El grupo criminal señalado de estar detrás de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerreros Unidos, habría usado a funcionarios, miliares y policías a los que tenía en su nómina, para dar “caza” a los estudiantes, según revela el pliego de consignación elaborado por la Fiscalía General de la República sobre el caso.
La periodista Peniley Ramírez publicó este sábado en Reforma que los militares involucrados detuvieron a algunos de los 43 normalistas y los llevaron al 27 Batallón de Infantería, para luego entregarlos a integrantes de un grupo criminal, quienes los trasladaron a otros sitios para torturarlos y asesinarlos. Después fue necesario deshacerse de los cuerpos.
Los militares trabajaban con los policías municipales y los federales con personal del Poder Judicial, mientras vigilantes y contadores del grupo criminal también habrían participado en los hechos para cerrar los accesos a Iguala.
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El documento de 660 páginas que fue presentado ante un juez del Estado de México el pasado 16 de agosto, señala que se planeó que la Fiscalía sólo haría unas cuantas indagatorias para acallar las seguras quejas de los padres, pero cuando el caso se volvió mediático, tuvieron que reubicar los restos de los normalistas.
Para ello, funcionarios que cobraban con Guerreros Unidos destruyeron fotografías y negaron haber visto cualquier cosa aquella noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Con el pliego, la Fiscalía solicitó 83 órdenes de aprehensión, 20 de ellas contra militares, mismas que el juez aprobó, pero luego la Fiscalía solicitó la cancelación de 21 órdenes de aprehensión.
¿Quién entregó los mensajes de WhatsApp a Encinas?
En días pasados se puso en duda la veracidad de los cientos de mensajes de WhatsApp que la Comisión de Verdad y Justicia a cargo de Alejandro Encinas y que investiga el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014, utilizaron en su más reciente informe sobre lo que sucedió aquellos 26 y 27 de septiembre. Pero ¿quién le entregó esa información al subsecretario de Gobernación?
En las 467 capturas de pantalla de supuestas conversaciones entre autoridades y criminales, se da cuenta del posible destino de los estudiantes desaparecidos ocho años atrás.
El 26 de octubre pasado, un reportaje del diario estadounidense The New York Times puso en duda la veracidad de los mensajes, luego de que el propio encargado del caso en la era de la 4T, el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas lo admitiera en entrevista.
En abril pasado, de acuerdo con información de El País, una persona conocida de la comisión y de los otros dos equipos de investigación, el Grupo de Expertos Internacionales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (GIEI) y la unidad especial de la Fiscalía para el caso (UEILCA), se acercó al grupo de Alejandro Encinas con celulares y memorias USB.
En dichos dispositivos supuestamente había mensajes intercambiados entre integrantes de Guerreros Unidos entre las distintas células con las que cuenta este grupo delictivo, así como con autoridades de distintos órdenes.
(djh)