Hoy en día, en pleno 2025, preguntarle todo a la inteligencia artificial ya es parte del día a día de muchas personas, como en su momento lo fue Google. ¿Tienes una duda de tarea? ¿No sabes qué cocinar? ¿Quieres saber si esa oferta en línea vale la pena? Pues muchos simplemente le preguntan a la IA. Es rápida, está siempre disponible y no se cansa de responder.
Lo mejor es que ya no suena raro escuchar a alguien decir: “a ver qué dice la IA”, como si fuera un amigo sabio que siempre tiene algo útil que decir. Y aunque empezó como algo de curiosos, poco a poco esta costumbre ha ido transformando cómo aprendemos, cómo resolvemos problemas y hasta cómo tomamos decisiones importantes.
Hoy la IA es casi como ese amigo que todo lo sabe y nunca te deja en visto. Eso sí, también ha encendido el debate sobre si estamos dependiendo demasiado de ella. Pero por ahora, la tendencia de preguntarle todo a la IA no solo sigue fuerte… parece que va para largo.
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¿Por qué es importante saber que hacer ante el hipotético fin del mundo?
Contexto: Aunque pensar en el fin del mundo suena a trama de ciencia ficción, tener una idea de qué hacer en una situación extrema no está nada mal. No se trata de vivir paranoico, sino de estar prevenido por si la vida nos sorprende con algo serio. Saber a dónde correr, cómo contactar a tus seres queridos o tener a la mano lo básico para sobrevivir puede hacer una gran diferencia si algún día el caos se asoma, ya sea por un desastre natural o alguna otra emergencia fuera de nuestro control.
Además, cuando ya tienes un plan en mente, es más fácil mantener la calma. En lugar de entrar en pánico, puedes reaccionar con cabeza fría y tomar mejores decisiones. Es como cargar un paraguas cuando el cielo se ve dudoso: no sabes si va a llover, pero prefieres estar listo. Y lo mejor de todo es que, al estar preparado, también puedes echarle la mano a los que no lo están.
¿Según la IA, cuáles serían los lugares mas seguros ante un hipotético fin del mundo?
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Si alguna vez llegara el fin del mundo, la inteligencia artificial tiene su lista de lugares que podrían ofrecer algo de resguardo. Todo dependería del tipo de desastre: ¿una guerra nuclear? ¿colapso climático? ¿una pandemia o el impacto de un asteroide?
Cada escenario cambia las reglas del juego, pero hay países que aparecen una y otra vez como "bastiones de supervivencia". Lugares como Nueva Zelanda, Islandia y Noruega pintan bastante bien por su ubicación lejana, gobiernos estables, pocos habitantes y buenas condiciones naturales. Por ejemplo, Nueva Zelanda está lejos del caos geopolítico, tiene agua, comida y energía renovable... casi como el escondite perfecto.
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También suenan otras opciones menos obvias pero igual de interesantes, como Bután, allá en las montañas del Himalaya, famoso por su vida autosustentable, o Chile, que por estar tan al sur y tener recursos propios, se vuelve una opción atractiva. Canadá y Suiza también entran en la conversación por su buen manejo de emergencias, abundancia de agua y servicios médicos sólidos.
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Al final del día, los lugares más seguros tienen algo en común: están alejados del desorden global, son autosuficientes y están bien organizados. No hay sitio 100% a prueba de catástrofes, pero estar en un lugar con esos tres factores ya es una gran ventaja si algún día todo se sale de control.
LSHV