Este miércoles la Iglesia católica dio inició a una etapa de transición tras el arranque del cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, 133 cardenales de todas partes del mundo se encuentran desde esta mañana en una reunión a puerta cerrada en la Capilla Sixta para votar por el nuevo jerarca católico.
A lo largo de la historia se han realizado 76 cónclaves desde 1059; sin embargo, algunos han sido polémicos a continuación presentamos un recuento de los cónclaves más escandalosos.
Cónclave de 1314- El más largo y dividido de su época
Con la muerte del papa Clemente V en abril de 1314, la Iglesia quedó sumida en una profunda división interna. El cónclave para elegir a su sucesor se vio entorpecido por rivalidades políticas, especialmente entre cardenales franceses e italianos, en un contexto marcado por la fuerte influencia del rey de Francia, Felipe IV.
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El cónclave debía realizarse en Carpentras se trasladó a Lyon y luego a Aviñón, lo que complicó el proceso. Las tensiones escalaron al punto que hubo violencia entre facciones cardenalicias, y en un momento el cónclave se disolvió temporalmente sin llegar a una elección.
Tras más de 2 años sin consenso en 1316, bajo presión del nuevo rey de Francia, Luis X, se reanudó el proceso y los cardenales eligieron a Jacques Duèze, quien tomó el nombre de Juan XXII. Su elección marcó un periodo en el que los papas residieron en Francia y estuvieron bajo fuerte influencia de la monarquía francesa.
Cónclave de 1378 - El Gran Cisma de Occidente
Se trato de uno de los cónclaves más conflictivos. Tras la muerte papa Gregorio XI, los cardenales eligieron a Urbano VI, pero su temperamento autoritario causó gran rechazo. Un grupo de cardenales declaró inválida la elección y nombró a un nuevo papa, Clemente VII, quien se estableció en Aviñón, Francia. Esto dividió a la cristiandad en dos bandos: unos apoyaban al papa de Roma y otros al de Aviñón.
La situación se complicó cuando en 1409 cuando un tercer papa, Alejandro V, fue elegido en el Concilio de Pisa con la intención de resolver el conflicto, pero los anteriores no renunciaron. Por casi una década, tres papas reclamaron ser legítimos, lo que debilitó gravemente la autoridad de la Iglesia. El conflicto no se resolvió hasta el Concilio de Constanza (1414-1418), que logró deponer a los papas en disputa y eligió a Martín V como único pontífice legítimo.
Cónclave de 1492 – La elección de Alejandro VI
Para este cónclave convocado tras la muerte del papa Inocencio VIII, dos cardenales españoles figuraban entre los favoritos: Rodrigo de Borja y Pedro González de Mendoza.
Se trato de una elección envuelta en corrupción, sobornos y alianzas políticas oscuras. El resultado fue la elección de Rodrigo Borgia, un cardenal valenciano con una poderosa red de influencia dentro y fuera del Vaticano.
A Borgia se le acusó de comprar votos entre los cardenales, especialmente a través de promesas de cargos y tierras. Rodrigo, al convertirse en Alejandro VI, consolidó el poder de su familia dentro de la Curia romana. Su elección fue vista por muchos como un acto de nepotismo y decadencia moral dentro de la Iglesia.
Cónclave de 1903 – El veto del emperador a Rampolla
El cónclave de 1903 es uno de los más significativos del siglo XX, no por su duración ni por escándalos internos, sino porque fue el último en el que una potencia extranjera intentó vetar a un candidato al papado.
Tras la muerte del papa León XIII, se convocó un cónclave en julio de 1903. El favorito era el cardenal Mariano Rampolla del Tindaro, quien había sido secretario de Estado del papa fallecido y contaba con muchos apoyos dentro del Colegio Cardenalicio. Sin embargo, en un giro dramático, el emperador Francisco José I de Austria-Hungría ejerció su derecho de exclusión y vetó formalmente a Rampolla, alegando motivos políticos.
El veto fue comunicado por el cardenal Jan Puzyna de Przemysl, representante de los intereses austrohúngaros, lo cual causó consternación entre los cardenales. Aunque muchos se indignaron, la maniobra tuvo efecto: los votos a Rampolla disminuyeron, y Giuseppe Sarto, patriarca de Venecia, fue elegido en su lugar. Tomó el nombre de Pío X.
Una de sus primeras decisiones fue prohibir formalmente la injerencia de poderes civiles en futuros cónclaves, erradicando definitivamente el derecho de veto.
SUCESIÓN EN EL VATICANO – COBERTURA COMPLETA
Fumata negra, en la primera votación
Contexto: la primera votación del cónclave que comenzó este miércoles concluyó con una fumata negra, lo que significa que no hay mayoría de dos tercios entre los cardenales para elegir al sucesor de Francisco.
Los purpurados anunciarán el resultado con el color del humo de sus papeletas quemadas (y usando químicos) a través de una chimenea instalada en el tejado de la Sixtina: blanco es que habrá acuerdo; negro, que el cónclave continuará.
El nuevo pontífice deberá reunir al menos 89 votos, dos tercios de los 133 electores totales.
Cardenal decano omite mencionar a Francisco y desea suerte a Parolin
Un deseo de "suerte" al cardenal Pietro Parolin durante la misa de esta mañana en la basílica de San Pedro ha suscitado curiosidad, pues se escuchó pocas horas antes del cónclave que elegirá un nuevo papa y en el que el purpurado italiano se presenta como una de las grandes apuestas.
Las palabras pudieron escucharse en el momento de darse la paz en la misa "Pro eligendo pontifice", de boca del cardenal encargado de oficiarla, el decano Giovanni Battista Re.
En ese momento, el purpurado se dirige a Parolin, situado a su derecha en el altar, y le dice, separado del micrófono: "Suerte por partida doble" (auguri... doppi), entre sonrisas.
El vídeo ha corrido como la pólvora en las redes sociales y en los medios italianos, especulando con posibles interpretaciones: estos buenos deseos pueden ser por el rol de Parolin dentro del cónclave, encargado de dirigirlo, o ante la eventualidad de que sea elegido.
Re es el decano del Colegio Cardenalicio y, aunque no votará en el cónclave desde esta tarde debido a que supera los 80 años de edad, ha dirigido las reuniones diarias que los purpurados han mantenido en Roma en los días previos a esta cita.
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Giovanni Battista Re, el cardenal decano que oficio la misa ante los 133 purpurados que este hoy participan en el cónclave pidió que "sea elegido el papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo".
El cardenal decano recordó a los cardenales electores que "se preparan para un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial" y ante ello se debe abandonar cualquier consideración personal, y tener en la mente y en el corazón sólo al Dios de Jesucristo y el bien de la Iglesia y de la humanidad.