El asesinato del joven pasante Eric Tarpinian-Jachym el pasado 30 de junio en Washington D.C. desató una crisis de seguridad en la capital de Estados Unidos. El caso generó una fuerte reacción del gobierno federal y llevó al presidente Donald Trump a desplegar a la Guardia Nacional en la ciudad.
El 30 de junio de 2025, el asesinato de Eric Tarpinian-Jachym, un joven de 21 años que trabajaba como pasante para un legislador en el Capitolio de Estados Unidos, marcó un antes y un después en la discusión sobre la seguridad en Washington D.C.
Tarpinian-Jachym fue atacado y asesinado en lo que las autoridades describieron como un asalto violento, en el que recibió varios disparos mientras se dirigía a su residencia. Su muerte generó una reacción inmediata por parte del Congreso y de la Casa Blanca.
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Nueva detención
Las autoridades federales anunciaron el miércoles por la noche la detención de Naqwan Lucas, de 18 años, en Germantown, Maryland, en conexión con el asesinato de Eric Tarpinian-Jachym. Al comparecer ante un tribunal el jueves, Lucas se declaró inocente de los cargos de asesinato intencional en primer grado y posesión de arma de fuego durante el delito.
A su vez, la fiscal federal Jeanine Pirro aseguró en conferencia de prensa que Tarpinian-Jachym estaba en Washington para realizar prácticas con el representante Ron Estes en el momento en que fue alcanzado por disparos: “Su vida giraba en torno a ser becario y vivir en Washington”, dijo Pirro.
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Contexto del tiroteo y cargos previos
Contexto: El joven de 21 años, estudiante de la University of Massachusetts, fue asesinado el 30 de junio en una zona de Mount Vernon Triangle cuando tres sospechosos salieron de un vehículo robado y abrieron fuego contra dos personas en bicicleta. Inicialmente se encontraron dos menores de 17 años, Jalen Lucas y Colin Thomas, quienes ya habían sido arrestados y procesados como adultos bajo cargos de asesinato en primer grado.
La nueva detención de Lucas amplía el caso y firmemente conecta a los investigadores con los tres sospechosos identificados hasta ahora. Las autoridades no han revelado aún un móvil claro para el crimen, aunque Lucas también está vinculado a otro homicidio de una adolescente, Zoe Kelly, de 17 años.
Implicaciones del arresto y reacciones institucionales
El arresto cobra especial relevancia simbólica, ya que este caso fue uno de los detonantes para que el entonces presidente Donald Trump desplegara la Guardia Nacional en Washington por considerarlo una crisis de seguridad urbana.
El avance refuerza la postura de que los castigos para menores implicados en crímenes graves deben ser tratados como adultos, según señaló Pirro al definir al joven Tarpinian-Jachym como una víctima inocente atrapada en un fuego cruzado.
¿Quién era Eric Tarpinian-Jachym?
Originario de Nueva Inglaterra y estudiante universitario, Tarpinian-Jachym era descrito por sus colegas como un joven brillante, dedicado al servicio público. Durante su pasantía en el Congreso, trabajaba en temas relacionados con política exterior y derechos humanos.
Su asesinato conmocionó a colegas, funcionarios y medios nacionales. Legisladores demócratas y republicanos condenaron el crimen y pidieron medidas urgentes para mejorar la seguridad pública en la capital.
Detenciones clave y vínculo con otros crímenes
El caso dio un giro importante en septiembre, cuando fueron arrestados Jalen Lucas y Colin Thomas como sospechosos directos del asesinato. Sin embargo, la Fiscalía mantuvo abierta la investigación por posibles cómplices.
El 29 de octubre, fue capturado Naqwan Lucas, de 18 años, en el estado de Maryland. Según la fiscal federal Jeanine Pirro, Lucas enfrenta cargos de asesinato premeditado en primer grado por su participación en la muerte de Tarpinian-Jachym. Además, está relacionado con el homicidio de Zoe Kelly, una joven de 17 años, ocurrido días después del primer crimen.
Las autoridades no han confirmado públicamente si los tres sospechosos pertenecen a una misma banda o si los homicidios están conectados por una motivación común.
Reacción del gobierno federal: Guardia Nacional en las calles
Poco después del crimen, el entonces presidente Donald Trump calificó el asesinato como “intolerable” y anunció el despliegue de la Guardia Nacional en Washington D.C. La medida generó controversia y fue criticada por algunos sectores como un intento de militarización de la seguridad pública.
“Protegeremos nuestra capital a toda costa”, dijo Trump en conferencia, usando el caso como argumento para reforzar su discurso de mano dura contra el crimen.
Investigación sigue abierta
La fiscal Jeanine Pirro aseguró que las investigaciones continúan y que podrían presentarse más cargos conforme se analicen pruebas y testimonios. “Estamos comprometidos con la justicia para Eric y su familia. Ningún crimen quedará impune”, afirmó.
Mientras tanto, diversos sectores sociales y políticos en Estados Unidos han retomado el debate sobre la violencia urbana, el control de armas y la protección de personal joven que labora en instituciones gubernamentales.
AJA