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"¿Y quién ve por mí?”, sin trabajo 732 mil empleadas del hogar

732 mil mujeres que todavía tenían empleo en marzo; pero que en solo tres meses lo perdieron y la mayoría continúa así a la fecha

Escrito en NACIÓN el

En México la tercera parte de las empleadas del hogar quedaron sin empleo en esta nueva normalidad que dejó la pandemia por el coronavirus. La mayor parte de sus patrones las despidieron sin liquidación de por medio, bajo la promesa de volver a llamarlas “pronto, en cuanto pase la emergencia sanitaria”. La realidad es que cuando ellas enviaron mensajes de texto a sus patrones, vía celular, para saber cuándo podían regresar a trabajar, ellos las dejaron en “visto”.

Son 732 mil mujeres según datos oficiales del INEGI. 732 mil mujeres que todavía tenían empleo en marzo; pero que en solo tres meses lo perdieron y la mayoría continúa así a la fecha. Se concentran en ciertos estados y ciudades con alta población: Estado de México, CDMX, Jalisco, Nuevo León y Veracruz principalmente.

Sus historias recién comienzan a ser visibilizadas gracias a los testimonios que aportaron de manera anónima a la página de Facebook “Mi trabajo cuenta” a cargo de la asociación civil Nosotrox, una de las organizaciones que les reconoció desde 2018 para la defensa de sus derechos laborales. La página cuenta con 32 mil seguidores.

Así narraron sus experiencias. “Con tristeza les puedo decir que a mí, desde que empezó la pandemia, no he salido. Falleció mi hija y no pude ir a despedirla porque en primera no permitían más de dos personas en su cremación; y en segunda porque mis patrones sí me dejaban, pero estaban muy nerviosos que me fuera a contagiar ¡Son tantas emociones a la vez estando encerrada! Solo porque tengo a mi hija aquí conmigo es lo que me da consuelo y tengo que aguantar, ya que hay muchas compañeras sin empleo y me da miedo quedarme desempleada y enfermarme, o que mi hija se enferme. Ya perdí una ya no podría resistir otra perdida más, entonces sigo aquí trabajando sin salir más que los domingos porque voy a misa o a la tienda”.

“Desde mayo mi empleador me descansó sin sueldo. Le mando mensajes y nada más los lee y me dice que no me ha molestado. Claro, cómo él es doctor y tiene su sueldo seguro, pues no le importa si estoy bien económicamente. Yo tengo 8 años trabajando”.

“En mi caso yo trabajaba con una contadora, tengo 6 años con ella y yo soy la que ha llevado el trabajo más pesado de su casa... Me dijo que ella me hablaría para que fuera, pero no me ha hablado. Era mi único ingreso y ahora que me enfermé le pedí ayuda, aunque sea para comer y me dejó en visto… ¿Por qué son así, si nosotras somos leales?”.

“Mis patrones no me ayudaron económicamente los primeros meses de la cuarentena; y ahora que regresé estoy trabajando medio tiempo y solo me pagan los días que trabajo. Además, me quitaron el servicio del seguro social. Por supuesto, no me van a pagar la prueba covid”.

ADIÓS… SIN GRACIAS

Andrea Santiago, directora ejecutiva de Nosotroxs sabe de lo que habla. Durante tres años y medio encabezó “Trabajo digno”, uno de los proyectos de este colectivo que busca reivindicar el valor del trabajo doméstico y los derechos que conlleva. En entrevista con La Silla Rota enlista “en México una de cada diez mujeres trabajadoras es del hogar. Y desde marzo muchas de ellas fueron despedidas por sus patrones sin recibir ningún tipo de liquidación, descansadas sin recibir ningún tipo de apoyo económico. Quienes residen en el lugar donde trabajan reportaron que los fines de semana no pudieron salir a sus casas. Y aunque hubo un decreto federal que prohibió que las trabajadoras del hogar fuesen a trabajar durante la pandemia, la realidad es que ellas continuaron trabajando por miedo a ser despedidas. No pudieron tomar las medidas de distanciamiento como el resto de la población”.

DOF - Diario Oficial de La Federación by La Silla Rota on Scribd

Anterior a la pandemia la fragilidad de esta labor saltó a la vista; ya eran consideradas como grupo vulnerable porque no se reconocían ni respetaban sus derechos además de ser discriminadas. Nosotrox documentó que 98% de ellas no tenía seguridad social y 63% no logró cubrir sus necesidades básicas por sus bajos ingresos. Sus contratos de trabajo no eran por escrito sino meros acuerdos verbales y esto les impidió un respaldo jurídico de ser necesario. Desafortunadamente, esta situación continúa. 

“Ha sido permanente”, refiere Andrea, “y la ‘normalización’ de esta desigualdad es la que las llevó a verse afectadas por la pandemia, sumado a la emergencia sanitaria y económica. De ellas, una de cada tres es jefa de familia, el covid impactó de forma negativa en su economía”.

- ¿Cuántas de ellas fueron ya afiliadas al IMSS?, se le pregunta.

-Menos del 1% el universo está inscrito en la seguridad social.

- Se resisten los patrones ¿no?

-Sí, por eso todavía no tenemos un gran porcentaje de inscripción. Lo que tuvimos en 2019 fue un avance histórico en el reconocimiento de sus derechos que por primera vez se plasmaron en las leyes federal del trabajo y seguro social. Sin embargo, aunque hay un programa piloto para su inscripción en el Seguro, la cifra de afiliadas es baja; por eso todavía no pueden gozar de acceder a servicios médicos, guarderías y posibilidad de jubilarse.

