Tres meses después de ser inaugurado el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales (Candesti) identificó diferentes inconsistencias en caso de registrarse un hecho de gravedad en las instalaciones aeroportuarias, entre ellas, establecer lo que debe hacer cada autoridad en caso de un incidente terrorista.
El reporte realizado por el Candesti menciona la falta de protocolos, así como mejoras por realizar de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Salud (SA), Gobernación (Segob), la Fiscalía General de la República (FGR), Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, Oficinas Generales (Seneam), la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), así de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
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De acuerdo con uno de los correos incluidos en la base de datos obtenida por los hacktivistas de Guacamaya, las inconsistencias detectadas en julio pasado por la Candesti se incluyen en un correo enviado por el Comité el 27 de julio pasado.
Titulado como “Primer Ejercicio Interinstitucional 2022 Evento Q.B.R.N.E (Químico, Biológico, Radiactivo, Nuclear y Explosivo) en el AIFA”, el informe menciona que el ejercicio buscaba identificar las capacidades de atención y respuesta en el AIFA ante un escenario de emergencia.
“Como parte del Plan de Trabajo – 2022 del Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales y en el marco de la Estrategia Nacional para la Atención de Incidentes de Alto Impacto, se acordó la realización del Primer Ejercicio Interinstitucional 2022 ‘Evento Q.B.R.N.E. en el AIFA’, el cual constó de dos etapas: Ejercicio de Gabinete y Ejercicio de Escala Real. El objetivo del ejercicio fue poner a prueba las capacidades de atención y respuesta de las diversas instancias involucradas en la atención y respuesta a una emergencia dentro de las instalaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), a efecto de identificar áreas de oportunidad y proponer mejoras".
El “Ejercicio Interinstitucional” se basó en ocho puntos. El primer de ellos es la “interferencia ilícita (toma de rehenes) de una aeronave comercial durante vuelo por parte de integrantes de un grupo de la delincuencia organizada”.
El segundo fue realizado con la “interceptación por parte de la Fuerza Aérea Mexicana y aterrizaje en el AIFA. Negociación para la liberación de rehenes”. El siguiente punto es el “aseguramiento de los delincuentes y liberación tanto de pasajeros como de la tripulación por parte de Fuerza de Intervención”.
Los puntos cuatro, cinco y seis fueron: “dispersión de una sustancia química en estado gaseoso y contaminación de todas las personas dentro de la aeronave, descontaminación de pasajeros, tripulación, delincuentes y Fuerza de Intervención, identificación de Artefactos Explosivos al interior de la aeronave”.
Según el reporte de 11 páginas, los últimos dos aspectos a evaluar fueron: “localización y aseguramiento de dos Artefactos Explosivos por parte del Grupo de Búsqueda, Localización y Neutralización de Artefactos Explosivos de la Semar (BLONAE), del Grupo Fuerza de Tarea de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (Grupo Zorros), y del Grupo de Respuesta a Emergencia de la Sedena (GRE), así como la “identificación de indicios por parte de personal de la Coordinación General de Servicios Periciales (CGSP) de la FGR, apertura de la Carpeta de Investigación respectiva y puesta a disposición de los presuntos delincuentes.
Las inconsistencias
Durante la evaluación, menciona el reporte del Candesti, estuvieron presentes 850 autoridades de los tres niveles de gobierno, se contó con 6 binomios (canino y manejador), 54 vehículos y 8 aeronaves.
“Como parte final del Ejercicio, se llevó a cabo una reunión de retroalimentación, la cual permitió la identificación de diversas áreas de mejora respecto a protocolos, planes, así como a las acciones de planificación y desahogo del Ejercicio”.
Las dependencias con el mayor número de “mejoras” son la Sedena, la Agencia Federal de Aviación Civil, así como la SICT.
El Candesti pidió al Ejército el “fortalecimiento de las capacidades de Guardia Nacional, para hacer frente de forma autónoma a incidentes que se presenten en el AIFA y otros aeropuertos”, “mantener un esquema de capacitación constante previendo de los escenarios más simples a los más complejos”.
“En el desarrollo de los protocolos de atención, verificar que éstos se ajusten lo más posible a situaciones reales. En los protocolos de atención contemplar la factibilidad de ocurrencia de eventos simultáneos. Se deben de evaluar todas las etapas del ejercicio: alertamiento, establecimiento de las zonas de emergencia, evacuación, colocación de equipo y carpas, acciones de descontaminación, entre otras”.
También, cumplir con las “indicaciones de seguridad a efecto de no vulnerar información relacionada a los eventos”, “establecer los recursos que desplegará cada instancia participante para el desarrollo del ejercicio, así como “definir las acciones a implementar de cada instancia participante, de conformidad con las facultades y atribuciones de cada instancia participante”.
A la SICT y a la AFAC se solicitó actualizar el Programa Nacional de Seguridad de la Aviación Civil (PNSAC), incluyendo la participación de diversas instancias del gobierno no previstas para actos de interferencia, así como evitar la anticipación de las acciones de atención, respetar la cronología de las tareas, ejemplo anticipación en el establecimiento de carpas de atención médica y de descontaminación.
“En la planeación del escenario, considerar los tiempos reales de ejecución de las actividades, haciéndolo lo más apegado a la realidad. Designación clara y organizada de los observadores y evaluadores del ejercicio contemplados en los programas de atención a emergencias, verificando que sean personal con experiencia y cuenten con los formatos adecuados para recabar la información. Mantener de forma general una comunicación constante y efectiva entre todas las áreas involucradas en la atención al incidente. Realizar tres ejercicios de forma anual contemplando los siguientes escenarios: un accidente general, por desastre naturales y apoderamiento ilícito de aeronaves”.
A la Seneam, se le instruyó apegarse a las tareas de atención al incidente a los tiempos reales de ejecución y tener control en la acreditación de los participantes y puntos de acceso designados de acuerdo a su participación, además de la implementación de una logística para el traslado del personal a sus áreas de trabajo en el ejercicio.
“Aplicación de protocolos para notificaciones y confirmación de códigos del incidente al COE. Designar personal del comando de incidentes en la Torre de Control del aeropuerto para la obtención de información y gestión de vista periférica del incidente”.
En el caso de la Secretaría de la Salud, se le instó considerar todos los aspectos médicos (salud física y mental) para la atención de las víctimas, incluyendo a los cuerpos de respuesta, fortalecer el comando de incidente y adaptarse a los protocolos de atención, así como realizar un ejercicio de gabinete previo al ejercicio a escala real para revisar la intervención de los participantes en el minuto a minuto”.
A la FGR se le instruyó establecer un protocolo de acción de las tareas de todos los participantes y sus funciones. La Guardia Nacional debe “fortalecer sus unidades de atención y respuesta, contar con equipos especializados para la atención de la emergencia, -e- identificar los canales adecuados para la obtención de recursos que se emplean para la atención de un incidente (coordinación interinstitucional)”.
Mientras que la Secretaría de Gobernación tiene que elaborar un directorio de las autoridades competentes en atención a incidentes con materiales QBRE, así como designar una vocería única para la comunicación social oficial de un incidente, además fomentar una cultura de la protección.