Durante la cumbre de paz en Alaska, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entregó personalmente una carta de su esposa, Melania, al presidente ruso Vladimir Putin.
De acuerdo a información del New York Post, funcionarios de la Casa Blanca revelaron que la misiva expresaba preocupación por los informes de niños que estaban siendo retirados por la fuerza de los territorios ucranianos ocupados.
Contexto: las fuerzas rusas han secuestrado a decenas de miles de niños ucranianos desde el inicio de la invasión a gran escala de Putin en febrero de 2022, y muchos de ellos han sido adoptados por familias rusas o colocados en campos de detención.
El papel de Melania en el conflicto
Melania Trump es originaria de Eslovenia, un antiguo país comunista del sur de Europa que ha mantenido relaciones hostiles con Rusia debido a la invasión en curso del Kremlin.
Esta no es la primera vez que Melania intercede en favor de Ucrania; anteriormente ayudó a convencer a Donald Trump de aumentar el apoyo militar a Ucrania y de que Putin no había negociado de buena fe. Donald Trump mencionó en una conferencia de prensa en julio que, tras una conversación con Vladimir, Melania reaccionó diciendo: "Oh, ¿en serio? Otra ciudad (ucraniana) acaba de ser atacada".
La postura de Rusia
¿Por qué es importante este tema? El Kremlin afirma que ha llevado a los niños ucranianos para protegerlos del conflicto. Sin embargo, la Corte Penal Internacional (CPI) ha acusado a Putin y a la comisionada rusa para los derechos del niño, Maria Lvova-Belova, por presuntamente violar los Convenios de Ginebra. Es importante destacar que Estados Unidos no es signatario de la CPI, por lo que no está obligado a arrestar al presidente ruso si pisa suelo estadounidense.
La cumbre de Alaska
La cumbre de Alaska se llevó a cabo con la expectativa de Donald Trump de asegurar un alto el fuego entre los países de Europa del Este en conflicto, expresando optimismo de estar "bastante cerca de un acuerdo".
La conferencia de prensa posterior de Trump y Putin duró solo unos minutos, y los críticos advirtieron que Putin había utilizado la reunión para ganar tiempo y evitar más sanciones estadounidenses, y que la naturaleza ceremonial del evento solo sirvió para legitimar la posición del presidente ruso en el escenario mundial.
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Esta cumbre siguió a una reunión anterior en la que el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, malinterpretó una propuesta de Putin sobre una "retirada pacífica" de Ucrania de Jersón y Zaporiyia como una concesión de Rusia para retirar sus tropas.
lrc