Marcelina Buendía quien encabeza el sindicato que las representa, informó al gremio sus derechos durante la pandemia.

El Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO) y el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) continúa en el reconocimiento de sus conquistas laborales básicas. En mayo 2019 lograron su inclusión al IMSS bajo un programa piloto, como resultado de una sentencia de la Corte; también lograron ser reconocidas en la Ley Federal del Trabajo. Y recién lanzaron un comic para explicar su causa, en el que destaca una frase: “eres trabajadora del hogar, no aceptes nombres despectivos”.

¿Y QUIÉN VE POR MÍ?

Durante la pandemia las empleadas del hogar que conservaron su trabajo no quedaron al margen del covid. “Tenemos casos de trabajadoras que fueron contagiadas en casa mientras trabajaron”, relata Andrea. La explicación es lógica: sin confinamiento (por necesidad), quedaron expuestas a contraer el virus por sus traslados en transporte público. “Y eso es grave porque no tuvieron acceso a servicios de salud ni ahorro para pagar medicamentos. En algunos casos patrones las apoyaron; en otros casos no, lo único que tenemos por ahora son testimonios”. Estos fueron los breves relatos que compartieron en “Mi trabajo cuenta”.

“Ahora que regresé a trabajar llevo cambio de ropa; cuando llego me cambio y me tengo que bañar. Lo malo es que en el cuarto de servicio el agua siempre está fría. También yo llevo mi cubrebocas”.

“Cuando empezó la situación del covid-19 mi jefa nos descansó casi tres meses. Ahora que regresamos a trabajar nos está cobrando los días descansados pero con más días de trabajo. Me dijo que tenía que quedarme cinco semanas y accedí, pero es muy pesado porque aquí empezamos a trabajar desde las siete AM hasta las diez PM… ¿Está bien esto? ¿Me pueden asesorar?”

“Escribo desde Minatitlán Veracruz. Les cuento que debo la luz, el agua y mi hijo mayor se contagió de COVID y en lugar de recibir ayuda de cualquier tipo, nos discriminaron. Mi esposo y yo estamos sin trabajo y el gobierno no hace nada por nosotros. Los programas sociales siempre nos dicen que no cumplimos con los requisitos y esto me da mucho coraje... Por lo pronto debo de buscar sustento, ya que tengo una deuda de $5000.00, pero espero en Dios que pueda encontrar algo”. 

Aunque mínimos, las empleadas del hogar también relataron un par de experiencias positivas.

“Hace poco me contactó una señora para que trabajara con ella, y se ofreció a pasar por mí a la parada de camión. Cuando termino mi turno ella me pasa a dejar. Es importante dar las gracias a esas señoras conscientes que te ayudan, para que tu puedas realizar tu trabajo. De esta forma la ayuda es mutua, Dios las bendiga”

“A mí me dió Covid19 y mis empleadores pagaron el hospital particular y me marcaron para saber cómo estaba. Yo estuve con ellos en los peores momentos y me demostraron que son buenas personas”.

CUARÓN S.O.S

Durante la pandemia el cineasta Alfonso Cuarón apoyó a las trabajadoras del hogar con la realización de un spot que buscó exhortar y concientizar a los empleadores, del respaldo laboral que debía dárseles. Aunque su mensaje tuvo repercusión en la prensa, Nosotrox explica que todavía falta mucho por trabajar porque aún no se concreta el registro de las relaciones laborales entre trabajadores y empleadores.

“No hay un padrón que nos permita identificar y monitorear la situación del sector frente a la pandemia. Hay voluntad, pero somos críticos: no hubo ningún apoyo por parte del gobierno federal para este sector. Los famosos créditos de la palabra para brindar un solo apoyos a las trabajadoras del hogar, fue solo aquellas que estaban inscritas en el IMSS, es decir menos el 1%. Y pese a nuestra insistencia de que debían extenderlo y pese a nuestra presión, no hemos recibido respuesta. Dejaron desprotegido a uno de los grupos más vulnerables”.

La escena fue similar en el terremoto de 2017 cuando muchas trabajadoras del hogar se vieron afectadas. “Fue muy difícil canalizarlas a las ayudas porque no se les puede identificar, darles seguimiento, ver cómo están evolucionando las cifras de empleo y desempleo. Ante la falta del registro laboral lo que tenemos es una incapacidad para justamente saber con datos duros y estadísticas de cómo les está yendo. Los únicos testimonios que respaldan su vivencia son los que nos hacen llegar. Y ahí aprovechamos para difundir sus derechos”, precisa.

En este momento el escenario se resume en: quienes sí pudieron regresar a sus trabajos, pero no se les compensó económicamente por el tiempo que no laboraron. Quiénes se encuentran desempleadas. Y quienes, las menos, encontraron respaldo y apoyo económico de sus empleadores durante la pandemia.

“Pero han sido más los casos negativos; resume Andrea.

“En estos meses el sindicato se dedicó a temas de orientación jurídica para asesorarlas en caso de despido, sus derechos y cómo respetarlos. Hay mucha voluntad política con el actual gobierno, pero falta más. Nos han recibido en diferentes secretarías para conversar y avanzar en el tema, pero falta un compromiso mayor para que los derechos sean accesibles y no sólo están plasmados en las leyes”.

fmma