Un estremecedor caso ha puesto en el ojo del huracán a Discord, plataforma de mensajería, tras revelarse la existencia de "764", un grupo en línea que ha explotado vulnerabilidades emocionales de usuarios alrededor del mundo para inducir autolesiones e incluso suicidios en transmisiones en vivo.
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Entre las víctimas se encuentra Samuel Hervey, un joven de 25 años que, en noviembre de 2021, se inmoló frente a más de dos docenas de espectadores en un chat privado en Discord. Entre los presentes estaba una adolescente de Europa del Este, quien admitió haberlo alentado a quitarse la vida para ganar reconocimiento dentro de esta comunidad, de acuerdo con un reportaje de The Washington Post.
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El grupo, denominado "764" por los primeros dígitos del código postal de su fundador en Texas, se dedica a localizar personas vulnerables, muchas con problemas de salud mental, para manipularlas y exponerlas a humillaciones o actos autodestructivos. Según el FBI, estas actividades cumplen con los criterios de una organización terrorista doméstica.
Discord, que permite a sus usuarios crear y moderar sus propios espacios de reunión, ha enfrentado críticas por no intervenir de manera efectiva para prevenir el abuso en sus plataformas. Aunque la empresa afirma haber implementado medidas para detectar y eliminar contenido nocivo, los miembros de "764" han logrado evadir las prohibiciones al crear nuevas cuentas y servidores.
Una adolescente de 15 años lo alentó
La historia de Samuel Hervey, quien transmitió su suicidio desde Kirguistán, ha destapado el modus operandi del grupo y sus devastadores efectos. La adolescente que alentó a Hervey, identificada como "Fmlk" (por su nombre de usuario en Discord), confesó haber sido parte del "círculo interno" de la comunidad. Durante su participación, no solo incitó el suicidio de Hervey, sino también el de otra joven meses después.
Fmlk, ahora mayor de edad, expresó remordimiento por sus acciones. "Me siento muy mal por lo que hice. Es algo que me atormentará por el resto de mi vida", dijo en una entrevista. Según sus declaraciones, ingresó a la comunidad en busca de pertenencia a los 13 años, enfrentando aislamiento social en su entorno escolar.
El caso ha generado llamados para reforzar la regulación de plataformas como Discord, que aunque han trabajado para erradicar comunidades depredadoras, enfrentan desafíos al equilibrar la privacidad y la seguridad.
"Es difícil comprender una violencia tan impactante dirigida a personas vulnerables", declaró Matthew G. Olsen, del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Las autoridades instan a los padres y educadores a estar atentos al uso que los jóvenes hacen de estas plataformas y a los peligros que pueden esconderse en sus espacios menos visibles.
Mientras tanto, las tragedias conectadas al grupo "764" siguen resonando como un recordatorio de los oscuros rincones de internet y de la necesidad de mayor vigilancia para proteger a los usuarios más vulnerables.