INFIDELIDAD

Infieles, ellos son los signos del zodiaco que te pueden traicionar en el amor

Los expertos en los signos del zodiaco consideran que hay signos a quienes les es más natural tomar el camino de la infidelidad

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Hoy en día ya es muy común que las personas te pregunten que signo del zodiaco eres, pues muchos creen en que con ello se puede saber cómo eres y cuál es tu personalidad.

El signo del zodiaco lo toman muy en cuenta para cuestiones del amor, pues con ello te puedes dar una idea de lo que te va a deparar el destino con cierta pareja y hasta saber sí son compatibles o no.

En este sentido, muchos enamorados toman en cuenta el signo del zodiaco para saber si su pareja los podría traicionar en el amor, es decir, que tan infiel es.

En este sentido, los expertos en los signos del zodiaco consideran que hay signos que tienen más facilidad de exploración que otros, es decir, hay signos del zodiaco a quienes les es más natural tomar el camino de la infidelidad y que, por la naturaleza de su elemento (Fuego y Aire, por ejemplo), tienen más posibilidades de salirse de los vínculos monogámicos o que exijan absoluta exclusividad.

¿CUÁLES SON LOS SIGNOS DEL ZODIACO MÁS INFIELES?

  • Aries 

Aries está regido por el planeta Marte, cuyo símbolo muestra gráficamente el símbolo de la erección eterna y esa necesidad de canalizar su impulso y deseo. Marte encarna además el arquetipo clásico del guerrero, lo cual lo ubica siempre en el campo de batalla y acudiendo al llamado de una nueva conquista de manera constante.

El carnero, que también es su símbolo, es un animal totémico de las deidades de la fertilidad masculina en la antigüedad, lo cual también lo conecta con la fuerza instintiva que busca fertilizarse y reproducirse de manera natural.

  • Sagitario 

Regido por Júpiter, representa la potencia del dios máximo del Olimpo, que tuvo múltiples amoríos y un sinfín de historias donde buscaba saciar su deseo por todos los medios (incluida la violencia).

Sagitario también es un signo que necesita conducir su flecha de fuego hacia nuevos objetivos constantemente. Su naturaleza es buscar nuevos desafíos que le permitan tener el control y no verse vulnerado por sus propios sentimientos.

Un signo al que le cuesta entregar el mando o sostener la paridad en los vínculos, lo cual puede llevarlo a desarrollar algunas estrategias que le permitan imponer su ley para mantenerse fuerte y en conducción.

  • Tauro 

Venus conforma su naturaleza erótica y conecta a Tauro con la experiencia del placer en todo momento y lugar. Afrodita no fue una diosa sumisa y mucho menos fiel, más bien buscó explorar su sexualidad todo y cuanto pudo. Esto lleva a Tauro a entrar en situaciones donde el hedonismo se puede convertir en una búsqueda a veces compulsiva.

Su capacidad de seducción también suele traerle cantidad de admiradores porque su naturaleza vibra en la frecuencia del cortejo permanentemente.

Esta situación puede hacerle pisar el palito de la tentación con más frecuencia de la que él mismo conscientemente pueda reconocer.

  • Géminis

El planeta Mercurio es el que rige la energía de este signo dual y jovial. Esto hace que todo lo que sea demasiado serio le provoque inquietud o un temprano aburrimiento.

Su naturaleza es curiosa y eso sea quizás lo que más lo impulsa a la aventura una y otra vez. Sus relaciones necesitan ser dinámicas, siempre refrescantes y traerle algún tipo de experiencia nueva que pueda capitalizar en conocimiento y aprendizaje de sí mismo.

Un signo que, además, maneja con maestría el “chamuyo”, que entiende que el juego erótico siempre empieza en la cabeza. Esto, último puede ocasionar también que sea más bien un infiel virtual que uno que pasa realmente a la acción.

  • Acuario 

Urano ubica a Acuario en el final de esta lista, trayéndole la convicción que el amor en sí mismo es un acto de amor libre. Para él, la fidelidad es ante todo un concepto abstracto que basa sus fundamentos en la fidelidad a un ideal, antes que en la fidelidad a un cuerpo físico.

Su manera de vivir el amor es comprometiéndose con lo que siente en el momento que lo siente, pero eso, muchas veces, no alcanza para saciar la búsqueda eterna de un amor que nunca termina de ser lo suficientemente “perfecto”.