Entre votaciones equivocadas, argumentos sin base legal, gritoneos y términos inventados, Morena cerrará, el próximo 30 de abril, la primera Legislatura en la que es mayoría en ambas Cámaras del Congreso y en la que ha aprobado al vapor varias reformas impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“¡Chinguen a su madre! ¡Qué manera de legislar!”, fueron las palabras que Porfirio Muñoz Ledo pronunció desde la máxima tribuna del país, en septiembre de 2019, cuando, siendo presidente de la Cámara de Diputados, perdió la paciencia en la discusión de reformas a la Ley Orgánica del Congreso.
En esa ocasión, el reloj legislativo que determina el tiempo de las intervenciones de cada diputado se descompuso y, en lugar de restar el tiempo, lo sumaba. Muñoz Ledo pidió al equipo técnico de San Lázaro revisar el contratiempo del sistema.
“Cuando es una ley antigua, y los transitorios son desmesurados y contradictorios, hasta los aparatos se sonrojan”, remató Muñoz Ledo en esa sesión, donde proliferaron los señalamientos políticos, por encima del debate parlamentario de fondo.
A unos días de que termine la Legislatura, Morena anotó otro gol en la cancha del Senado de la República pues, sin publicarlo en la gaceta, avaló un agregado a las reformas a la Ley Orgánica del Poder Judicial, que amplía, sin considerar dispuesto en la Constitución, el periodo de gestión del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Para Martha Tagle, diputada de Movimiento Ciudadano, la 64 Legislatura del Congreso federal ha sido “más que difícil”, pues entre la oposición permea el sentimiento de impotencia ante el desaseo que la mayoría ha impuesto en reformas importantes.
“Teniendo todo para hacer las cosas bien, se empeñan en hacerlo mal. Ese ha sido mi reclamo en muchas ocasiones, se los he dicho en tribuna muchas veces. El Senado seguido nos regresa las reformas por temas de proceso legislativo y no por cuestiones de fondo”.
SE INVENTAN TÉRMINOS, VIOLAN PROCESOS
Esta misma semana, en la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado, se dio una escena que ha sido una constante en la 64 Legislatura: los senadores de Morena argumentaron que, ante un empate en la votación de un dictamen, el presidente de la comisión tenía “voto de calidad”.
Pero el artículo 102 del Reglamento del Senado de la República especifica que, en caso de darse un empate en una votación, que no refiera a la elección de un encargo, “se repite de inmediato y, si por segunda ocasión hay empate, el asunto se discute y vota nuevamente en la sesión siguiente”.
En noviembre de 2019, durante la votación para designar la nueva presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), varios senadores de Morena “se hicieron bolas” con la votación que pretendían fuera en favor de Rosario Piedra Ibarra, al final, propusieron repetir la votación, amparados en el artículo 103 del reglamento.
En ese momento, el coordinador de la bancada del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, encabezó la exigencia de la oposición para que se repitiera el proceso completo, pues acusaron irregularidades en la votación a mano alzada, dentro del pleno.
Desde el Pleno, les platico el sentido de la votación de mi Grupo Parlamentario para solicitar la reposición completa del proceso de elección de la persona titular de la CNDH. pic.twitter.com/TR9peDpxDe— Miguel Ángel Osorio Chong (@osoriochong) November 13, 2019
Mariana Mier y Terán, diputada del PRI y vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, asegura que uno de los problemas principales es que la fracción mayoritaria no cumple a cabalidad con los procesos legislativos más esenciales.
“Como integrante de la Comisión de Justicia, fui testigo de cómo un diputado llegó exigiendo que se avalara un tema que no estaba en la orden del día; y pese a que argumentamos que no era procedente por cuestiones de reglamento, la presidencia de la Comisión pidió la votación para añadirlo y lo votaron en favor, cuando la propuesta de dictamen no se tenía y tuvo que haberse dado a conocer con cinco días de antelación”.
¿DESCONOCIMIENTO O AGANDALLE?
Para Gustavo López Montiel, profesor investigador del Tecnológico de Monterrey, el desaseo con que Morena y sus aliados han legislado es resultado del poder que cualquier mayoría parlamentaria puede ejercer, pero a éste se suma el desconocimiento y la poca profesionalización de quienes integran sus fracciones.
