PALABRAS VIRALES

No manches: este es el significado y origen de la popular frase mexicana

¿Alguna vez te has preguntado el significado de esta popular frase?, el "no manches" está presente en nuestro vocabulario desde hace un par de décadas

La frase comenzó a escucharse en los años 80s en el Distrito Federal
Centro Histórico, Ciudad de México.La frase comenzó a escucharse en los años 80s en el Distrito Federal Créditos: Cuartoscuro
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Los mexicanismos enriquecen nuestro idioma y nuestro país sabe perfectamente cómo modificar, hacer juegos de palabra astutos y renombre con astucia lo que nos venga en gana. ¡No manches!, ¿cómo así?

En los barrios (en ese entonces) defeños de los 80´s comenzó a popularizarse decir ¡no mames!, que significa comportarse como un bebé, esto relacionado al biberón, de acuerdo a la Real Academia Mexicana de la Lengua.

Posteriormente se comenzó a ver en los 90´s que Televisa, con Emilio Azcárraga "El Tigre", adoptó esta frase para sus personajes de clase baja utilizaban el ¡No ma…nches!; quizás con la intención de dar gracia. Lo que sí es verdad es que el término se convirtió en un infaltable de las frases chilangas y de muchos otros estados de la República. 

En conclusión, todo deviene de una ligera mutación para que la frase no tuviera una connotación peyorativa más fuerte; ninguna expresión suple a la otra y cada una cumple con una función según el contexto, el lugar e incluso, la entonación que le des.

Entonces… ¿cuándo aplicar la frase?

La frase de “no manches”, en realidad, ha dejado de ser vista como una expresión ofensiva o despectiva (a comparación de su antecesora) y se ha convertido en una parte la identidad de nuestro país y puede ser utilizada en diferentes situaciones según lo que intentemos dar a entender. Acá un ejemplo más ilustrativo.

Nomanches : Susto o preocupación 

¡Nooo mancheees! : Decepción o asombro

Los mexicanismos son una parte fundamental de nuestro día a día; tanto, que ni siquiera notamos la frecuencia con la que los utilizamos, incluso, algunas expresiones se convierten en una muletilla que es difícil eliminar y que tiende a complementarse de una manera casi natural con otras. Y cómo no hacer mención uno de estos combos infaltables chilangos que resuena en casi cada esquina de la gran Ciudad de México: ¡ay guey, no manches!

Ahora ya sabes de dónde viene y que la identidad se nos da cuando transformamos, resignificamos y hacemos nuestro el idioma con expresiones tan chidas como esta. 

 

A.D