Uno de cada cuatro niños y mujeres embarazadas en Gaza sufre desnutrición, denunció este viernes Médicos Sin Fronteras (MSF), que acusó a Israel de aplicar una "política del hambre" como táctica de guerra. La organización alertó sobre el incremento alarmante de pacientes con síntomas de malnutrición en sus clínicas.
En un comunicado, MSF advirtió que el "uso deliberado de la inanición como arma por parte de las autoridades israelíes en Gaza" ha alcanzado niveles extremos. Incluso "vemos el agotamiento y el hambre en nuestros propios compañeros”, afirmó Caroline Willemen, coordinadora de proyectos en la clínica de Ciudad de Gaza.
Desde mediados de mayo, el número de pacientes desnutridos se ha multiplicado por cuatro en dicha clínica, y en las últimas dos semanas, los casos de desnutrición severa en menores de cinco años se triplicaron. Actualmente, se reciben alrededor de 25 nuevos pacientes por día con signos de malnutrición.
Te podría interesar
MSF también denunció que las fuerzas israelíes y contratistas de seguridad privada han atacado a cientos de personas que buscan alimentos en los puntos de distribución operados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización respaldada por Israel y ligada a exmilitares estadounidenses.
"Estas distribuciones de alimentos no son ayuda humanitaria, son crímenes de guerra cometidos a plena luz del día y presentados al mundo con un lenguaje compasivo", aseguró el doctor Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF en Gaza.
"Quienes acuden a las distribuciones de alimentos de esa fundación saben que tienen las mismas probabilidades de recibir un saco de harina que de marcharse con una bala en la cabeza", agregó.
El hambre como arma de guerra en Gaza
De acuerdo con un artículo de BBC, más allá de las balas y los bombardeos, la guerra también se libra mediante el control de recursos básicos, ya que alimentos, agua y medicinas han sido históricamente utilizados como herramientas de sometimiento, y según organizaciones humanitarias y expertos, esta táctica se aplica hoy de manera sistemática en Gaza.
"La hambruna no es menos mortífera que las acciones militares y, en algunos casos, aún más cruel, ya que atenta contra la vida cotidiana de los civiles, convirtiendo la necesidad básica de supervivencia en un medio de 'presión' y 'sometimiento'".
En medio del asedio militar y los constantes bombardeos israelíes, se reportan muertes diarias por desnutrición, especialmente entre niños. La situación humanitaria se ha deteriorado a tal punto que agencias de la ONU califican los puntos de distribución de ayuda como “sádicas trampas mortales”.
Informes recientes de Naciones Unidas revelan que Gaza ha alcanzado la fase 5 de inseguridad alimentaria, el nivel más alto de la escala CIF (Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases), lo que implica riesgo de hambruna inminente.
Según los datos de mayo de 2025, cerca de 470,000 personas—una cuarta parte de la población—sufren hambre catastrófica, mientras el resto enfrenta condiciones de crisis o emergencia alimentaria.
Por su parte, la Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) niegan que exista una hambruna en Gaza, aunque admiten que podría desencadenarse.
“Una política calculada de inanición”
Para Jonathan Whittall, jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en los territorios palestinos, “lo que Gaza está presenciando no es sólo hambre, sino una política calculada de inanición".
OCHA, UNRWA, Oxfam y Save the Children coinciden en que más del 90% de la población gazatí enfrenta una lucha desesperada por sobrevivir. Según sus reportes, miles de niños corren riesgo de muerte por falta de alimentos y medicinas en una crisis "causada por el hombre".
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirma que la inanición se convierte en arma cuando se emplea para infligir daño directo a la población civil, alterando intencionalmente su acceso a alimentos.
- Diversas normativas del derecho internacional condenan estas prácticas:
- Convenios de Ginebra de 1949 y el Protocolo Adicional I (1977): prohíben el uso del hambre como método de guerra.
- Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998): considera crimen de guerra la inanición deliberada de civiles mediante el bloqueo de suministros esenciales.
- Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de la ONU (2018): condena explícitamente el uso del hambre como táctica bélica.
Según el abogado Hassan Al-Hattab, la situación actual en Gaza cumple con todos los elementos de un crimen contra la humanidad, al privar sistemáticamente a la población civil de medios esenciales para sobrevivir.
