Robert Preston Morris nació el 29 de julio de 1961 en Marshall, Texas. Con el tiempo se convertiría en una de las figuras más influyentes del cristianismo evangélico estadounidense. En el año 2000 fundó Gateway Church, en Southlake, Texas, congregación que creció hasta convertirse en una de las más grandes del país. Sus sermones se transmitían internacionalmente y varios de sus libros se volvieron bestsellers en círculos evangélicos.
Su influencia llegó a la política nacional: en 2016, Morris fue designado miembro del Consejo Asesor Evangélico de Donald Trump. En 2020 incluso participó en un encuentro con el entonces presidente, quien elogió públicamente su reputación y liderazgo religioso.
Pero su imagen, cuidadosamente construida, cayó abruptamente décadas después, cuando una mujer de Oklahoma decidió contar la historia que ocultó desde la infancia.
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La voz que rompió el silencio: Cindy Clemishire
En 2024, Cindy Clemishire, hoy de 55 años, publicó en un blog especializado en abusos eclesiásticos —The Wartburg Watch— que Morris había abusado de ella cuando tenía 12 años. El agresor era un evangelista itinerante que se hospedaba en su casa en Hominy, Oklahoma.
La primera agresión ocurrió durante la Navidad de 1982. Clemishire contó que llevaba una pijama infantil cuando Morris la invitó a su habitación y la tocó de manera inapropiada. Los abusos continuaron por cuatro años, según la Fiscalía de Oklahoma.
Cuando la niña relató lo sucedido en 1987 a líderes religiosos, la policía no fue contactada. En su lugar, la iglesia sometió a Morris a un “proceso de restauración”. Años después, líderes asociados intentaron ofrecer a la familia 25 mil dólares a cambio de un acuerdo de confidencialidad.
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El caso resurge y llega a los tribunales
Tras la denuncia pública, la Fiscalía de Oklahoma reactivó el caso gracias a una antigua ley estatal que detiene el límite legal cuando un acusado abandona el estado. En 2024, un gran jurado presentó cargos formales.
En octubre de 2025, Morris, de 64 años, se declaró culpable de cinco cargos de actos lascivos e indecentes con una menor. La jueza ordenó:
- 10 años de condena suspendida
- 6 meses de cárcel obligatoria en el condado de Osage
- Registro como delincuente sexual
- Pago de 250 mil dólares en restitución
- Supervisión en Texas mediante un acuerdo interestatal
Clemishire estuvo presente en la audiencia:
“No hay tal cosa como consentimiento de una niña de 12 años. Finalmente se ha hecho justicia”.
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Un legado marcado y una comunidad en silencio
Gateway Church declinó comentar sobre el caso. Morris, quien renunció a su liderazgo tras la denuncia de 2024, fue escoltado esposado fuera del tribunal.
Para muchos feligreses, la imagen del pastor carismático se ha fracturado de forma irreversible. Para su víctima, el proceso representa el cierre de una herida abierta por más de cuatro décadas.
Su historia —como la de tantos casos dentro de instituciones religiosas— subraya la urgencia de romper silencios, revisar estructuras de encubrimiento y proteger a quienes denuncian.
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LSHV
