"Tratarlas así, de esta manera extremadamente irrespetuosa, por decir poco...". Con estas palabras, el papa Leon XIV lamentó este martes el trato que reciben los migrantes que llevan una vida honrada en EU y condenó la violencia ejercida en algunos casos por parte de las autoridades.
El pontífice estadounidense pidió que se escuche a los obispos de ese país, quienes emitieron un mensaje contra la política de deportaciones del Gobierno de Donald Trump.
La dignidad debe primar, aunque haya estatus irregular
El papa Leon XIV explicó que debe buscarse la forma de tratar a las personas con humanidad, con la dignidad que les corresponde. Aunque las personas se encuentren en EU de forma irregular, existen mecanismos para abordar su situación, como tribunales y un sistema de justicia.
Te podría interesar
El pontífice enfatizó que nadie ha afirmado que EU deba tener fronteras abiertas, pues cada país tiene el derecho de determinar quién, cómo y cuándo entra la gente. No obstante, cuestionó el trato "extremadamente irrespetuoso" dado a las personas que llevan una vida honrada en el país, muchas de ellas por 10, 15 o 20 años.
Obispos condenan las políticas de deportación
El papa afirmó que "los obispos han sido muy claros en sus declaraciones" e invitó "a todas las personas de Estados Unidos a que los escuchen".
Te podría interesar
La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) emitió el pasado día 12 un mensaje sin precedentes en el que condenó la política de deportaciones y la estigmatización de los inmigrantes por parte del Gobierno del presidente Donald Trump, aunque no mencionó su nombre.
Esta declaración fue aprobada casi por unanimidad en la conferencia anual de obispos llevada a cabo la semana pasada en Baltimore, Maryland.
TAMBIÉN LEE: México deja de ser país de paso: 3 de cada 4 migrantes ya lo ven como destino final
TAMBIÉN LEE: Juez de Estados Unidos ordena liberar a migrantes detenidos en Chicago por redadas de ICE
El clima de temor y las separaciones familiares
Los prelados expresaron una profunda preocupación por observar un clima de temor y ansiedad entre el pueblo, generado por la discriminación racial y la aplicación de las leyes de inmigración. También lamentaron el estado actual del debate y la estigmatización de los inmigrantes.
La USCCB manifestó inquietud por las condiciones en los centros de detención, la falta de acceso a la atención pastoral, y la pérdida arbitraria del estatus legal de algunos inmigrantes en Estados Unidos.
Además, los obispos dijeron sentirse preocupados por las amenazas de posibles redadas migratorias en lugares como escuelas, hospitales y lugares de culto. Les duele ver a padres que temen ser detenidos al llevar a sus hijos a la escuela y tener que consolar a familiares que ya han sido separados de sus seres queridos.
VGB
