El 19 de octubre de 1970, hace 50 años, Lázaro Cárdenas del Río falleció víctima de cáncer. El legado del expresidente se encuentra más vivo que nunca luego que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo colocara como parte de la imagen institucional.
El general fue pieza importante en los últimos años de la Revolución Mexicana, fue líder nacional del Partido Nacional Revolucionario (PNR) que luego cambiaría a PRI, así como gobernador de Michoacán, secretario de Gobernación en el gobierno de Pascual Ortiz Rubio y de la Defensa Nacional en el de Manuel Ávila Camacho.
Sin embargo, su momento cumbre fue como Presidente de la República, convirtiéndose en uno de los últimos militares en ocupar este cargo.
El principal legado de su presidencia es la expropiación petrolera y la nacionalización de los ferrocarriles, que estaba en manos de empresas extranjeras. En consecuencia creó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
También destaca la reforma agraria con la que Cárdenas repartió 20 millones de hectáreas a un millón de familias campesinas. Así como la creación del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Otra de sus acciones destacadas como presidente fue el asilo que le dio a cerca de 40 mil exiliados españoles, quienes huían del país europeo a causa de la Guerra Civil.
Lázaro Cárdenas no solo ayudó a la República española, protestó en los foros internacionales cuando la Italia fascista invadió Etiopía y denunció al régimen nazi cuando incorporó a Austria -México fue uno de los pocos países que lo hizo- y cuando agredió a la entonces Checoslovaquia.
La creación de Los Pinos como Residencia Oficial del Presidente de la República también fue idea de Cárdenas del Río, hasta que López Obrador decidió convertirlo en un museo.
El legado de Cárdenas siguió con sus descendencia, particularmente con Cuahutémoc Cárdenas, quien incursionó en la política tras la muerte del general. Fue gobernador de Michoacán, uno de los fundadores del PRD, tres veces candidato a la Presidencia de la República y Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
El último heredero de la dinastía Cárdenas en la política, es Lázaro Cárdenas Batel, nieto del general, y hoy Coordinador de Asesores de la Presidencia de la República.
En la conmemoración del aniversario luctuoso en el Monumento a la Revolución, López Obrador, que ha retomado de forma constante el legado de Lázaro Cárdenas, lo consideró el mejor presidente del siglo XX. Por su parte, Cuauhtémoc lo definió como "la voz y consciencia del México profundo".
Con información de EFE y El País
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