A casi siete años de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, Javier Coello Trejo, el llamado “Fiscal de Hierro” planteó una teoría sobre cómo debió haber sido tratado el caso por el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Para el también abogado y exfiscal anticorrupción, el incremento de la inseguridad es un problema que ningún gobierno ha podido solucionar a lo largo del siglo XXI. Resaltó que durante los gobiernos de José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari “no había lugar para la impunidad, y cuando fue necesario usar mano dura con la ley en la mano, no nos tentamos el corazón”, escribe Coello Trejo en su libro de reciente publicación “El Fiscal de Hierro” (Editorial Planeta, 2021).
“¿Qué hubiera pasado si después de lo ocurrido en Ayotzinapa, en 2014, el presidente Enrique Peña Nieto hubiera salido ante la opinión pública a decir: “señores, estamos atravesando una situación caótica, la inseguridad pone en peligro a la sociedad mexicana y a la seguridad nacional, y como no lo podemos permitir, vamos a ir hasta las últimas consecuencias, con la ley en la mano, no habrá lugar para la impunidad en ningún grupo social”?”, se pregunta.
“¿Por qué durante mi época, en la lucha contra el narcotráfico no había estas chingaderas? Simple, sabían que si se pasaban de tueste se les rompía la madre”, sentencia el también exabogado de Emilio Lozoya Austin.
A manera de respuesta, Trejo plantea que la gente hubiera apoyado la postura del presidente, “pues la sociedad está cansada, exhausta”.
Conviene recordar que fue hasta el 6 de octubre, casi 10 días después de los hechos en Iguala, Guerrero, que Enrique Peña Nieto lamentó el la desaparición de los normalistas y dio a conocer que, en el marco de las atribuciones del gobierno federal, instruyó a las instituciones que forman parte del Gabinete de Seguridad a tomar acciones que permitan el debido esclarecimiento del caso.
“Añoro ese México seguro que construimos en los años ochenta y noventa; los niños podían salir a los parques, a las plazas, a patinar o a andar en bicicleta, sin necesidad de que fueran acompañados por algún adulto; los jóvenes podían asistir a sus fiestas, a las discotecas, sin correr ningún peligro; ese México donde la gente podía caminar por las calles a altas horas de la noche, cuando nadie temía que llegara un comando a secuestrar, a asaltar o ejecutar a alguien”, agrega Coello.
En 1973, Javier Coello Trejo entró a la Procuraduría General de la República como agente del Ministerio Público Federal y posteriormente dirigió la fiscalía contra el narcotráfico en el sexenio de José López Portillo. Durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari, en 1991, se integró al gabinete federal como procurador del Consumidor.
(djh)