El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer esta semana los avances de la vacuna Patria contra covid-19, la cual se dijo que puede aplicarse vía nasal o intramuscular. Especialistas expresaron que las vacunas que se administran a través de la nariz han demostrado tener hasta mayor eficacia que las que se inyectan, pero hay dificultades tecnológicas para su desarrollo y aplicación.
Patria, que no aparece como tal en el listado de vacunas contra el virus Sars-CoV2 de la Organización Mundial de la Salud, fue presentada por María Elena Álvarez Buylla, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien explicó que esta vacuna utiliza un vector viral de la enfermedad de Newcastle y que se desarrolló en colaboración con la empresa Avimex, que se dedica a la fabricación de vacunas para animales.
En el video que se presentó ese día se indicó que Patria “Es de fácil aplicación. Por la vía nasal estimula la inmunidad de las mucosas y también puede inocularse por la vía muscular”.
Aunque fue presentada como 100% mexicana, posteriormente se supo que el antígeno originalmente fue creado por Investigadores de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos.
En la lista de vacunas contra el virus Sars-CoV2 de la OMS no aparece ninguna que sea desarrollada por el Conacyt o por Avimex, pero sí hay dos de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí, ambas en fase pre clínica y formuladas con base en el vector viral de la enfermedad de Newcastle.
En el listado de la OMS no se especifica que alguna de esas dos vacunas contra la covid-19 sean de aplicación intranasal, pero hay otros siete proyectos vacunales en fase pre clínica que sí mencionan esa característica: de la Universidad de Helsinki, de la Universidad de Virginia, del laboratorio Biocad, del Centro Nacional de Investigación de Virología y Biotecnología VECTOR, dos de Farmacológicos Veterinarios SAC otro de eTheRNA.
Asimismo, hay un proyecto vacunal en fase clínica que es intranasal, que se encuentra en fase 2 del protocolo en humanos y es desarrollada por las universidades de Hong Kong y de Xiamen en colaboración con Beijing Wantal Biological Pharmacy.
Se sabe también que Cuba trabaja en una vacuna nasal y sublingual llamada Avatar, que elaboró el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. Las pruebas clínicas de esta vacuna comenzaron en abril de este año.
Aunque pocas, en el mercado ya hay otras vacunas que se aplican vía nasal, como la que desarrolló AstraZeneca contra la influenza, igual que otra que hizo el Instituto Serum de India, aunque ninguna está a la venta en México.
¿QUÉ EFICACIA TIENE UNA VACUNA APLICADA POR LA VÍA NASAL?
En la presentación de Patria sólo se indicó que puede administrarse por vía nasal o intramuscular, pues en ambos casos ha mostrado efectividad en las fases preclínicas, aunque no se detalló sí se probará de ambas formas en las tres fases en humanos.
“Es un poco como el ‘Santo grial’ de cómo administrar una vacuna de forma masiva. Es rápido, es fácil y si además, no tuviera tanto problema de refrigeración, puedes distribuirla de manera masiva y hasta puede auto-administrarse”, declaró Xavier Tello, analista y consultor de políticas en salud.
El especialista explicó a La Silla Rota que si se comparan ambas formas de aplicación de una vacuna, la nasal es preferible porque es más cómoda, aunque consideró que podría quedarse en sólo una buena idea porque hasta ahora no se ha logrado aplicar alguna inmunización contra covid-19 de esta manera.
“La eficacia depende, sí, de la vía de administración. Porque todo comienza con la absorción en el organismo. Cualquier sustancia se absorbe inmediatamente por vía intravenosa, luego por vía intramuscular, luego por vía oral, porque tienen que pasar por el tubo digestivo, y así.
“La apuesta con la vía nasal, es que sea absorbida por la mucosa de la nariz y además confiera cierta protección en el tracto respiratorio superior, que es por donde se adquiere la infección”, explicó.
Malaquías López Cervantes, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, recordó que el doctor Albert Sabin, creador de la vacuna contra la polio, sugería que la mejor manera de aplicar una vacuna era por la misma vía que se contagia el virus.
Relató que en la década de los 80 Sabin participó en un proyecto de investigación en México, en el que se aplicó la vacuna contra el sarampión a niños por la vía nasal, para hacerlo, el especialista diseñó un aparato en el que se ponía una bomba conectada a la batería de un vehículo para generar una presión y eso hacía que al pasar genera un aerosol, el cual lo respiraba la persona, en lugar de recibir la inyección.
La primera prueba con la vacuna contra el sarampión vía intranasal se hizo en Monterrey y después se replicó en Veracruz, en ambos casos “los resultados fueron estupendamente buenos, fueron tan buenos como la inyección o mejores”, enfatizó López Cervantes.
Sin embargo, esta forma de vacunación se dejó de realizar por dos problemas: el primero fue que hubo críticas por la metodología, ya que se cuestionó que al darle el spray nasal a una persona se estaba liberando el virus en el ambiente; el segundo es que la forma en que se producía se volvió obsoleta, y los gobiernos anteriores prefirieron desmantelarlo en lugar de invertir, como lo han señalado las actuales autoridades de la Secretaría de Salud.
LOS PROS Y CONTRAS DE LAS VACUNAS NASALES
Ambos especialistas coincidieron en que uno de los principales problemas para tener una vacuna nasal es la tecnología, ya que se requiere de experiencia y capacidad técnica para fabricarlas. A esto se suma que se tendría que identificar la mejor manera para administrarlas.
Entre las desventajas, Tello señaló que al aplicar las vacunas por la nariz no hay un disparo homogéneo y por lo tanto la dosis no es siempre la misma, a diferencia de la vía intramuscular.
Por el contrario, uno de los principales beneficios es que aplicar las vacunas de esta manera pueden generar ahorros. López Cervantes indicó que en la investigación con la vacuna contra el sarampión que se hizo en México encontró que al aplicarlo con spray, el antígeno rendía 10 veces más que con inyección.
Tello señaló también que las vacunas nasales pueden generar ahorros porque se necesitan menos insumos como jeringas y algodones, que si se inyectan, además, dijo que tampoco sería necesario que hubiera personal tan especializado para administrarlas.
(djh)