El Sector Salud se ha deteriorado paulatinamente en los últimos dos sexenios y actualmente existe preocupación de pacientes y médicos sobre cuál será su futuro. Esa es la incertidumbre que se siente en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”, donde la atención en Urgencias ha ido a la baja durante el último sexenio y debido a la falta de recursos ahora las personas deben llevar sus insumos y medicamentos, aunque la población se queja de que cada vez les cuestan más dinero.
Ese es el caso de María Guadalupe Jiménez y José Ramírez, de 65 y 73 años respectivamente. Sentados en bancos, ambos esperaban afuera del área de Urgencias a que los fueran a recoger. En esta ocasión fueron al INER porque ella tiene un problema respiratorio y le tienen que hacer varios estudios.
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Ambos coincidieron en que la atención que les brindaron fue buena; sin embargo, manifestaron estar intranquilos ante la información que se dio a conocer la semana pasada sobre el riesgo en el que están los Institutos Nacionales de Salud por la falta de recursos necesarios para operar.
La tarde del viernes, La Silla Rota dio a conocer que la Secretaría de Hacienda descongeló los 2 mil 400 millones de pesos del presupuesto que le corresponde a los Institutos. Incluso el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, destacó que no hubo “ni recorte, ni congelación, ni mucho menos acciones en contra”.
Aunque esta posible crisis parece haber sido contenida, lo cierto es que al interior de los institutos existen carencias de medicamentos, insumos y personal que provocan que no puedan operar al 100%.
Al ser cuestionada sobre esta situación, Guadalupe responde en tono de molestia: “claro que sí me preocupa, imagínese, con los medicamentos, que todo nos lo han subido tanto, que de un mes a otro hay medicamentos que nos suben 200 o 300 pesos, es injusto”.
La preocupación para esta pareja de la tercera edad es doble, ya que José también recibe atención médica en el Hospital General, a donde acude desde hace dos años porque está en tratamiento contra el cáncer. “Uno que está viejo, sin trabajar, imagínese qué voy a hacer, no tengo Seguro Social, no tengo ISSSTE, no tengo nada”, comenta él con angustia.
Ojalá que todo mejore, por los jóvenes principalmente, porque a mí como sea, los tres días que me quedan de vida, pero por todos los niños y jóvenes del país”, destaca don José.
La situación se ha deteriorado durante los últimos dos sexenios y se agudizó en lo que va de la administración actual. Datos obtenidos por La Silla Rota con base en la Ley de Transparencia, muestran que de 2012 a la fecha disminuyeron los servicios de atención en el área de Urgencias del INER, que pasaron de 22 mil 564 consultas a 12 mil 936 en 2018, es decir, 9 mil 628 menos.
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Respecto a intervenciones quirúrgicas también hubo una disminución, pero menor. En 2016 hicieron 2 mil 226 cirugías, la cifra bajó a 2 mil 105 en 2017 y después cayó a 2 mil 62 en 2018. El panorama no parece mejor para 2019, ya que en el primer trimestre realizaron 423, cuando en ese periodo del año pasado hicieron 515.
El presupuesto es el principal problema de los Institutos de Salud, porque aunque han aumentado, también lo han hecho los gastos que tienen. Por ejemplo, en 2013 el INER tenía un presupuesto de mil 32 millones 108 mil 320 pesos y su gasto de operación fue de 437 millones 317 mil 418. En 2018 se le otorgaron mil 567 millones, 185 mil 588 y ejerció 626 millones, 121 mil 405 pesos.
Falta de recursos ya pegó en prestaciones de trabajadores
Para este año, al INER se le otorgó un presupuesto de mil 616 millones 66 mil 687 pesos, de los cuales había ejercido 53 millones 401 mil 905 pesos hasta marzo; sin embargo, le había sido congelado 104 millones 769 mil 630 pesos. El Instituto alertó que estos recursos faltantes pegarían directamente en los trabajadores, ya que se reducirían los estímulos e ingresos, lo que a la vez tendría un impacto negativo en los pacientes.
