LA SEGUNDA LUNA DE LA TIERRA

¿Tiene la Tierra una nueva Luna o solo un visitante temporal?

El asteroide 2025 PN7 viaja junto a la Tierra como una “cuasi Luna”; los astrónomos prevén que este acompañante cósmico se alejará hasta el 2083

¿Tiene la Tierra una nueva Luna o solo un visitante temporal?Créditos: Imagen creada con IA | Ilustrativa
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Durante más de medio siglo, una roca de apenas unos metros se movió junto a la Tierra sin que nadie lo notara. Hoy, los astrónomos confirman que ese compañero silencioso, llamado 2025 PN7, seguirá acompañando al planeta hasta el año 2083, antes de alejarse hacia el espacio profundo.

El descubrimiento lo realizó el observatorio Pan-STARRS, en Hawái, en agosto de 2025. Desde entonces, el pequeño cuerpo ha captado la atención de los especialistas, que lo describen como una “cuasi-luna”: un asteroide que viaja en sincronía con la Tierra, pero sin estar atrapado por su gravedad.

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La ilusión orbital

Aunque el fenómeno despertó la idea de que la Tierra “ganó” una segunda luna, los astrónomos aclaran que se trata de un efecto visual. 2025 PN7 orbita al Sol, no a la Tierra. Su trayectoria casi idéntica crea la apariencia de que gira a nuestro alrededor.

Según la astrónoma Jenifer Millard, estos cuerpos “permanecen cerca de nuestro planeta, a veces delante y otras detrás, pero nunca están atados a él”. El profesor Phil Nicholson, de la Universidad de Cornell, comparó su movimiento con el de “un lobo que sigue al campamento de cazadores, pero que nunca forma parte de la banda”.

El asteroide pertenece al grupo Arjuna, una familia de rocas que comparten órbitas similares a la terrestre. Con su detección, la lista de cuasi-lunas conocidas que acompañan a la Tierra asciende a ocho.

Dimensiones pequeñas, distancia enorme

Los cálculos indican que 2025 PN7 mide entre 18 y 36 metros de diámetro, equivalente a un edificio de pocos pisos. Su brillo débil y su tamaño mínimo explican por qué permaneció invisible durante décadas, pese a moverse junto a nosotros desde los años sesenta.

En términos de distancia, su paso es lejano y estable. En su punto más cercano se ubica a unos 4 millones de kilómetros, alrededor de diez veces la distancia de la Luna, sin riesgo de colisión. Los registros muestran que su posición puede variar entre 4 millones y 17 millones de kilómetros, siempre fuera del rango de peligro.

Imagen creada con IA: Ilustrativa

El juego gravitacional

El recorrido de 2025 PN7 responde a lo que los astrónomos llaman resonancia 1:1, una sincronía exacta entre la órbita de la Tierra y la del asteroide. En este “juego gravitacional”, el objeto completa su vuelta al Sol en el mismo tiempo que nuestro planeta, moviéndose dentro de un equilibrio inestable.

Este tipo de fenómeno ofrece a los científicos una oportunidad de estudio excepcional. Observar cómo un cuerpo tan pequeño mantiene una trayectoria tan precisa puede aportar información sobre la dinámica de los objetos cercanos a la Tierra y sobre la evolución del sistema solar.

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Un compañero con fecha de partida

Los cálculos orbitales indican que 2025 PN7 seguirá acompañando a la Tierra durante casi seis décadas más. Hacia 2083, la interacción gravitacional con otros planetas alterará su trayectoria, y el “lobo cósmico” se alejará definitivamente de nuestro entorno orbital.

Hasta entonces, seguirá compartiendo viaje con la Tierra, uniendo su recorrido al nuestro en una danza silenciosa alrededor del Sol. Su historia recuerda que incluso los movimientos más precisos del cosmos esconden encuentros temporales, donde la cercanía no implica pertenencia.

VGB