“Además, les cuesta más trabajo mantener la disciplina, por los grupos que hay al interior del partido, y el problema no es que pasen su aplanadora por encima de la oposición, lo mismo hizo el PRI en su momento, el problema real es que rompen los procesos”.
Y es que, para las elecciones de 2018, Morena tuvo una mayoría tan arrasadora que varios diputados y senadores, enlistados en los últimos lugares para ocupar un lugar en el Congreso por la vía plurinominal, tuvieron un pase directo a un escaño o a una curul, pues fueron sorteados por tómbola.
Varios de ellos accedieron al Congreso solo con su capital social, pues no estuvieron en campaña ni compitieron haciendo política, “al igual que sucedió con el Revolucionario Institucional al principio de sus tiempos” –aseguró López Montiel–, maestros, doctores, ingenieros, actores, deportistas, llegaron a representar al pueblo, pero sin tener conocimiento del quehacer legislativo.
La diputada Mier y Terán dio cuenta de que uno de los argumentos que permea en toda discusión parlamentaria, de parte de los legisladores de la mayoría, es que “son mayoría, a ellos los llevó el pueblo, y tienen el aval del voto” para cometer atropellos legislativos.
LA PROFESIONALIZACIÓN NO LLEGARÁ
Uno de los principales argumentos en favor de permitir la reelección de los legisladores, prohibida en México por décadas, fue que el quehacer legislativo se profesionalizara, que quienes sean electos para ser la representación del pueblo ante el Poder Legislativo puedan dar seguimiento a las peticiones de sus representados y con calidad jurídica.
Pero, para la diputada Martha Tagle, eso no sucederá solo con la reelección, pues para el proceso electoral en curso, Morena y sus aliados volvieron a enlistar a candidatos que no tienen experiencia legislativa y con quienes, mejor dicho, los une un pago de cuota política.
“La profesionalización del Congreso tiene que darse en la parte técnica. En 2018, cuando llegó Morena con una gran mayoría a San Lázaro, despidieron a muchísimos asesores que trabajaban de planta para la Cámara de Diputados, no para un partido específico, y trajeron a personas que los ayudaron en campaña, pero que no tienen conocimiento.
“En la Comisión de Salud, de la que soy integrante, al inicio de la Legislatura, ni siquiera podían expedir una convocatoria decente. La primera convocatoria que nos llegó no traía los asuntos a tratar en la reunión, ni se circularon los dictámenes conforme al reglamento”.
Para muestra, un botón. En el Senado, desde inicios de la 64 Legislatura, se incluyó al español Abraham Mendieta como asesor técnico de la fracción de Morena, específicamente, de la senadora Bertha Caraveo.
https://lasillarota.com/nacion/morena-impulsa-reforma-que-abre-puertas-a-extranjeros-al-congreso/481522
En 2019, el PAN presentó una solicitud para exigir al presidente López Obrador que expulsara a Mendieta del país, pues consideraron que sus opiniones sobre asuntos de política nacional profundizaban la polarización, al defender abiertamente a ciertos personajes políticos y apoyar, decididamente, a un partido.
“DEBATEN” ENTRE GRITOS E INJURIAS
El nivel de debate también es un tema de lamento entre la oposición legislativa, pues no solo Morena se escuda en “el aval social” que le dieron las elecciones de 2018, sino que incluso han agredido a sus compañeros legisladores y han reducido discusiones de gran calado a un tema de adjetivos: “conservadores, indignos, desvergonzados, paniaguados y fifís” han sido solo algunos de estos.
Apenas en febrero pasado, durante una reunión de la Comisión de Salud del Senado de la República, la senadora de Morena Antares Vázquez se enfrentó en declaraciones con la senadora del PAN Lilly Téllez, donde se descalificaron por su militancia política, mientras intentaban debatir sobre el plan de vacunación federal contra la covid-19.
“¿Qué se tiene que hacer para que les despierte un poco la dignidad y la vergüenza senadoras?”, dijo Lilly Téllez. En respuesta, la senadora Antares Vázquez la llamó “desvergonzada” e “indigna”.
En marzo de 2020, Porfirio Muñoz Ledo reclamó que el debate para avalar la rifa del avión presidencial TP01 “José María Morelos”, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el debate se enfrascara “con injurias”, “la diferencia entre rifa y sorteo, cuestiones equivalentes en el diccionario”, y espetó: “¡Qué manera de no legislar!”.