Cada que en la capilla sixtina se reúne el Colegio Cardenalicio para elegir al nuevo líder de la iglesia católica, a las afueras de ésta la expectativa se concentra en el color del humo que sale por la chimenea de El Vaticano.
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Y es que en el corazón de Roma, El Vaticano guarda tradiciones ancestrales que despiertan el interés mundial cada vez que se elige a un nuevo Papa. Entre estas, una de las más emblemáticas es la señal de humo emitida desde la Capilla Sixtina.
¿Humo blanco o negro, qué significa? A esto se le conoce como fumatas, que anuncia la selección de un nuevo Papa, y el color se logra gracias a la quema de las papeletas en el que cada eclesiástico da su voto.
¿Qué significa el humo negro y el humo blanco durante un cónclave papal?
Tradición y significado del humo
Cuando los cardenales se reúnen en cónclave para elegir al próximo pontífice, el mundo entero espera ansioso la señal de humo que emana de la Capilla Sixtina. Esta tradición, que data de siglos atrás, utiliza dos colores de humo para comunicar el progreso de la votación:
Humo negro: sin elección
El humo negro, conocido como fumata negra, indica que la votación no ha alcanzado el consenso necesario para elegir a un nuevo Papa. Esto ocurre cuando ningún candidato ha recibido los dos tercios de los votos. El humo negro se produce quemando las papeletas de la votación junto con productos químicos que generan esta tonalidad oscura. Para los fieles que esperan afuera, ver el humo negro significa que el proceso continúa y deben seguir esperando.
Humo blanco: tenemos Papa
El humo blanco, o fumata bianca, es la señal de que se ha elegido a un nuevo Papa. Este humo se produce quemando las papeletas junto con sustancias que generan una tonalidad blanca, y se acompaña del repique de las campanas de la Basílica de San Pedro. El anuncio de Habemus Papam (Tenemos Papa) pronto sigue a esta señal, y el nuevo pontífice se presenta al mundo desde el balcón de la Basílica.
Impacto y relevancia
La utilización del humo en el Vaticano no solo es una tradición histórica, sino que también simboliza la unidad y continuidad de la Iglesia católica. Cada cónclave es un evento de gran trascendencia, y la señal de humo es esperada con entusiasmo por millones de fieles y medios de comunicación globales.