La burla del comediante Tony Hinchcliffe a Puerto Rico durante el mitin de Donald Trump en Nueva York provocó risas entre los asistentes al Madison Square Garden, pero causó indignación en una comunidad que sólo en Florida tiene a miles de potenciales votantes.
Hinchcliffe dijo "hay una isla de basura flotando en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico”.
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Esos comentarios “le van a costar votos muy valiosos a Trump”, dijo Raúl Hinojosa, profesor de Estudios Chicanos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Políticos de ambos partidos, artistas y la comunidad puertorriqueña y latina en general en Estados Unidos han repudiado la retórica racista, extrema y vulgar con la que se señaló a los hispanos en general.
La campaña salió al paso para deslindarse de las palabras de Hinchcliffe y señaló que estas no representan a Trump, pero el daño parece estar hecho y el insulto puede hacer que los votos de cientos de miles de puertorriqueños en los siete estados clave opten por la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, que este domingo presentó un plan para ayudar a la isla.
Miguel Tinker Salas, analista político y profesor retirado de Estudios Latinoamericanos en la Universidad Pomona, indicó que los insultos del comediante evidencian la retórica racista que siempre ha caracterizado a Trump y quienes le rodean.
“Estos mensajes se han venido repitiendo una y otra vez durante la campaña, cuando se dice que los inmigrantes envenenan la raza. Eso es un ejemplo de esta retórica, no se pueden esconder de que fue ‘un chiste”, dijo Tinker Salas.
Hinojosa y Tinker Salas advirtieron que el mayor daño para Trump podría registrarse en el estado de Pensilvania, donde hay una comunidad puertorriqueña muy activa.
Más de 470 mil puertorriqueños viven en Pensilvania, 132 mil en Carolina del Norte y otros 124 mil en Georgia. Además, decenas de miles más residen en Arizona, Wisconsin, Nevada y Michigan, según datos de la oficina del censo.
La mayoría de las críticas se centran en Trump por no censurar las palabras del comediante inmediatamente. El gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro, dijo hoy que el republicano no dio ese paso porque “ha hecho carrera atacando a otros, acercándose a la línea, tratando de ser simplemente provocador a expensas de otras personas”
Para Hinojosa se trata de un golpe definitivo que puede marcar la campaña a menos de una semana de las elecciones, y subraya que va a ser muy difícil borrar el impacto mediático, especialmente por el apoyo de artistas como Bad Bunny, Jennifer López, Ricky Martin, Luis Fonsi o René Pérez (Residente) a Harris.
El insulto también le podría pasar factura a Trump en estados que supuestamente ya tiene ganados y a candidatos que lo apoyan. La Mesa Boricua de Florida dijo en un comunicado que el candidato “no debe olvidar” que en Florida alrededor de 800 mil puertorriqueños tienen la capacidad de ejercer su derecho al voto.
“Con los puertorriqueños Trump no puede usar la retórica de que son inmigrantes ilegales así hablen español”, sentenció Tinker Salas.
Es tal el impacto político que los congresistas republicanos por Florida Carlos Giménez y María Elvira Salazar, acérrimos defensores de Trump, condenaron los comentarios y dijeron que no reflejan los valores de este partido.
“Esto no es una broma. Es completamente de mal gusto. Puerto Rico es la joya de la corona del Caribe y el hogar de muchos de los estadounidenses más patriotas que conozco”, dijo Giménez.
Colección de insultos
La serie de oradores que antecedió a Trump tuvo un común denominador: el uso de adjetivos e insultos hacia los grupos que Donald Trump no ve bien, como los demócratas y los latinos.
Sin Rosenberg, un conductor de radio, llamó "escoria e hijos de perra" a todos los militantes del Partido Demócrata; a la excandidata a la presidencia, Hillary Clinton, la denominó "bastarda" y cerró acusando a "los malditos ilegales" de recibir ayudas sociales mientras que otros estadounidenses en situación de pobreza no reciben esos apoyos, aunque no presentó prueba alguna.
Esos comentarios no fueron descalificados ni por Trump ni por los responsables de su campaña.
En su turno al micrófono, el empresario de bienes raíces Grant Cardone dijo que Kamala Harris y sus "proxenetas" le harían un gran daño al país en caso de una victoria demócrata y llamó a enviar al "matadero" a todos los oponentes a Trump.