Primero en Tamaulipas, ahora en Coahuila, el cártel del Noreste y su brazo armado autonombrado la “Tropa del Infierno” ha protagonizado en los últimos meses diversos hechos violentos donde la muerte es una constante provocando bajas o siendo ellos quienes las padecen.
Una imagen que se ha vuelto constante de estos enfrentamientos han sido los llamados “monstruos”, camionetas alteradas por los criminales para atacar a las fuerzas del orden.
Tanto en Nuevo Laredo como en Villa Unión estás han aparecido en los escenarios de los sangrientos enfrentamientos.
Desde mediados de este año comenzaron a circular en redes sociales videos de estas narco camionetas circulando por calles tamaulipecas.
Parecidas a los vehículos militares, estos “monstruos” son de colores oscuros: negros, grises e incluso verde.
Son, además, modificados con un blindaje artesanal para hacerle frente a las autoridades, incluso agregándoles armas de grueso calibre como la Barrett 50. Presume en ocasiones vidrios polarizados y llantas antiponchaduras.
Por si fuera poco, estos “monstruos” cuentan con leyendas como “cártel del Noreste” o la “Tropa del Infierno” para hacerse identificar, ya sea colocada en la parte trasera o en los costados de los vehículos.
Los sicarios también fabrican placas con las mismas leyendas para colocarlas en las puntas de las camionetas.
Han aparecido, por ejemplo, durante un enfrentamiento realizado el pasado 23 de julio, cuando elementos del Ejército abatieron a cuatro elementos del cártel del Noreste. Uno de los vehículos donde viajaban los delincuentes chocó con una casa.
También fueron vistas el pasado 21 de agosto de igual manera en Nuevo Laredo, cuando un grupo armado atacó a elementos de la Policía Estatal de Tamaulipas, así como a una ambulancia que llegó a auxiliar a los uniformados atacados.
Esos mismo monstruos aparecieron en el enfrentamiento que policías tamaulipecos tuvieron con miembros del cártel del Noreste, de nueva cuenta en Nuevo Laredo, el 27 de agosto, donde fueron abatidos siete sicarios, entre ellos un menor de 16 años apodado como “Juanito Pistolas”, quien perdió la cabeza por el poder de las armas de fuego.
Ahora, aparecieron en Villa Unión, Coahuila, donde miembros de la “Tropa del Infierno” intentaron tomar dicho municipio, hechos que han dejado hasta el momento 23 muertos.
Que el cártel del Noreste sea la organización que cuente con estos “monstruos” no es una novedad. En años anteriores, “Los Zetas” fueron los pioneros en utilizar “Narcotanques”.
Estos eran utilizados para trasladar de forma segura la droga había la frontera con los Estados Unidos, e incluso combatían a bandas rivales y a las mismas autoridades.
Eran construidos por los mismos narcotraficantes, usaban camiones de volteo, tractocamiones, camiones de valores y demás vehículos pesados como base.
Forrados con placas de metal de una pulgada de grosor, que resisten hasta el calibre 50, y modificados en su interior para llevar, además de la droga, sicarios y así responder ataques armados.
Los “narcotanques” también tenían pequeñas ventanas estratégicas para disparar sin salir del vehículo, con menor probabilidad de ser herido en un enfrentamiento.
“Los Zetas” utilizaban su conocimiento militar para convertir a simples vehículos pesados en monstruos de guerra.
Durante 2011 varias “fabricas” de “narcotanques”, así como diversos ejemplares, fueron aseguradas por las fuerzas federales.
Sin embargo, el Ejército aseguró que los “narcotanques” sólo eran “apariencia”, pues su construcción es “altamente vulnerable” a la capacidad de fuego de las Fuerzas Armadas.
El objetivo principal de los “narcotanques”, aseguraron, era un "intento desesperado de los delincuentes para proteger a su gente de las bajas ocasionadas por parte de personal militar".
Los puntos débiles en los tanques modificados eran, por ejemplo, vulnerabilidad a líquidos incendiarios, como las bombas molotov. Sin mencionar que su tamaño lo hacen poco maniobrables e identificables fácilmente.
La inutilidad y vulnerabilidad de estos “narcortanques” era tal que sólo con disparar las llantas, el vehículo podía quedar inservible.
El cártel del Noreste es una escisión del “Los Zetas” liderada por Juan Gerardo Treviño Chávez, alias "El Huevo", considerado por la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) como el último líder de zeta identificado en libertad.
Esta célula rebelde se disputa Tamaulipas con otras bandas criminales como "Los Zetas Vieja Escuela" y el cártel del Golfo.
“La Tropa del Infierno” es su brazo armado que dicha organización criminal ha creado para hacer frente a sus enemigos.
El líder de este brazo armado es un sicario identificado únicamente como "El Werko", versiones de la prensa local aseguran que este capo está casado con una sobrina de Miguel Ángel Treviño Morales, "El Z-40", y de Omar Treviño Morales, "El Z-42", líderes de "Los Zetas", ambos en prisión.
rgg