Los estadounidenses están acudiendo masivamente a las urnas de manera anticipada, generando cifras de participación que solo se vieron superadas por el extraordinario volumen de votantes de 2020, en plena pandemia. Hasta el momento, más de 66 millones de personas han emitido su voto antes de la jornada oficial del próximo 5 de noviembre, lo que equivale a un 43% del total de votantes de las elecciones en Estados Unidos de hace cuatro años.
Con una participación anticipada que abarca tanto el voto en persona como el voto por correo, expertos y medios señalan que se espera una jornada electoral reñida, con una participación histórica que podría prolongar el conteo de votos en caso de una contienda muy igualada, como prevén muchas encuestas, de acuerdo con información de El País.
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En el voto anticipado en persona, que ha movilizado a 35.7 millones de ciudadanos, los republicanos llevan la delantera. Por otro lado, los demócratas dominan el voto por correo, con 30.9 millones de papeletas enviadas hasta la fecha.
Esta tendencia ha comenzado a dibujar patrones de votación que, aunque no revelan una victoria clara, han llamado la atención de analistas y de las propias campañas de los candidatos, quienes observan cómo los cambios en los hábitos de voto podrían tener un impacto significativo en los resultados.
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Los datos de participación por partido, que solo están disponibles en 26 estados, muestran que los votantes registrados como demócratas suman 12.9 millones de sufragios, representando un 38.7% del total de votos adelantados; los republicanos, por su parte, alcanzan los 12 millones de votos anticipados (36%), y los independientes suman un 25.4%, equivalente a 8.5 millones de personas.
La diferencia de menos de dos puntos entre ambos partidos se aleja de la ventaja de 20 puntos que los demócratas lograron en el voto anticipado de 2020. Esto, según expertos, no es necesariamente una señal de cambio político, sino de nuevos hábitos de votación entre los republicanos, quienes históricamente habían evitado el voto anticipado pero que este año se han mostrado mucho más activos en él.
Por otro lado, la participación femenina, un factor clave en el actual panorama, ha mostrado una tendencia a favor de los demócratas en estados como Georgia, Carolina del Norte y Michigan. De acuerdo con los datos disponibles en seis estados, el 54% de los votos anticipados han sido emitidos por mujeres, mientras que el 44% corresponde a hombres. Este dato es positivo para la candidata demócrata Kamala Harris, quien ha ganado respaldo entre las votantes mujeres en comparación con sus predecesores.
La recta final de la campaña tiene a ambos candidatos recorriendo estados clave en un intento por sumar votos en los llamados “swing states”, donde cualquier punto porcentual puede hacer la diferencia. Harris ha priorizado mitines en Georgia, Carolina del Norte y Pensilvania, con su cierre de campaña en Filadelfia. Trump, por su parte, ha apostado por Carolina del Norte, Michigan y Virginia, con eventos simultáneos a los de su contrincante en algunos de estos estados.
A solo días de la jornada oficial, la incertidumbre persiste. Las encuestas más recientes indican que Harris podría tener una ligera ventaja en el voto popular, aunque la carrera se mantiene reñida en estados decisivos como Pensilvania, donde el resultado podría inclinarse hacia cualquier lado.
La alta participación, los cambios en los hábitos de votación y la intensa actividad de campaña en los últimos días subrayan que el desenlace de esta elección dependerá de detalles finos y podría alargarse más allá del 5 de noviembre si el conteo de votos presenta demoras o impugnaciones.