El Gobierno de Argentina, encabezado por el Presidente Javier Milei, anunció este martes 27 de febrero un veto en toda la administración pública para la utilización del lenguaje inclusivo y la perspectiva de género, pues un día antes, en conjunto con el Ministerio de Defensa, se consideró que palabras como “soldada” o “generala” eran una desnaturalización del idioma.
Por ello, bajo el argumento de que "se ha utilizado como negocio de la política", en toda la fuerza estatal y aparato público se deberán abstener políticas, acciones y ejercicios con perspectiva de género, de acuerdo con lo anunciado por el vocero presidencial argentino, Manuel Adorni, durante una conferencia de prensa en el Salón de Conferencias de la Casa Rosada.
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Durante el discurso, en que se anunció que el mandatario Milei presentará su inicio de sesiones de la Asamblea Legislativa el 1 de marzo a las 21:00 horas, el funcionario destacó que la prohibición del del lenguaje inclusivo "y todo lo referente a la perspectiva de género" deberá acatarse a partir de ahora en la administración pública.
En especial, se abundó, "no se va a poder utilizar la letra E, el arroba ni la X, y se va a evitar el innecesario uso del femenino en todos los documentos de la administración pública”.
Manuel Adorni aclaró a medios de comunicación que el Gobierno de Argentina reconoce sólo la estructura del castellano, el español, más allá del debate inclusivo que esto genere.
"Bueno, es un debate en el cual nosotros no vamos a participar porque consideramos que las perspectivas de género se han utilizado también como negocio de la política, así que para nosotros esto no tiene discusión”, expuso.
El anuncio se suma a la controversia iniciada en febrero por la iniciativa de Ley propuesta por diputados de Milei, que no sólo quiere derogar la ley del aborto, sino que también incluye penas de cárcel para las mujeres y médicos que lo practiquen.
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¿Qué es el lenguaje inclusivo y la perspectiva de género?
El lenguaje inclusivo y la perspectiva de género son enfoques utilizados para promover la igualdad de género y evitar la discriminación basada en el género, en la comunicación y en las políticas públicas.
El lenguaje inclusivo, por un lado, busca utilizar expresiones que incluyan a todas las personas, independientemente de su género, evitando términos o formas de expresión que puedan perpetuar estereotipos o sesgos entre femenino y masculino. Esto se logra, por ejemplo, mediante el uso de formas neutras o inclusivas que abarquen tanto a hombres como a mujeres.
Mientras tanto, la perspectiva de género implica considerar las diferencias y desigualdades entre mujeres y hombres en el diseño, implementación y evaluación de políticas y programas políticos o sociales. En la administración pública, se busca integrar esta perspectiva en todas las fases de la toma de decisiones, desde la elaboración de leyes hasta la ejecución de proyectos, para garantizar que se aborden las necesidades y se promueva la equidad de género.
Un ejemplo de aplicación en la administración pública puede ser la implementación de políticas de igualdad salarial, la promoción de programas para abordar la violencia de género o la inclusión de datos desglosados por género en informes y estadísticas para entender mejor las disparidades existentes y a mejorar.
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