Esta situación ya se vive al interior del hospital, declararon médicos practicantes quienes pidieron que no se publicara su nombre. Explican que la situación financiera del Instituto es un tema del que todos hablan diario y que han notado la falta de recursos de forma paulatina.
En cuanto a medicamentos sí he visto deficiencias, en ocasiones no hay abasto para todos los pacientes, y se manda comprar. Hace dos meses nos tocó ver que el hospital ponía el material, pero ahorita la mayoría de las veces los pacientes llegan con sus medicamentos, con materiales y es lo que se supone que está preestablecido, que el paciente entre con su bolsita de medicamentos y con lo que va a utilizar en la cirugía”, menciona uno de los jóvenes médicos.
Añade que la situación no le sorprende porque antes estuvo en el Hospital General de Chimalhuacán, en donde asegura que había más carencias de todo tipo.
#VIDEO Pacientes del INER deben llevar sus propias medicinas incluso para recibir atención en Urgencias #CrisisEnSalud https://t.co/7R81H9Hsnm pic.twitter.com/KUNXdSc67I — La Silla Rota (@lasillarota) 27 de mayo de 2019
Respecto al personal, ellos contaron que desde que llegaron al INER, a principios de año, los trabajadores ya habían colocado lonas y carteles en los que pedían que les dieran las prestaciones que les corresponden como utilidades, vacaciones y aguinaldo que no les habían pagado.
“Actualmente no sabemos cómo vaya a afectar, pero a mediados de abril fue cuando ya les habían quitado los bonos de puntualidad, asistencia y todas esas prestaciones que les daban anteriormente”, señala uno de ellos.
De acuerdo con los datos del INER obtenidos vía transparencia, éste es uno de los institutos en el que se ha recortado a menos personal, ya que de 2018 a 2019 el número de médicos cambió de 201 a 199, de enfermeras de 526 a 528, de residentes de 50 a 48 y de personal administrativo de 480 a 478.
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Sin embargo sí hay preocupación entre los trabajadores de todas las áreas, enfatiza una doctora del área de investigación quien prefirió mantener su nombre en el anonimato. Expresa que en donde ella está no les han dicho nada sobre los problemas financieros, pero sabe que ya se están realizando acciones para tratar de paliar la situación.
“Sí hay preocupación en los investigadores, por eso están yendo a reuniones, para mediar con los estratos que están más arriba. Nuestra preocupación es que hubiera menos recursos, porque la investigación se pararía, no habría ya productividad y el país, quieras o no, se vendría para abajo porque varios de los artículos que nosotros nos encargamos de publicar son a través de esos recursos que nos dan y nos podrían quitar”, dice la especialista.
Los pacientes incluso defienden a los médicos y su trabajo, como Georgina Gutiérrez, de 49 años, quien llegó al INER hace dos años para que la atendieran en la clínica del sueño. Ella afirma que en este tiempo la atención que ha recibido es muy buena.
Deberían de dar más presupuesto para la salud, es lo que necesitamos la gente, tener los recursos para que nos atiendan y nos ayuden a salir adelante de las enfermedades y si quitan recursos, pues también los doctores no son magos para hacer milagros, necesitan tener los recursos, los materiales y la remuneración debida para ellos”, destaca.
“Veo las mantas que tienen, dándonos a conocer a los pacientes la situación por la que están pasando, porque sino de qué otra forma nos enteraríamos. Hay una lona adentro diciendo que se está recortando el presupuesto”, señala Georgina, quien dice que el dinero que se ha malgastado en otras áreas mejor debería de aplicarse en el Sector Salud para apoyar a toda la población que lo requiere.
Aunque es derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social, ella va al INER porque el tiempo para que la atendieran es menor, aunque tiene que pagar un poco más que las otras personas por los servicios que le brindan
“Si no pudiera venir aquí, pues tendría que resignarme al servicio que me dan en el Seguro Social, que ciertas áreas son muy buenas, pero hay otras que tiene que esperar uno meses para que le lleguen las citas y ese es el mayor problema en el Seguro Social, el esparcimiento en las citas”, indica.
djh