Julio Frenk, exsecretario de Salud del Gobierno Federal en el sexenio de Vicente Fox, advirtió que México –después de la pandemia de covid-19– necesita de manera urgente implementar una cobertura verdaderamente universal en salud mediante una tarjeta que garantice el acceso y portabilidad entre instituciones.
Durante el Foro "Covid: impacto, lecciones y desafíos" organizado por El Universal, Sumédico, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Academia Nacional de Medicina, el doctor Frenk resaltó que la pandemia por covid-19 tuvo un fuerte impacto en el sistema de salud en México y ese sistema de salud tuvo al menos 6 regresiones en atención a la salud, “retrocedimos 30 años con un modelo de los años 70”.
Esto favoreció, dijo Frenk, un debilitamiento de la capacidad rectora de la secretaría de salud y de la Cofepris.
Te podría interesar
Asimismo, se fomentó una compra fallida de medicamentos en el sector privado, por los casos de corrupción que se denunciaron. “Ya no hay corrupción, pero tampoco medicamentos”, lamentó el experto.
“También hubo un recorte presupuestal, pues seguimos con uno inferior al que había en 2015, se redujo la protección social, lo que incrementa el gasto de bolsillo y catastróficos en los pacientes”, agregó.
MEJOR CALIDAD EN SALUD
Detalló que estamos saliendo de un trauma colectivo y la única forma de enfrentarlo es construir una mejor normalidad, con servicios de salud de mejor calidad para todos los mexicanos.
¿CÓMO ESTABA EL SISTEMA DE SALUD ANTES DE LA PANDEMIA?
El doctor Frenk destacó que antes de la pandemia de covid-19 existía el llamado Seguro Popular.
Al respecto, dijo que antes del actual gobierno, México tenía un esquema donde había 3 seguros públicos que tenían una amplia cobertura, los cuales consistían en:
- IMSS, para población asalariada del sector privado
- Seguro Médico del ISSSTE, para población asalariada del sector público
- Seguro Popular de Salud
- El experto puntualizó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2015 (ENSANUT), los seguros públicos y privados tenían la siguiente cobertura:
- 56 millones de afiliados al Seguro Popular
- 42 millones de afiliados a la Seguridad Social, como IMSS, ISSSTE o PEMEX
- 8 millones de asegurados en seguros privados, aunque la mitad de ellos contaban con algún seguro público también.
En total, se tenían 102 millones de personas con cobertura de salud y 17 millones sin protección, que equivale a un 14%. Se estima que se tenía un 86% de cobertura con seguro público.
“Había ya un avance sustancial en la cobertura y lo que seguía era cubrir ese 14% faltante”, detalló el doctor Frenk.
Entre los principales efectos del Seguro Popular, el experto mencionó una expansión de la inversión en salud; ampliación en la cobertura de protección social en salud e incremento en la protección financiera, especialmente en la reducción de gastos catastróficos.