Cesar Eduardo García Martínez fue parte de la narco-política que inundó Tamaulipas a finales de siglo pasado y principios de este.
Apodado como “El Pollo”, García Martínez fungió para los dos bandos, el de la “Ley” y el de la delincuencia.
“El Pollo” fue elemento de la Policía Ministerial de Tamaulipas, pero tenía nexos con el cártel del Golfo.
García Martínez era el enlace entre el gobierno tamaulipeco y los narcotraficantes del Golfo.
Un hombre cercano a Osiel Cárdenas Guillen, en su momento líder del cártel del Golfo, también le hablaba al oído al exgobernador Tomás Yarrington.
Cesar Eduardo se encargaba de entregar los sobornos del cártel del Golfo a los políticos de Tamaulipas, entre ellos al propio Yarrington.
Sin embargo, en 2012, “El Pollo” se convirtió en testigo protegido de la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), también lo hizo para la extinta Procuraduría General de la República (PGR).
En esa posición, Cesar Eduardo dijo todo lo que sabía, principalmente la relación entre el gobierno de Tamaulipas y el cártel del Golfo.
Cárdenas Guillen y Yárrington Ruvalcaba alcanzaron el auge de su poder, criminal y político respectivamente, prácticamente al mismo tiempo.
No sería coincidencia, sino consecuencia de un pacto, según el relato de “El Pollo”, quien era identificado bajo el seudónimo “Oscar”.
El capo de las drogas habría financiado parte de la campaña electoral del político, para que este llegara a le gubernatura de Tamaulipas en 1999.
Operadores de Yarrington se reunieron con líderes del Cártel del Golfo en el restaurante La Mansión del Prado, en Reynosa, Tamaulipas, refirió García Martínez a la DEA.
El priista habría sido quien diera el primer paso para que se efectuara reunión, pues necesitaban encontrar recursos para su campaña “sin importar de dónde provinieran”.
Como producto del acuerdo, el Cártel del Golfo “donó” entre medio millón y un millón de dólares a la campaña de Yarrington.
Uno de los hombres encargado de realizar las reuniones era Juan José Muñiz Salinas, “El Bimbo”, quien fue director de Seguridad Pública en Reynosa. El 17 de abril de 2008 fue detenido al ser señalado como integrante del cártel del Golfo.
Tras la elección y Yarrington como gobernador electo, el cártel del Golfo y “Los Zetas” consolidaron en Tamaulipas su bastión del narcotráfico.
Cárdenas Guillen fue detenido el 14 de marzo del 2003 en Matamoros, Tamaulipas, por miembros del Ejército Mexicano y de la Procuraduría General de la República (PGR). Dos años después, en 2005, se concedió la extradición del capo a Estados Unidos, sin embargo, se efectuó el 19 de enero del 2007, cuando Yarrington ya no era gobernador de Tamaulipas.
Por su parte, Yarrington fue detenido en Italia el 19 de abril de 2017 y extraditado a Estados Unidos acusado de 11 delitos, entre ellos crimen organizado, importación de drogas, fraude bancario y evasión de impuestos.
“El Pollo”, por su parte, ingresó a la lista de los más buscados de las autoridades tamaulipecas, acusado de privación ilegal de la libertad y extorsión.
Tras la separación del cártel del Golfo con “Los Zetas”, García Martínez fue vinculado con estos últimos.
Luego, al darse la guerra interna en “Los Zetas”, Cesar Eduardo se habría unido a las filas del cártel del Noreste.
Sin embargo, “El Pollo” fue detenido en Monterrey, Nuevo León, por elementos de la Policía Federal y entregado a la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas.
RGG