El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, anunció que el país enfrentaba una crisis de agua tan grave que la reubicación de la capital dejó de ser una alternativa y se convirtió en una decisión obligatoria. Explicó que la escasez de recursos ponía en riesgo la estabilidad de Teherán y forzaba al Estado a planear su traslado.
Teherán en Riesgo de Quedarse sin Agua
Durante los últimos cinco años, Irán atravesó una sequía persistente que redujo de forma drástica los niveles de agua en presas y ríos. El presidente advirtió que si la población no reducía su consumo, las presas que abastecen a Teherán podrían vaciarse por completo entre septiembre y octubre.
De acuerdo con cifras oficiales, la capital, que alberga a unos 10 millones de habitantes, corría el riesgo de quedarse sin agua en semanas. Los principales embalses registraron niveles mínimos: el reservorio de Amir Kabir operaba al 6% de su capacidad útil y 19 presas relevantes en todo el país trabajaban por debajo del 20%.
Te podría interesar
TAMBIÉN LEE: Día Cero: así se quedaría sin agua México, según la UNAM
Factores que Originaron la Crisis
Los registros meteorológicos indicaron una disminución de lluvias de hasta 40% en los meses recientes y de entre 50% y 60% en el año anterior respecto al promedio histórico. El descenso de precipitaciones se combinó con una explotación intensiva de los recursos que agravó el problema.
Te podría interesar
El sector agrícola utilizó cerca del 80% del agua disponible en Irán, en línea con la política de autosuficiencia alimentaria impulsada durante décadas. En la capital, aproximadamente 70% de los habitantes consumían más del límite recomendado de 130 litros diarios.
En paralelo, la sobreexplotación de acuíferos generó hundimientos de tierra en varias zonas de Teherán, con descensos anuales de hasta 30 centímetros en algunos sectores.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS
Plan de Traslado hacia la Costa Sur
Frente a este escenario, Pezeshkian planteó la necesidad de mover la capital hacia la región del Golfo Pérsico. Señaló a la provincia de Hormozgan y a la zona costera de Makran como las opciones principales, debido a su acceso a aguas abiertas y al potencial de fortalecer el comercio exterior.
El costo del traslado de agua a Teherán desde otras áreas alcanzaría hasta 4 euros por metro cúbico, lo que volvió inviable mantener a la ciudad como sede administrativa. Aunque gobiernos anteriores discutieron la posibilidad de reubicar la capital por la congestión urbana o el riesgo sísmico, el actual presidente fue el primero en declarar que el traslado resultaba inevitable.
VGB
