Deficiencias en los inventarios de medicamentos controlados, falta de personal en el turno nocturno, monitores de respiración y frecuencia cardiaca con funcionamiento parcial, camas para pacientes sin líneas de aire y oxígeno son parte de las debilidades del Instituto Nacional de Pediatría (INP) que identificó la Secretaría de la Función Pública (SFP).
De acuerdo con una auditoría hecha por la SFP, la mala calidad de los servicios que se ofrecen a menores de 18 años se origina por la carencia de una estructura orgánica, así como de un presupuesto limitado que permita a la institución contratar o reasignar personal del área médica.
En el portal de internet del INP, se asegura que la institución desarrolla de modelos de atención a la infancia y adolescencia a través de la investigación científica básica, clínica y epidemiológica, aplicada a las necesidades priorizadas de la población, a través de la formación y el desarrollo de recursos humanos de excelencia, para la salud, así como de la asistencia en salud de alta especialidad con gran calidad y constituyendo el modelo de atención de clase mundial.
“Es además una institución que comparte el liderazgo por la generación del conocimiento de las causas y los determinantes de la enfermedad en menores de 18 años. Está a la vanguardia porque anticipa soluciones a problemas emergentes, reemergentes y del rezago, con servicios certificados en calidad internacional”.
Aunque el INP presume que da atención de clase mundial a menores, la auditoría hecha a la Dirección Médica y al Departamento de Urgencias, identificó distintas inconsistencias, las cuales fueron notificadas el 30 de septiembre, y emplazadas para dar respuesta el próximo 6 de diciembre.
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Los dos funcionarios responsables de las áreas auditadas son Carlos López Candiani, subdirector de Medicina Crítica, y María del Carmen Obregón Mondragón, jefa del Departamento de Urgencias, ambos del Instituto Nacional de Pediatría.
Las inconsistencias detectadas por la SFP en el Departamento de Urgencias incluyen el mal funcionamiento 10 monitores para tener un control de temperatura, la frecuencia cardiaca, la presión arterial invasiva y no invasiva, I C02 y frecuencia respiratoria.
“Los 10 monitores que se encuentran físicamente en las camas del área de Observación, nos informaron que tienen aproximadamente 25 años y todos ellos funcionan parcialmente, ya no se ven bien las pantallas, ya no son funcionales todos sus componentes. Refiriendo que dichos equipos requieren sean reemplazados”, menciona el documento.
La sección de Observación 2, en la que se encuentran 13 camas, no cuenta con monitores para observar a los pacientes, por lo que el personal usa equipos portátiles; además de que las camas no tienen líneas de aire y oxígeno.
Además, se requiere un electrocardiógrafo (registro del ritmo cardiaco, frecuencia cardiaca) ya que con el que cuentan, se encuentra en el área de triage covid. También equipo de monitorización continua neurológica para niños con problemas de epilepsia, edema cerebral y problemas neurológicos.
“El espacio destinado para RX se encuentra cerrado, informando que, si funciona, pero no hay personal que lo atienda aproximadamente 2 o 3 meses, y el personal que baja para la toma de RX es con equipo portátil. Lo antes descrito afecta la calidad de atención y monitorización del estado en los que se encuentran los pacientes", añade el documento.
"Asimismo, la jefa del Departamento de Urgencias refirió por escrito, que detectó que los medicamentos que se encuentran en el área, entre ellos (los medicamentos controlados), existen diferencias considerables en el inventario y por otra parte señaló que hace falta de material de curaciones; situación que retrasa la atención de los pacientes de este instituto”.
En el Departamento de Urgencias también se identificó la falta de mantenimiento en todas las áreas, en los resanes, de pintura, de señalizaciones de áreas de oficina, así como la carencia de chapas de seguridad.
DOS MÉDICOS CUBREN EL ÁREA DE URGENCIAS EN LA NOCHE
En la revisión hecha por la Secretaría de la Función Pública, se detectó que el área de urgencias labora los 365 días del año con 12 personas divididas en los turnos matutino, vespertino, nocturno, así como en fines de semana y días festivos.
“Al revisar el listado del personal adscrito del área auditada se detecta que está compuesto de la siguiente manera: una jefa de Departamento, seis médicos especialistas en el turno matutino, dos médicos especialistas en el turno vespertino, dos médicos especialistas de fin de semana y días festivos, y uno de Apoyo Administrativo”.
De acuerdo con la SFP, la falta de personal es evidente en el Departamento de Urgencias; sin embargo, el problema más grave se encuentra en turno nocturno, ya que sólo hay dos especialistas para atender a todos los menores que sean enviados a esa área. Los dos trabajadores laboran solos, ya que no tienen el apoyo de ninguna otra persona.
“Por lo que de conformidad con el artículo 87 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, este señala que dichos servicios, deberán funcionar las 24 horas del día durante todo el año, contando para ello en forma permanente con médico de guardia responsable del mismo. Por lo antes señalado, se detecta que no existe personal médico de urgencias en el turno nocturno que cubra los servicios de atención médica en este Instituto Nacional”.
Otro de los problemas detectados son las inconsistencias en los registros de entrada y salida (omisiones de entradas y salidas); variación en horarios Iaborados por parte de los médicos adscritos, (en algunos casos, siendo la jornada laboral de 6 horas y media y hasta las 8 horas); y la falta de validaciones de los formatos de asistencia.
“Adicional a lo anterior que existe el oficio de solicitud ante la Subdirección de Administración y Desarrollo de Personal de salir una hora antes de su jornada laboral para los médicos adscritos; como medida para mitigar la aglomeración en el comedor institucional por la contingencia sanitaria provocada por el SARS-COV2”.
ACZ