Un testimonio de un exagente de la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador reveló la operación de un brutal grupo de exterminio, implicando directamente a un alcalde que se jacta de su íntima alianza con el presidente Nayib Bukele. El testigo, conocido bajo la clave de “Horus”, confesó ante la Fiscalía haber participado en 75 casos que dejaron un saldo de 97 víctimas mortales entre 2015 y 2020, publicó el diario digital El Faro.
La confesión, contenida en un documento de 220 páginas, señala al actual alcalde de La Paz Oeste y miembro del partido GANA, Salvador Menéndez, como el autor intelectual, financista y líder de facto de esta célula de muerte. Menéndez, quien ha sido reelecto cinco veces desde 2012 y es director departamental de GANA en La Paz, fue mencionado 141 veces por “Horus” por ordenar, financiar y pagar recompensas por 36 asesinatos.
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La macabra orden del "Patrón"
La narrativa de “Horus” revela que la motivación principal del alcalde para ordenar los homicidios era macabra y política: quería titulares. Buscaba que se hablara de su municipio, San Luis Talpa, con el fin de posicionarlo como uno de los más violentos y así obtener más recursos del FODES (Fondo para el Desarrollo Local).
Menéndez, a quien los agentes llamaban “El Patrón” o “Papá Chamba”, exigió una escena que fuera “relevante y llamara la atención de los medios de comunicación”. A finales de febrero de 2016, les dio una orden que paralizó al país: encontrar a unos pandilleros, decapitarlos y dejar sus cabezas en la entrada del pueblo.
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Horus relató que, tras ejecutar a los pandilleros de la MS-13 conocidos como Blazer y Burro y dejar sus cabezas bajo una ceiba, la escena acaparó los noticieros. Días después, el alcalde los recibió en su despacho con una sonrisa y un aplauso cínico:
“Los felicito, hijos. Excelente trabajo. Eso era lo que quería”.
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Mil dólares por cabeza
Según el testigo criteriado, Menéndez pagaba una tarifa fija de 1,000 dólares por cada ejecución. En total, el alcalde habría entregado 27,500 dólares al grupo de exterminio Halcón 32 por los 36 homicidios cometidos entre 2015 y 2018.
El dinero era entregado en sobres blancos con el logo de la Alcaldía Municipal de San Luis Talpa, a veces directamente en su oficina municipal o en las instalaciones de su presunto Hotel Estero y Mar. Además de los pagos, Horus acusó al alcalde de proveerles vehículos y armas ilegales, incluso afirmando que los gastos de alquiler de autos eran cubiertos con fondos municipales.
El grupo de exterminio operaba bajo un patrón sistemático: identificaban a las víctimas, simulaban un operativo policial, las trasladaban a cañales y las ejecutaban, para luego alterar la escena del crimen y hacerla pasar por un "enfrentamiento".
Impunidad y el vínculo con Bukele
La credibilidad del relato de Horus fue tal que el Tribunal Primero de Sentencia de Zacatecoluca condenó en diciembre de 2022 a sus tres compañeros policías a penas de hasta 180 años por homicidio agravado y desaparición forzada. El Tribunal calificó la confesión de Horus como la "sustancia para fundamentar toda la acusación".
Sin embargo, a pesar de la gravedad de las acusaciones y de ser nombrado 141 veces, sobre el alcalde Menéndez no pesa ninguna orden de captura.
Menéndez es un aliado clave del presidente Nayib Bukele. El respaldo político entre ambos data al menos de 2013, y el alcalde ha hecho público que Bukele es su "amigo y aliado". Incluso en 2019, Menéndez financió y organizó un mitin de campaña para Bukele en su municipio.
La falta de acción judicial ocurre en un contexto político tenso: el juicio y la condena se dictaron luego de que Bukele transformara el panorama judicial con la purga de jueces en 2021 y la sustitución ilegal del fiscal general Raúl Melara por Rodolfo Delgado, un aliado que ha sido acusado de "enterrar varios casos de corrupción".
Al ser consultado por El Faro sobre las acusaciones, Menéndez las desestimó dramáticamente, calificándolas de "una locura" e "imposible". El alcalde defendió que las declaraciones de “Horus” provienen de “un criteriado que se quiere hacer el interesante” y aseguró que nunca ha sido notificado oficialmente por ninguna autoridad. Poco después de estas declaraciones, Menéndez cortó la llamada, negándose a hablar sobre su relación con el presidente Bukele.
