Vivir en Tangier, una isla frente a las costas de Virginia, Estados Unidos, es palpar las consecuencias del cambio climático. Desde la bahía de Chesapeake se puede notar que la tierra se erosiona más rápidamente desde hace unos pocos años.
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Pero los 450 pobladores del lugar tuvieron una promesa, que, a la distancia, no se ve completar, pero sigue ahí. Esta isla aún espera que Donald Trump, el hoy candidato republicano a la Presidencia de los Estados Unidos, cumpla su promesa hecha en 2017 y logre que: “Tangier estará aquí por cientos de años más”.
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La revista española XL Semanal difundió un reportaje mediante el cual el fotógrafo Álvaro Ybarra Zavala expone lo que es la isla, la amenaza climática a la que se enfrenta, pero pese a ello, el 90% de la población ahí es partidaria de Trump.
Los propietarios del único hotel The Brigadune Inn, están ciertos que los demócratas quieren destruir la isla e intentan ridiculizar una forma de vida que reniega de un cambio climático.
Donald Trump se ha negado, en varias ocasiones, a reconocer que el planeta vive un auténtico problema climático. “No me lo creo”, dijo en 2018 frente a un informe en el cual se detallaron los devastadores efectos en la naturaleza, provocados por el calentamiento global. Dicho informe fue respaldado por 300 científicos y 13 agencias federales diferentes.
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En el texto “Tangier, cambio climático que vota a Trump” publicado por XL Semanal, los habitantes están ciertos que no pueden dejar morir el lugar, y es que desde 1850 la isla ha perdido dos tercios de su superficie, esto por la erosión y la subida del nivel del mar.
“El agua ha transformado muchas áreas en paisaje acuático y el ritmo de su avance ha aumentado en las últimas décadas. Las mareas inundan regularmente partes de la isla y los residentes viven con la preocupación de que un huracán o una tormenta severa devaste lo poco que queda”, expuso Álvaro Ybarra.
Apoyan a Trump
Detalló que la vida en Tangier se basa en valores tradicionales, con la religión y el sentido de comunidad como eje vital. Pero son escépticos del cambio climático, reconocen la realidad de la erosión costera, aunque más del 90% vota por “el adalid del negacionismo climático”, Donald Trump.
Ese apoyo deviene de su promesa de revitalizar la economía rural y proteger los modos de vida tradicionales. Para muchos en la isla, Trump es una figura que comprende y valora su estilo de vida, algo que, sienten ellos, los políticos de Washington a menudo ignoran.
“Es esta una comunidad que se adscribe a los valores asociados a Trump, de seguridad nacional y la idea de un gobierno fuerte que defienda los intereses nacionales”, señaló en el texto.
Grupos de conservación y científicos han propuesto diversas estrategias para salvar la isla, desde la creación de zonas de amortiguamiento con vegetación hasta la construcción de barreras físicas. Sin embargo, son soluciones que requieren de una inversión significativa y una voluntad política.
Para esta población, Tangier es un símbolo de resistencia y de los valores tradicionales que sienten constantemente bajo ataque.