¿Qué significa “matar de hambre” en una guerra?
La expresión implica privar intencionalmente a una población civil de alimentos y agua, con el fin de presionar a sus autoridades o forzar su sometimiento militar o político.
Las prácticas asociadas incluyen la destrucción de cultivos, el desplazamiento forzoso de agricultores, ataques a infraestructuras de agua y agricultura, y el bloqueo o manipulación de ayuda humanitaria. Casos similares se han documentado en conflictos como Sudán, el Holodomor en Ucrania y Tigray, Etiopía.
El investigador Alex de Waal advierte que la hambruna es un "crimen sin perpetradores visibles", lo que complica la rendición de cuentas legal, especialmente cuando no existen órdenes directas o confesiones.
En muchos casos, los responsables de provocar hambrunas cuentan con respaldo de grandes potencias o están inmersos en equilibrios diplomáticos frágiles, lo que impide su procesamiento. La ayuda humanitaria, además, es a menudo politizada y utilizada como herramienta de control.
En el caso de Gaza, existen órdenes de arresto contra altos funcionarios israelíes, incluido el primer ministro Benjamin Netanyahu, pero estas no han sido ejecutadas debido a presiones políticas internacionales.
Contexto: Israel, cuya ofensiva comenzó después de los ataques contra Israel perpetrados por el movimiento islamista radical palestino Hamás (considerado una organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, así como por otros países), el 7 de octubre de 2023, enfrenta una presión internacional creciente sobre la dramática situación humanitaria en Gaza.
Hamás asesinó el 7 de octubre de 2023 a más de 1,200 personas, en su mayoría, civiles israelíes, y 251 personas fueron secuestradas y tomadas por esa organización terrorista como rehenes. De las 251 personas secuestradas por Hamás, al menos 49 aún siguen retenidas en Gaza por Hamás, y al menos 28 de los rehenes han muerto en cautiverio.
A finales de mayo, Israel flexibilizó un bloqueo total impuesto a principios de marzo sobre el enclave palestino, que ha causado graves carencias de alimentos, medicinas y otros bienes de primera necesidad.
Ante esta crisis, la BBC, Associated Press, Reuters y Agence France-Presse emitieron un comunicado conjunto para exigir el ingreso de periodistas a Gaza y alertar sobre la situación extrema que enfrentan sus colaboradores locales, quienes —al igual que la población gazatí— sufren hambre y no pueden cubrir sus necesidades más básicas.
"Instamos una vez más a las autoridades israelíes a que permitan la entrada y salida de periodistas en Gaza. Es esencial que la población local reciba alimentos en cantidades suficientes", señalaron esos cuatro medios de comunicación. Advirtieron que sus corresponsales, quienes han sido "los ojos y oídos" del mundo dentro del enclave, ahora enfrentan condiciones insostenibles.
La declaración se dio luego de que una asociación de periodistas de AFP denunciara que sus colaboradores están al borde del colapso. "Hemos perdido periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros entre nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto morir de hambre a un compañero. Nos negamos a verlos morir", se lee en el comunicado.
¿Por qué es importante este tema?
Este tema es importante porque expone una grave crisis humanitaria en Gaza, donde el hambre no es una consecuencia incidental del conflicto, sino una táctica de guerra sistemática, según organizaciones como Médicos Sin Fronteras y la ONU.
Uno de cada cuatro niños y mujeres embarazadas sufre desnutrición, y los casos de malnutrición severa se han multiplicado en pocas semanas. Esta situación, que cobra vidas a diario, afecta de forma desproporcionada a la población civil más vulnerable y vulnera directamente normas del derecho internacional humanitario.
Además, lo que ocurre en Gaza pone en evidencia cómo el acceso a alimentos y medicinas puede convertirse en un arma de control, presión y sometimiento en los conflictos contemporáneos. La negación deliberada de ayuda, los ataques a quienes buscan comida y el bloqueo de insumos esenciales no solo agravan la tragedia humanitaria, sino que también representan posibles crímenes de guerra y contra la humanidad.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA DE GOOGLE NEWS
gph