuencia, la organización criminal es cada vez menos estructurada y ordenada, siendo uno de los objetivos en materia de seguridad por parte de esta secretaría, llegar a la atomización de ésta, e impedir que siga obteniendo los recursos que la sostienen y el auge que antes logró gracias a la cooptación con autoridades
MJP Y ACZ