El sistema financiero mexicano mantiene bloqueadas a 620 personas físicas y morales por su presunta relación con el terrorismo internacional, principalmente con el grupo Al-Qaeda y talibanes, además de uno de los supuestos dirigentes del Estado Islámico (EI).
México no permite realizar transacciones bancarias a algunos personajes de Iraq, Irán, Uganda, Bosnia, Corea del Norte y República Democrática del Congo, entre otras naciones, de acuerdo con un listado de la secretaría de Hacienda y Crédito Público, actualizado el 6 de abril de 2015.
En el listado se puede identificar a tres de los “terroristas más buscados” por el Federal Bureau of Investigation (FBI): Isnilon Totoni Hapilon, Abdul Rahman Yasin y Saif al-Adel.
La información proporcionada forma parte de una lista del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y en aparecen bancos, constructoras, universidades, fundaciones de beneficencia, empresas armamentistas y nucleares.
Tonoti Hapilon fue incluido en la lista del 6 de diciembre de 2005 como persona asociada con Al-Qaeda, Osama Bin Laden o los talibanes, por participar en la financiación, planificación, preparación o comisión de actos ejecutados por el grupo Abu Sayyaf, de acuerdo con el Consejo de Seguridad de la ONU.
Sobre él, el FBI afirma que fue acusado en el Distrito de Columbia por su presunta participación en actos terroristas contra ciudadanos estadounidenses y otros extranjeros en los alrededores de la República de Filipinas. Hapilon supuestamente sirvió como segundo al mando de la organización terrorista de Abu Sayyaf. Este grupo armado presuntamente tomó como rehenes a ciudadanos extranjeros y cometió actos violentos en contra de ellos.
Rahman Yasin fue incluido en la lista el 17 de octubre de 2001, por participar en la financiación, planificación, facilitación, preparación o comisión de actos o actividades ejecutadas por Al-Qaeda, Osama Bin Laden y los talibanes, o realizadas bajo su nombre, junto con ellos o en apoyo de ellos, por suministrar, vender o transferir armas y municiones.
Rahman Yasin es buscado por su presunta participación en un atentado terrorista en el World Trade Center, en la ciudad de Nueva York, el 26 de febrero de 1993, que dejó seis muertos y centenares de heridos.
Según el FBI, a Saif al-Adel, Estados Unidos lo acusa de participar en los bombardeos a las embajadas de ese país en Dar es-Salaam, Tanzania, y en Nairobi, Kenia, sucedidos el 7 de agosto de 1998.
Cabe destacar que también se puede ubicar a Tarkhan Tayumurazovich Batirashvili, uno de los líderes del Estado Islámico. Él fue “fichado” por la ONU el 23 de enero de 2015 por estar asociado con Al-Qaeda y participar “en la financiación, planificación, facilitación, preparación o comisión de actos o actividades ejecutados por el Estado Islámico de Iraq y el Levante (...), se le relaciona con el suministro, la venta o la transferencia de armas y material conexo [a esos grupos]”.
La información fue entregada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que en un principio se había negado a proporcionar los documentos (reservándolos por 12 años), por la “seguridad nacional”. Sin embargo, tras analizar las razones de la dependencia, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) ordenó su entrega.
El pasado 23 de noviembre se difundió un video en redes sociales titulado Sin tregua, que fue atribuido al Estado Islámico. En éste se amenaza a 60 países catalogados dentro de la Coalición Global contra el EI, grupo dentro del que ubican a México.
La advertencia fue tomada con humor por usuarios de redes sociales. Sin embargo, eso no debe ser visto con ligereza, explica Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, profesor de la Universidad de las Américas Puebla.
“México no puede eliminar la hipótesis del terrorismo internacional, y de que en algún momento podamos ser sujetos de ser utilizados como plataforma o como lugar para atentar contra objetivos de otros países o contra objetivos nacionales. Sin embargo, la probabilidad, hasta el momento, es baja”, comentó.
El profesor, experto con más de una década en temas de terrorismo y seguridad nacional en diversas instituciones civiles y militares mexicanas, explicó que los países están obligados a cortar las operaciones terroristas, y para eso necesitan acotar sus facilidades terrestres, identificar a los financiadores privados, lograr la coordinación de inteligencia internacional y, sobre todo, cortar los modelos de flujo bancario a través de personas físicas o morales.
En cuanto a empresas o instituciones, el gobierno mexicano tiene en su lista de bloqueos, por ejemplo, a la Fundación Benéfica Al-Haramain, con sedes en Indonesia, Pakistán, Somalia, Kenia y Tanzania, entre otros países, por hallarse asociada con Al-Qaeda, Osama Bin Laden o los talibanes, y por participar en la financiación, planificación, facilitación, preparación o comisión de actos o actividades ejecutados por Al-Qaeda.
También está la Benevolence International Foundation [Fundación Internacional de Benevolencia], que se presenta como una organización sin fines de lucro para llevar ayuda humanitaria a diversas partes del mundo, con operaciones en Bosnia, Chechenia, Pakistán, China, Rusia y otras naciones, pero que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha ubicado como una organización de apoyo terrorista.
En la relación hay al menos un par de bancos, como el Bank of East Land, que, según Naciones Unidas, fue incluido en la lista el 22 de enero de 2013 “por participar en programas de la República Popular Democrática de Corea relacionados con actividades nucleares, otras armas de destrucción masiva y misiles balísticos, o prestarles apoyo incluso por otros medios ilícitos”.
El listado incluye también a la Universidad Malek Ashtar que, según el Departamento de Estado de EU, es parte del sistema de proliferación de misiles en Irán.
A la par se hallan bloqueadas en México y en buena parte del mundo las cuentas de la Organización de Energía Atómica de Irán y el Grupo Industrial de Misiles de Crucero, también conocido como Grupo Industrial de Misiles de Defensa Naval.
Finalmente, entre los personajes bloquedos en México aparece Jean-Marie Lugerero Runiga, líder del Movimiento 23 de Marzo (M23), un grupo rebelde militar que opera en algunas áreas de la República Democrática del Congo.
Con información de El Universal
glc