Con el fin de dejar un precedente judicial e intentar frenar los tiroteos escolares, una jueza sentenció a James y Jennifer Crumbley a 10 y 15 años de prisión, respectivamente, por el asesinato de cuatro estudiantes perpetrado por su hijo en una escuela de Oxford, Michigan.
Con esta sentencia, la pareja se convertiría en los primeros padres en pagar una pena por un tiroteo masivo en alguna escuela de Estados Unidos.
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El hecho ocurrió el 30 de noviembre de 2021 cuando Ethan, a sus 15 años de edad, sacó una pistola de su mochila y disparó contra sus compañeros de la escuela Oxford High School; el joven fue arrestado y ya cumple una cadena perpetua; sin embargo, en el proceso, sus padres también fueron acusados.
Este martes se llevaron a cabo dos juicios por separado en tribunales del condado Oakland, donde el jurado escuchó tanto a los padres de las víctimas como las disculpas de James y Jennifer Crumbley, así como las pruebas psicológicas del asesino de 17 años.
"Los pensamientos no paran. Ayúdenme. Mi vida no tiene sentido. Veo sangre por doquier", había expuesto Ethan, junto con un dibujo de una pistola, una bala y una persona. Especialistas concluyeron en que el adolescente estaba triste y solo tras el fallecimiento de su abuela y la mudanza de su único amigo.
Juicio atípico pone en la mira a tiradores adolescentes
La sentencia de James y Jennifer Crumbley ya contempla los 858 días cumplidos de arresto durante el proceso judicial; no obstante, la jueza Matthews ha hecho hincapié en el precedente que marca el caso para futuros tiroteos estudiantiles.
"Estas condenas confirman actos repetidos o falta de actos que podrían haber detenido un tren fuera de control que se aproximaba", dijo en la audiencia.
Durante la asignación de sentencia, familiares de los cuatro estudiantes asesinados se dirigieron a los padres y revivieron el debate sobre quién es responsable de los tiroteos en escuelas y el papel que juega la crianza en estas tragedias, pues esta es la primera vez que el padre de un atacante menor de edad es enjuiciado: "La sangre de nuestros hijos está en sus manos".
Mientras tanto, los Crumbley pidieron disculpas ante las víctimas por todas las veces que los vio en los juicios probatorios y no puedo externar su dolor por los actos de Ethan.
"Quiero decir que no puedo imaginar el dolor y la agonía... para las familias que han perdido a sus hijos y lo que están experimentando y por lo que están pasando. Como padres, nuestro mayor temor es perder a nuestro hijo o a nuestros hijos, y perder un hijo es inimaginable. Mi corazón está realmente roto por todos los involucrados", dijo.
"Realmente quiero que las familias de Madisyn Baldwin, Hana St Juliana, Tate Myre y Justin Shilling sepan lo mucho que lo siento y lo devastado que me sentí cuando escuché lo que les pasó", dijo Crumbley.