CONFLICTO ISRAEL - IRÁN

Atacar o no a Irán, el dilema de Trump

Donald Trump definirá en 2 semanas si EU interviene en el conflicto Israel-Irán; pese a la presión israelí para atacar el programa nuclear y la división republicana, sopesa la diplomacia frente a una posible escalada regional catastrófica

Escrito en MUNDO el

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra en una encrucijada, sopesando si su país debe unirse a Israel en la ofensiva contra Irán o mantenerse al margen. Su postura se ha mantenido ambigua, oscilando entre el apoyo incondicional a los ataques israelíes y un distanciamiento de ellos.

En medio la escalada bélica, Trump anunció que tomará una decisión sobre la participación de Estados Unidos en el conflicto dentro de dos semanas. Esta decisión se basa en la "sustancial posibilidad de negociaciones que pueden o no tener lugar con Irán en un futuro próximo".

La Casa Blanca ha enfatizado que Trump cree que la diplomacia sigue siendo una opción con Irán. Sin embargo, Israel ha expresado que su paciencia tiene un límite y que, si Estados Unidos no actúa, considerarán atacar el complejo nuclear de Fordow de forma independiente.

Además de la presión de Israel para que Estados Unidos tome un papel más activo a su favor en la guerra contra Irán, algunas voces dentro de EU también presionan para que el presidente se decida a favor de una intervención militar, siendo el principal argumento para ello que Irán "no puede tener una bomba nuclear", como ha reiterado el propio Trump.

Bajo ese argumento, funcionarios israelíes y algunos asesores de Trump insisten en un ataque decisivo contra las instalaciones nucleares iraníes, como la planta de Fordow (ubicada a 90 metros de profundidad en una montaña cerca de Qom). Para destruir Fordow, se requeriría una bomba antibúnker de 30,000 libras (aproximadamente 13,000 kg), que solo los bombarderos B2 estadounidenses pueden transportar.

Israel, un aliado clave de Estados Unidos, ha presionado constantemente para que Washington intervenga, argumentando que la participación estadounidense podría acortar el conflicto y asegurar el objetivo de eliminar la amenaza nuclear iraní. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que los ataques israelíes estaban "totalmente coordinados" con Estados Unidos y ha elogiado el apoyo de Trump.

Existe un sector "intervencionista" dentro del Partido Republicano, incluido el senador Lindsey Graham, que incita a Trump a atacar a Irán, argumentando que impedirle obtener una bomba nuclear es de interés para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Argumentos en contra de la intervención de EU

En contra de la intervención de EU en el conflicto entre Israel e Irán están el frente "Estados Unidos Primero" y el riesgo de una escalada bélica de proporciones mayores. La posibilidad de involucrarse en otro conflicto armado ajeno a EU ha generado una fuerte oposición, especialmente desde el ala "aislacionista" del movimiento "Make America Great Again" (MAGA):

Además, durante su campaña presidencial, Trump prometió mantener a Estados Unidos fuera de "guerras interminables y estúpidas" en Medio Oriente. Involucrar a Estados Unidos se vería como una ruptura con este enfoque de "Estados Unidos Primero".

A ello se suma que periodistas como Tucker Carlson y figuras políticas como la congresista Marjorie Taylor Greene y el exestratega Steve Bannon, leales a Trump, han expresado rotundamente su oposición a la intervención, argumentando que arrastraría a soldados estadounidenses a una guerra que no es suya.

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Riesgos catastróficos 

El viceministro de Asuntos Exteriores de Irán, Said Hatitzabe, ha advertido que si Trump decide atacar, "se desatará el infierno en toda la región".

Expertos han señalado que el uso de armas nucleares tácticas, aunque descartado por Trump para Fordow, sería "catastrófico" y podría llevar a una proliferación nuclear incontrolable en la región, afectando las bolsas y la economía mundial.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) ha expresado su preocupación por posibles liberaciones radiológicas si los ataques israelíes a las instalaciones nucleares iraníes, como la central nuclear de Bushehr, continúan.

Irán ya ha amenazado con atacar bases estadounidenses en la región y cerrar el estrecho de Ormuz si Washington se une a los ataques, lo que podría provocar un choque sostenido en los precios del petróleo a nivel mundial.

Trump ha desestimado las evaluaciones de su propia Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, quien testificó que la comunidad de inteligencia estadounidense no tenía pruebas de que Irán estuviera construyendo un arma nuclear, a lo que Trump respondió "Ella está equivocada".

Bombardeos entre Israel e Irán: EFE | Archivo

La vía diplomática y la ambigüedad de Trump

A pesar de las amenazas, Trump ha mantenido abierta la puerta a la diplomacia. Irán, por su parte, ha afirmado que siempre ha estado dispuesto a negociar, incluso antes de que estallara la guerra. Sin embargo, también han declarado que no conversarán con Estados Unidos mientras Israel continúe sus ataques, ya que consideran a Washington "cómplice de los crímenes de Israel".

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán se reunió con sus homólogos europeos en Ginebra para conversar sobre el programa nuclear iraní y establecer una vía de regreso a la diplomacia. No obstante, las conversaciones concluyeron con pocas señales de progreso.

El enviado de Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, no asistió a estas reuniones, aunque la Casa Blanca confirmó que la comunicación entre Estados Unidos e Irán ha continuado.

La "teoría del loco", que sugiere que la imprevisibilidad deliberada coacciona a los adversarios, se ha utilizado para describir las tácticas de negociación de Trump. Su actual postura confusa y voluble refleja la complejidad de la situación y le otorga "margen de maniobra".

El objetivo del cambio de régimen Altos funcionarios israelíes y estadounidenses han sugerido públicamente que el objetivo final es el cambio de régimen en Irán y la eliminación del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Incluso se ha dicho que Estados Unidos "sabe exactamente dónde se esconde el llamado 'Líder Supremo'" y que es un "blanco fácil", aunque Trump ha descartado "eliminarlo" por ahora.

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Sin embargo, Rusia ha advertido que hablar de cambio de régimen en Irán es "inaceptable" y que tal acción "abriría la caja de Pandora", desencadenando una "dinámica terrorífica" y el nacimiento de "estados de ánimo extremistas" dentro de Irán.

La decisión de Trump en las próximas dos semanas será crucial, no solo para Medio Oriente sino para el orden mundial, ya que determinará si se inclina hacia un enfoque militar o diplomático en uno de los conflictos más volátiles de la actualidad.

VGB