El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó este día sus amenazas contra medios de comunicación críticos de su gobierno al sugerir la revocación de licencias de transmisión.
Esta nueva ola de amenazas se da luego que la cadena ABC suspendiera indefinidamente el programa nocturno 'Jimmy Kimmel Live!', tras declaraciones del presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr.
Carr, aliado del presidente, expresó públicamente que las estaciones afiliadas a ABC debían tomar medidas contra el conductor. Horas más tarde, la cadena retiró el programa. Trump reaccionó en su red Truth Social y escribió: “Felicitaciones a ABC por finalmente tener el coraje de hacer lo que se debía hacer”.
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La suspensión del programa ocurrió dentro de una serie de acciones dirigidas a condicionar el funcionamiento de medios críticos al gobierno. El episodio se suma a una tendencia de presión contra cadenas de televisión, editoriales, y emisoras públicas.
Durante su administración actual y también en campañas anteriores, Trump dirigió llamados a la FCC para quitar licencias a medios que considera “deshonestos” o “enemigos del pueblo”.
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Trump contra los medios
Contexto: En 2017, luego de una publicación de NBC News, Trump expresó su molestia y cuestionó el derecho de esa cadena a operar. En 2023, acusó a NBC de “traición” en un mensaje en su red social y reiteró su intención de limitar el uso de las ondas públicas por parte de medios que lo critican.
Desde entonces, inició demandas por difamación contra The New York Times, The Wall Street Journal y la editorial Penguin Random House. Además, promovió el retiro de fondos federales a medios públicos como NPR y PBS.
Estas decisiones buscaron alterar la relación entre prensa y poder político. La FCC, bajo el liderazgo de Carr, ha respondido a las declaraciones del presidente con acciones alineadas a esas instrucciones.
En entrevistas y redes sociales, Trump ha cuestionado la imparcialidad de diversas cadenas y ha sugerido que sus permisos de transmisión deben retirarse si no respaldan su agenda.
Casos señalados por el gobierno
El programa de Jimmy Kimmel fue suspendido luego de comentarios en los que el conductor relacionó al movimiento MAGA con el asesinato de Charlie Kirk. Carr calificó esas expresiones como “la conducta más enferma posible”. Cadenas afiliadas a ABC, como Nexstar y Sinclair, anunciaron de inmediato que no emitirían el programa.
CBS también recibió presión. En semanas anteriores, canceló The Late Show with Stephen Colbert tras llegar a un acuerdo de 16 millones de dólares en un caso de difamación presentado por Trump. El presidente celebró esa cancelación y anticipó que Kimmel sería el siguiente.
Trump también dirigió críticas a NBC, donde solicitó el retiro de los programas conducidos por Jimmy Fallon y Seth Meyers. Carr, en paralelo, sugirió una revisión del contenido de The View, transmitido por ABC.
Los recortes a NPR y PBS continuan en la actual legislatura. Legisladores afines al presidente citaron sesgo ideológico como justificación. La reducción presupuestaria afectó la capacidad operativa de ambas emisoras.
Declaraciones y postura oficial del presidente
Trump declaró que Jimmy Kimmel “no es una persona talentosa” y que su suspensión respondió a “malas calificaciones”. Añadió que “NBC y otras compañías corruptas no deberían tener derecho a usar ondas de EU, GRATIS”. En su criterio, estas redes actúan como “brazos del Partido Demócrata”.
En otras ocasiones, el presidente expresó que “la autoridad es total” cuando alguien ocupa la presidencia. Con base en esta afirmación, ha defendido su intención de dirigir organismos independientes bajo su control.
En foros públicos y publicaciones, Trump ha planteado que medios que lo critican no deben operar con licencias federales. También ha argumentado que su gobierno debe definir qué contenidos circulan en televisión abierta y radio pública.
La vicepresidencia, el gabinete y la dirección republicana en el Congreso no han expresado desacuerdo con esas posiciones. Brendan Carr, desde la FCC, replicó y respaldó esos criterios en comunicados oficiales.
Reacciones institucionales y opositoras
Diversas organizaciones, como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), y la comisionada demócrata de la FCC, Anna Gomez, rechazaron las recientes decisiones del gobierno. Gomez afirmó que la Primera Enmienda no autoriza a la FCC a intervenir en el contenido de los medios.
El sindicato SAG-AFTRA también se pronunció. Calificó la suspensión de Kimmel como una medida que busca “silenciar voces incómodas”. El gremio exigió el respeto al ejercicio independiente del periodismo.
Legisladores del Partido Demócrata alertaron sobre lo que llamaron un “efecto paralizante” en los medios. Consideraron que las cadenas con negocios pendientes ante la FCC podrían autocensurarse para no recibir represalias.
Algunos especialistas identificaron estas acciones como formas de “jawboning”, es decir, presión indirecta del gobierno sobre empresas privadas, sin emitir órdenes formales pero con consecuencias económicas claras.
Controles y herramientas de emergencia
Fuentes del Congreso confirmaron que la administración revisa documentos de emergencia conocidos como PEADs (Presidential Emergency Action Documents). Estos manuales otorgan al presidente la capacidad de tomar control de medios, comunicaciones y estaciones de radiodifusión bajo ciertas condiciones.
El Departamento de Seguridad Nacional, bajo la dirección del gobierno, también participa en el seguimiento de transmisiones. La fiscal general Pam Bondi mencionó que su oficina evalúa perseguir lo que llamó “discurso de odio” en medios públicos y redes sociales.
Estas acciones despiertan preocupaciones en sectores jurídicos que alertan sobre el posible uso de mecanismos legales para criminalizar el disenso. Organismos de derechos civiles vigilan el desarrollo de estas medidas.
La propuesta del presidente para que agencias como la FCC dejen de funcionar como órganos independientes y pasen a responder directamente al Ejecutivo, generó reacciones en sectores reguladores.
Comparaciones con otros modelos de control mediático
Analistas y grupos defensores de la libertad de prensa trazaron paralelismos con gobiernos que concentraron el control de medios en el poder central. Mencionaron el caso de Hungría, donde el primer ministro Viktor Orbán logró someter al sector informativo mediante reformas legales y económicas.
El congresista John Larson expresó que Trump “busca eliminar todas las formas de disenso público” y que considera la Constitución “una sugerencia”. Legisladores opositores advierten que las presiones del Ejecutivo afectan la independencia de organismos como la FCC y el equilibrio democrático.
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En medios académicos y foros internacionales, se debate el uso de amenazas para condicionar el contenido periodístico. Investigadores consideran que esto representa una forma de censura indirecta.
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha emitido un comunicado oficial que responda a las denuncias de censura o control mediático. Sin embargo, el presidente continúa utilizando su plataforma para celebrar las decisiones tomadas por las cadenas que dejan de emitir contenidos críticos.
VGB
